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Giacomo Casanova, El Primer Seductor …


Archivo:Casanova ritratto.jpg - Wikipedia, la enciclopedia libre

elhistoriador.es — Hablaremos hoy de un veneciano muy singular que ha dado origen a una expresión cotidiana y tiene una particularidad que suele atribuírsele a los franceses: El arte de la seducción y el romanticismo: Giacomo Casanova.

En un breve resumen acerca de su vida podemos decir de este seductor que fue un famoso aventurero, escritor, diplomático y agente secreto veneciano.

Despilfarrador, viajero y, por encima de todo, libertino.

Pero también gran erudito y filósofo.

Sin embargo, se lo conoce, sobre todo, por sus conquistas amorosa.

En su obra biográfica, “Histoire de ma vie” (escrita en francés por la difusión de dicho idioma en toda Europa para aquella época), Giacomo describe con máxima precisión y franqueza sus aventuras, sus viajes y sus innumerables encuentros galantes, así como también sus desventuras amorosas.

 En total, relata en dicha obra unas 132 conquistas a mujeres de toda clase y condición, aunque se dice que fueron muchas más. El mismo escribe al respecto de sus peripecias, en el prefacio a sus “Memorias’”, que:

“Historia de mi Vida” se trata, sin embargo, de un relato de estilo realista sobre su vida, en el cual, sus aventuras con diversas mujeres son mostradas de manera elegante, lo que llevó a que forjar a partir de su persona, popularmente y a través del tiempo, el prototipo de amante y aventurero. Su apellido se convirtió en prototipo del amante. Sin embargo su vida fue mucho más vasta y singular.

Pero comencemos con el principio. Giacomo Girolamo Casanova nacería en Venecia (por aquel entonces una Republica hecha y derecha con total independencia), un 2 de Abril de 1725. Fue hijo de comediantes. Su madre fue Zaretta Farussi y su padre Gaetano Casanova. Este último moriría cuando Giacomo tenía solo 8 años.

Tuvo otros 4 hermanos. Y sus padres nunca desearon que ninguno de ellos fuese actor. Por este motivo, Giacomo recibiría desde muy pequeño la educación eclesiástica impartida por el abad Gozzi. Aún adolecente, mostraría su habilidad intelectual, traduciendo un pentámetro latino y realizando, cuatro años después, un par de tesis (una sobre Derecho Civil y otra sobre Derecho canónico).

Sería también protegido del senador de Venecia Malipiero. Bajo su tutela aprendería filosofía y ciencia. Aunque esta relación no duraría mucho tiempo, ya que desaparecería luego de que Casanova se enredara con la favorita del senador, una cantante llamada Teresa.

Para entonces, Giacomo solo cuenta con unos exiguos 21 años. Será por esta desventura con Teresa, que su madre se lo llevará a Roma, para que entre al servicio del Cardenal Acquaviva. Adopta entonces la condición de fraile, aunque esto no le impedirá seguir con sus escarceos amorosos. A partir de este momento comenzaran también sus grandes viajes y aventuras.

En esta primera vuelta, Casanova visitará Corfú y Constantinopla. Volviendo luego a Venecia, donde se convierte en violinista; profesión que no le duraría demasiado, ya que pronto le aburriría. Sin embargo, esta no es la parte más candente de historia, ya que a donde quiera que fuera, sus affaires son continuos.

Giacomo Casanova, El Primer Seductor (I) - ElHistoriador.es
Retrato de Giacomo Casanova realizado por su hermano Francesco Casanova (alrededor 1750-1755).

Una vez de vuelta en su ciudad natal, Giacomo se ofrecerá, gracias a su cultura, para ser médico de un patricio veneciano, cuyo nombre era Matteo Bragadin. Por sus conocimientos, Casanova logró curar al patricio de un reciente infarto. A cambio de su sanación, Bragadin le otorgará una gran suma de dinero a Giacomo, así como también lo introducirá en la magia y la cábala.

Como consecuencia de este nuevo aprendizaje será objeto de persecución de la inquisición; ya que llegara a oídos de algunos de sus miembros la posesión de ciertos libros prohibidos en poder de Casanova. Giacomo se verá entonces obligado a huir de Venecia.

De esta manera, embarcado en esta nueva aventura, Giacomo recorrerá, entre 1749 y 1752, las ciudades italianas de Milán, Cremona, Cesena, Parma, de nuevo Milán y Génova, en ese orden; así como las ciudades francesas de Lyon, París y Dresde. Nuevamente continuaría con sus galanterías. Pero entre todas estas nuevas conquistas hubo una qué destacaría por sobre todas las demás, aquella que el mismo Casanova reconocería como el gran amor de su vida, aquella a la que en su obra decidió llamar Henriette.

Henriette era una mujer con cierto misterio, que caló hondo en nuestro seductor empedernido. Por ella Giacomo llegó a convertirse –por poco tiempo– en un beato, y que fue la única de quien quemó sus cartas. Estuvieron juntos solo nueve meses, sin embargo, a pesar de que se separaron luego de tan corto tiempo (aunque bastante largo para la vida de Giacomo), ella siempre tuvo presente a Casanova y en varias ocasiones mandó que lo cuidaran cuando estaba enfermo.

En 1753 vuelve nuevamente a Venecia, y dos años después es arrestado y encarcelado en los Piombo, o prisión de los “Plomos”. Su estadía en dicho recinto carcelario no duraría demasiado: Increíblemente escapa poco tiempo después, acompañado de un monje que conocerá en prisión. Luego de tan magna fuga volverá a exiliarse, esta vez por 18 largos años.

Se embarcaría a París, donde llegaría a codearse con Luis XV y Madame de Pompadour, al igual que con su corte. Incluso se le atribuye durante estadía, la creación de la Lotería Estatal Francesa entre 1756 y 1757, además de realizar diversas misiones secretas y visitar a Voltaire, con quien no llegó a tener una amistad por diferencias de pensamiento político. Sin embargo, no desaparecían sus ajetreos. Casanova realizaría por aquellos años un fraude en un negocio textil, falsificación de letras de cambio, y de nuevo a huir y vagabundear por Europa.

Giacomo Girolamo Casanova #3 Photograph by Granger - Pixels

Por aquel entonces, se inventará un alter ego, con título nobiliario y todo, pasando a llamarse Chevalier de Seingalt.

No pasó mucho tiempo de comenzado su nuevo viaje antes de que apareciera por la ciudad de Zúrich, lugar en el que, aunque parezca extraño, se enclaustra en una abadía. No pasa mucho para que reciba, en Roma, una condecoración del Papa Clemente XIII. Además, dejará embelesado a Federico II, el Grande de Prusia, quien le ofrecerá el mando de los cadetes de su ejército. Incluso llego a conocer a Catalina, La Grande, durante su estadía en la ciudad de San Petersburgo.

España no se quedaría fuera de su recorrido. Allí, en Madrid más precisamente, se involucraría en un proyecto, probablemente plan suyo, para lograr la colonización de Sierra Morena que incluía a suizos y alemanes como futuros residente de dicho sitio. En su estadía en el país Ibérico compondría un libreto de ópera, en Aranjuez.

Y las mujeres españolas tampoco escaparon a sus encantos: Casanova mantendría una aventura con las españolas doña Ignacia y Nina, esta ultima la amante oficial del influyente virrey de Barcelona, el conde de Ricla. 

Esto lo llevaría a acabar encarcelado en dos ocasiones en su visita a los hispanos: La primera, en el Buen Retiro tras ser denunciado por posesión de armas – en la cual intervendría a su favor el Conde de Aranda –, y la otra, por liarse con Nina, motivo por el cual pasaría 42 días encerrado en 1768.

Libre de las cárceles españolas visitaría Italia, más precisamente Nápoles, con el objetivo de ver en que andaba una de las hijas que tuvo entre tantas relaciones: Leonilda. Con ella mantendría relaciones incestuosas, a pedido del marido de Leonilda (quien desconocía de la paternidad de Giacomo respecto de su mujer). Al mismo tiempo tendrá ciertos affaires con una de las doncellas y con Lucrezia (la madre de su hija).

En 1771 se decide por escribir un libro, además traducirá La Ilíada de Homero. Y de nuevo a Venecia, allá por 1774, no sin antes cumplir a favor de la ciudad, probablemente como espía internacional, para poder volver a entrar. Pero nuevamente la perdición, esta vez por vengarse de la acusación de unas deudas.

El beneficiario de estas supuestas deudas era un noble llamado Carlo Grimani, y la venganza de Casanova fue algo singular: consistió en publicar una novela en donde decía que Carlo era hijo ilegítimo. De nuevo el destino lo invita al exilio en 1783.

Otra vez un tour por toda Europa. En esta nueva andanza partirá de Viena (el primer lugar al que lo lleva su exilio) para luego recorrer Bolzano, Augsburgo, Aquisgrán, Spa, Paris, de nuevo Viena, Dresde, Berlín y Praga.

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Placa conmemorativa en Venecia.

En este último sitio se encuentra nada menos que con Wolfgang Amadeus Mozart, que casualmente está componiendo su ópera Don Giovanni. Se dice, incluso, que esta composición está inspirada un poco en los romances que Casanova le contó al compositor alemán en Viena.

En 1785 entraba amistad con el conde Waldstein, aficionado a la masonería, igual que Casanova. El conde le ofrecerá a Giacomo hacerse cargo de la biblioteca que posee en Dux, Bohemia. Casanova acepta, pero en su estadía no llega a ser feliz y como terapia a su tristeza comenzará a escribir las memorias de su vida. Respecto de su escritura nos dice:

No llegó a terminar sus memorias. Muere en 1798 con 73 años. Hasta entonces solo había logrado relatar solo 46 años de aventuras amorosas y demás avatares. En el prólogo de su obra nos dice:

Y así, libre de todo, termino su vida, durante la cual su ocupación principal fue siempre “cultivar el goce de los sentidos”. Las aventuras amorosas, que se iniciaron en la adolescencia, y fueron serpenteando un camino en el que, como hemos visto, aconteció de todo.

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