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Contra-contracultura …


hippies

JotDown(Miguel U.) — Años 60, familia americana: la rubia madre cocina hombrecillos de jengibre, papá se come la tostada de camino al coche con el maletín bajo el brazo, nene menor pide que le quiten la corteza al pan de molde y afirma vehemente que algún día será astronauta, nene mayor atraviesa la cocina cual suspiro diciendo que no tiene tiempo mientras hace girar un melón de cuero pensando en magrear a Ashley Swinton bajo las gradas.

Todo va sobre ruedas en la América post-fordista. John Kennedy se postula como joven y rutilante presidente para una nación con la conciencia tan limpia como su sonrisa.

En el sur, en las profundidades del cornbelt miles de granjeros afanosos preparan la cosecha que servirá para alimentar a las familias del país más poderoso del mundo, todo dinamismo y corrección, todavía apegada los ideales puritanos que alimentan el ciclo de producción y reproducción que hace resollar la maquinaria del capitalismo.

Pero poco a poco el personal se percata de que algo raro pasa, algo chungo. Se ven por las calles a gente con pintas extrañas: ponchos mexicanos, camisas estampadas con flores y descoloridas, el pelo les llega hasta la cintura y pasan de la depilación.

Algo que venía a añadirse a una década que no dejaba de deparar sorpresas:

En Greensboro, Carolina del Norte, cuatro estudiantes negros ocupan «barra de los blancos» en una cafetería armando un escándalo que se reproduciría en otros lugares. Estudiantes de todo el país imitan el gesto. Cinco años antes Rosa Parks rechazaba permanecer de pie en un autobús atestado y ocupa un asiento reservado a los blancos. JB Lenoir añade su hermosa voz al gentío y el chasquido de las armas amartilladas por los panteras negras.

Un desaliñado Allen Ginsberg recita en público El Aullido. En 1969 se celebra Woodstock. Jimmi Hendrix arranca el himno a su guitarra eléctrica.

Lee Harvey Oswald o un tirador anónimo le vuela la cabeza a la década. Zapruder lo graba.

ESTILO VIDA NORTEAMERICANA 1950-1960

Lyndon Johnson hace una enmienda a la política exterior de John F. Kennedy y los Estados unidos invaden Vietnam.

Tal y como lo cuentan las crónicas oficiales y tal y como aparece reflejada en el imaginario popular los 60 fueron una década convulsa, cuyo rupturismo no habría de limitarse a un puñado de innovaciones en el mundo de la moda y a la aparición de la música psicodélica y los hippies, sino que entró en los hogares y el congreso americanos de la mano del movimiento por los derechos civiles, el feminismo, los ecologistas y la revolución sexual.

El hasta entonces opulento pero puritano American way of life había permanecido anclado en la repetición de biografías y en la obediencia a las directrices paternas, de la escuela a la tumba pasando por el trabajo y la sala de partos.

La irrupción de la contracultura vino a cambiar esto, dicen, introduciendo una bocanada de aire fresco que repercutiría en las costumbres de la sociedad yankee y, por extensión, en la de todo el hemisferio occidental. Beatniks y hippies recurrieron a los símbolos y creencias orientales como una forma de hacer patente su descontento con la manera en que estaba montado el tinglado practicando yoga, haciéndose budistas o buscando una revelación mística en el yagé y los libros de Carlos Castaneda.

Hedonismo, autorrealización, liberalismo sexual y una renuncia a la herencia de los fundadores de la nación que le cambiarían la cara.

Pero por encima de este recuerdo entrañable de aquellos «años de ruido y furia» la contracultura supuso una profunda transformación en el capitalismo moderno, abriendo la puerta a nuevas formas de expresión personal, desarrollando una nueva estética y afirmando su identidad precisamente como una forma de repudio del consumismo suicida que se resolvería felizmente consumiendo todavía más.

  • If you want somebody to love

El caso es que a principios de los 60 el capitalismo post-fordista acusaba el cansancio de las décadas precedentes.

La necesidad de crecimiento constante (y por ende, un incremento también constante del consumo) chocaba contra la realidad de un modus vivendi familiar que no ofrecía suficientes oportunidades comerciales.

Cientos de absurdos gadgets domésticos atestiguan lo que digo.

El menaje y los utensilios de cocina fueron las víctimas propiciatorias de este retorcido escenario en el que la búsqueda de nuevos mercados no lograba romper las hechuras del hogar americano promedio.

Anuncio coca cola

Era la «época de los sombreros», de los padres encorbatados, los toques de queda de las proms y los anuncios futuristas prometiendo cocinas robotizadas.

La industria suplicaba por nuevos nichos de mercado y languidecía en el tedio, justamente como una juventud que no se veía en los trajes de sus padres.

Esta insatisfacción, este hartazgo de conformismo aquejaba por igual a consumidores y vendedores. Thomas Frank relata en su interesante libro La conquista de lo cool la transición —una verdadera revolución— en la industria publicitaria que se guió por los mismos parámetros que la contracultura.

La publicidad de la época estaba dominada por el llamado modelo científico; las agencias seguían un estricto método sociométrico, haciendo estadísticas a troche y moche y buscando la fórmula más resultona que finalmente se traducía en una sucesión de eslóganes machacones.

Madison Avenue, epicentro del marketing durante los años 60, era una comunidad refractaria a las innovaciones y los anuncios «intuitivos», las corazonadas o los golpes de efecto. Completamente ajena a los departamentos artísticos —a los que se ninguneaba sin pudor— tuvo que esperar la llegada de una nueva hornada de publicistas jóvenes comprometidos con el cambio como DDB, de Bill Bernbach, para darle la vuelta a la situación.

Anuncios como el de Volkswagen Escarabajo supusieron una auténtica revolución en el mercado, haciendo hincapié precisamente en los supuestos defectos del producto —un coche pequeño, poco llamativo, no muy aerodinámico precisamente—, primando su sencillez y falta de compromiso sobre la aparatosidad de la cultura automovilística de la época; un mundo barroco de cromados y alerones dignos del Enterprise, anunciados como «doble potencia turbo» bajo una lluvia de eslóganes a cada cual más borderline asociados a la aeronáutica, el despegue, echar a volar y chorradas por el estilo.

Poner el énfasis en la anormalidad del producto y en la distinción que ofrecía —para bien o para mal— se convirtió en la nueva divisa del consumo: ser diferente. El ansiado pacto entre las cualidades de lo que se vende y quien lo compra quedó definitivamente sellado y la movida hippie se motorizó, ironía, con la marca nazi por definición.

Y no es extraño, ni nuevo hoy en día, que los anuncios no ofrezcan bienes de consumo sino toda una constelación de valores. Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud y padre de las relaciones públicas —y, en opinión del arriba firmante, uno de los mayores hijos de la gran puta que hayan hollado la tierra— supo aprovechar la insatisfacción con el modelo imperante, siempre desde su cínico punto de vista —en su opinión el ser humano era un animal básico gobernado por su estómago y sus genitales— dando un fabuloso golpe de efecto.

Durante un multitudinario acto público se las arregló para que varias docenas de mujeres encendiesen y se llevasen a los labios un cigarrillo a la vez. La impresión generalizada fue la de un acto de protesta y reivindicación de la igualdad de sexos. El motivo subyacente, promocionar el consumo de cigarrillos entre las mujeres para estirar el caladero de las tabacaleras.

Fue durante este periodo que el marketing emprendió la caza del inconformista y el negocio de la moda eclosionó dando lugar a toda una constelación de estilos diferentes, étnicos —o lo que los modistos entendían como ropa étnica—, rockeros, moteros y contestatarios.

La contracultura de los años '60s. | undergroundresistanceforever

Según algunos estudios del tema la reacción de la industria no fue sino mera asimilación de la estética hippie-contestataria y por lo tanto carente de originalidad y puramente mercenaria.

Para Frank la cosa no es tan sencilla y ofrece una versión distinta según la cual tanto el modo de vida americano como el modelo de negocio de la industria atravesaban una severa crisis que se traducía en un rechazo por la tradición puritana y su rectitud moral.

Del mismo modo en que los beatniks se rebelaron contra el estatu quo familiar y obrero —con su gris y monótono devenir vital— los jóvenes creativos hicieron lo mismo con la rígida escuela técnica precedente.

De una manera singular el capitalismo y el mundo social que había generado se encontraron ante el mismo obstáculo y encontraron las mismas respuestas para sortearlo.

A partir de entonces lo cool penetró en la vida americana. Los nuevos valores juveniles premiaban el inconformismo y la insatisfacción, se enfrentaban con todo lo que fuese considerase correcto y productivo, huyeron de la homogeneidad como del Ébola, dando lugar a nuevas formas de consumo que defendían la variedad y la distinción, todo aquello que permitiese al comprador distanciarse de la masas.

El capitalismo cogió la ola que llevaba años esperando e inundó el mercado con nuevos productos destinados a cubrir esa demanda inconformista hambrienta de ocio, sexo, drogas, emoción y vida alternativa. Siempre a ritmo de rock´n roll.

Una campaña que daba buena cuenta del cambio en la cultura empresarial de la época y de su interés por aprovechar el impulso de los movimientos juveniles fue la «Generación pepsi» de la conocida marca de bebidas en su intento por erosionar el entonces hegemónico poder de su competidora Coca Cola.

Aunque no lo parezca por lo que se ve hoy en día, en los anuncios Coca-Cola llegó a ser sinónimo de conservadurismo y vida familiar, una bebida «sana» apta para todos los miembros de la familia (hay un anuncio para prensa escrita en la que un «médico» desglosa las ventajas de iniciar a los niños menores de un año en su consumo) y perfecta para celebrar cumpleaños.

Pepsi aprovechó precisamente esta buena posición de su rival en el establishment para presentarse como la chica marginada, un mensaje harto contracultural. La «generación Pepsi» sería adalid del cambio de mentalidad de la juventud y signo de los tiempos. Lo que es más importante, comenzó a publicitarse no simplemente como producto (por su sabor, sus cualidades terapéuticas o qué sé yo) sino como un valor, el de la chavalería descontenta y unida por un impulso nuevo y renovador.

No traten de buscarle contenido, la novedad, todo lo que pareciese joven y fresco se justificaba por sí mismo, y así se lo hicieron ver a toda una generación; su generación.

7-Up no le fue a la zaga. Aunque no tuvo un momento de inspiración tan grande emprendió una campaña para atraerse a los inconformistas y hippies valiéndose de anuncios en carteles publicitarios, revistas y televisión en el que adaptaron la estética del arte hippie y los films de los Beatles rollo Yellow Submarine masticando la imaginería psicodélica. Hay incluso un diseño muy chulo en el que si no me engañan estos ojos Paul y John blanden sendas botellas de 7-up a modo de guitarras eléctricas.

beatles 7 up
  • Born to be wild

Qué sensación tan maravillosa de bienestar, la de que te vean detrás del volante. No para presumir, sino sólo para dar esa Inequívoca imagen de dinamismo que revela tu éxito.

Pioneros de este estilo de vida alternativo fueron los beatniks. Entre orgía y orgía Kerouac y Ginsberg añadieron páginas al evangelio del vive la vida loca, los viajes a la frontera mexicana a ritmo de be-bop

Contra la vida sedentaria y la estabilidad familiar, el eterno vagar en carretera.

Contra el puritanismo, drogas y excesos sexuales.

Contra Cristo, Buda. *

*conste que servidor no alcanza a comprender cómo se las apañaban para compaginar budismo zen y jolgorio sin fin, pero aceptamos pulpo como animal de compañía.

Los escritores de la generación beat trazaron el nuevo arquetipo del vividor yankee itinerante y hedonista poseído por ráfagas de inspiración antes que artesano de la técnica que te cuenta su historia junto a un Jack Daniels y en un lenguaje sencillito para que lo comprendas, tú que eres tonto.

El testigo fue recogido por estrellas del rock, gurús de la contracultura como Timothy Leary y una pléyade de jóvenes deseosos de catar ese trocito de vida jovial como si el hecho de plantearse follar a discreción llevase inevitablemente a alojar el miembro en la boca de una compañera de clase. Aunque hay que reconocer que fue así hasta cierto punto, hizo falta mucha droga. Flores y ácido, gran combinación.

Los primeros hipsters también brotaron al calor de la música. El cool-jazz depuró un estereotipo de marginado de la clase media blanca como eran los negros de las ciudades, percibidos como bohemios y paganos improductivos.

Marginado que ocupó su puesto en el nuevo mercado; mientras los jóvenes blancos se entregaban a sus akelarres psicodélicos y practicaban su amor libre en los antaño inmaculados parques de California, los hipsters consolidaron el matrimonio entre música popular y vida alternativa iniciado décadas antes.

Una colorista y sensual glorificación de todo lo que oliese a antiamericano. Una oda al cachondeo introducida por un tema de la Creedence que se cerró con el estruendo de las cajas registradoras.

En todo caso la evolución del hipster ha sido coherente con el desarrollo de la industria del entretenimiento, dominada por el escurridizo concepto de lo cool. Hoy en día sin embargo resulta complicado encontrar algo más alejado de aquellos originarios hipsters de los barrios negros que el actual hipster modernillo de clase alta.

De ahí la importancia del invento, de su capacidad para constituirse como un mojo de lo guay, de la cualidad intrínseca de los inconformistas separados del rebaño.

Sin ser un decálogo que se pueda aplicar al pie de la letra podríamos decir que consiste en la cualidad de estar a la moda sin parecer por ello una fashion victim, es decir, el epítome de consumista aborregado, y justificarse por ello. Norman Mailer puso su grano de arena (un grano bien gordo) definiendo sus personajes contraculturales principalmente como individualistas y hedonistas naturales.

En palabras de Josepph Heath y Andrew Potter:

«Mailer supo verlo y por eso calificó acertadamente al hipster como una fusión del bohemio inconformista, el delincuente juvenil asocial y el voluptuoso negro marginado».

La misma carretera que llevara a Neal Cassady y Jaack Kerouac por la geografía americana la recorrieron los moteros.

En mi opinión el non plus ultra del rollete contracultural, un potaje de calibre pesado destilado a pachas por el individualismo hippie (vehículo idiosincrásico del desarraigo bien llevado) y la rebeldía elevada a la enésima potencia, el constante encono, el eterno cagarse en la autoridad del barbudo asocial que se cuece no sabe bien si con aguardiente o gasofa, copula esporádicamente en bares donde tocan bandas de rock sureño y country capitaneadas por un guitarrista paralítico.

El final por todos conocido fue la tragedia de Altamont.

  • Conciencia III, anarquistas y vagabundos del dahrma
hippies en la playa

La meta de cualquier hippie era, además de derribar al gobierno, alcanzar la iluminación.

Durante la década de los 60 muchos jóvenes hicieron explícita su repulsa al modo de vida americano «explorando otras culturas», lo que viene siendo ingresar en una secta o practicar meditación trascendental.

Estos elementos estaban presentes desde la época «beat» pero fueron deslizándose en los discursos de los gurús de la época como Timothy Leary y Allen Ginsberg.

Así pues no se trataba de una protesta política al estilo clásico sino de una revolución de las consciencias alineadas y dominadas por la cultura capitalista.

Dentro de esta corriente subjetivista que consideraba la realidad imperante poco menos que un «efecto matrix» aparecieron distintas formas de «abrir las puertas de la consciencia» mediante el uso de drogas psicotrópicas combinadas con música psicodélica y ejercicios de meditación variada.

La antropología de la época tuvo parte de culpa en que muchos hippies emprendiesen la búsqueda de una nueva visión del mundo y de su rechazo de la moral judeocristiana.

Los estudios de Margaret Mead en Samoa ejercieron su influjo no solo en la crítica feminista sino que permitieron justificar en cierto modo la cosa aquella del «amor libre» y los efectos de la educación represiva en la adolescencia.

Con independencia de las críticas que se le puedan hacer y se le hicieron, por parte de Derek Freeman entre otros (su baja competencia lingüística, omitir los apoyos recibidos por parte de la marina destinada en la zona, proyectar sus convicciones políticas en su monografía, etc), la influencia de las etnografías boasianas es notable.

La comparación entre culturas y algunos sesgos referidos al estudio de pueblos que no padecen los mismos problemas que en Occidente (claro, porque ellos tienen sus propios problemas) fue pasto de interpretaciones chapuceras y copy&paste entre los desnortados hippies. Una de las funciones de la antropología es propiciar análisis comparativos y desempeñar una labor crítica, no abordar estas cuestiones con el método de la coctelera.

El caso de Carlos Castaneda es también significativo. Sus estudios sobre el consumo de drogas y los estados de trance chamánico fueron una fuente de inspiración para muchos hippies. La realidad es que el uso que los chamanes en Latinoamérica daban a las drogas no se parecía mucho a la de la contracultura. De hecho es diametralmente opuesta, ya que sirve precisamente para reforzar sistemas en los que la religión cumple un papel de regulador de las relaciones sociales.

hare krishna

También se sobreestimó la importancia de los psicotrópicos en los trances hipnóticos y de posesión, dependientes en gran medida de cantos y ritmos repetitivos, ejercicios agotadores y en algún caso, dolor físico. Eso por no decir que Castaneda directamente se inventó muchas de sus experiencias religiosas.

El objetivo dejó de centrarse en temas concretos que afectaban directamente a millones de personas como la desigualdad laboral entre sexos o el sistema público de salud para discutir el lenguaje falocéntrico, la materia del cosmos o las técnicas de control mental de la CIA. Fue un momento de puta madre para las sectas, los profetas alucinados y los vendeburras de todo pelaje.

Dejando de lado la parodia fácil del hippie colgado aporreando unos bongos en pelotas, son muchas las críticas que se pueden hacer a la contracultura. La más importante en mi opinión es la manía que tenían de hacer patente su descontento recurriendo a doctrinas esotéricas, religiones orientales y otras creencias precristianas como las que derivaron en neopaganistas y new age, en lugar de articular una crítica política y económica crítica seria.

Hubo intentos por politizar el movimiento, sí, y una porción nada desdeñable de su mensaje iba en esta dirección —sus herederos más evidentes serían los anarco-punks y comunalistas— además de servir de trampolín para los movimientos por los derechos civiles y el incipiente ecologismo, pero la desaprobación del «Sistema» era tal que tuvo que infiltrarse en todos los ámbitos de la existencia, desde la explotación laboral hasta la represión judeocristiana.

Percibir el sistema capitalista americano como una inmensa y paranoica consola de control mental implicó la dispersión de sus esfuerzos, un individualismo radical y un profundo irracionalismo que pretendió cambiar el mundo por la vía de expandir la conciencia o recitar los vedas.

O según Marvin Harris:

«Los estados mentales alucinatorios no pueden alterar la base material de la explotación y la alineación. La Conciencia III no cambiará nada que sea fundamental o causativo en la estructura del capitalismo o imperialismo. Por lo tanto lo que nos espera no es la utopía de la libertad individual absoluta, sino alguna nueva y maligna forma de mesianismo militar, provocadas por las payasadas de una clase media que intentó domesticar a sus generales con mensajes telepáticos y creyó poder humanizar a la mayor concentración de riqueza corporativa que jamás ha visto el mundo caminando descalza y comiendo manteca de cacahuete sin homogeneizar».

En definitiva, la contracultura sirvió para diversificar la producción industrial, alimentar nuevas modas y «estilos» que servirían tanto para definirse como persona como para «plantar cara al sistema». La vocación inicial de las corrientes de izquierdas en busca de un mundo más justo y realista dieron lugar al mundillo de lo original, novedoso y rompedor; el subcultural chanante. Distinguirse, en suma, como individuos realizados a través del consumo.

De ahí la posterior explosión de tribus urbanas y su inofensivo discurso de lo reivindicativo, simbólico y —sí— antisocialista, un paso.

Después de décadas, siglos de tribulaciones y lucha de clases, de barbudos prusianos escribiendo sesudos tratados de economía política, la solución aparecía por fin, limpia y brillante ante los ojos de América; la manera de cambiar el mundo es pasárselo de puta madre.

nuestras charlas nocturnas.

Lynn Margulis (1938-2011), la evolución de la célula …


cell

JotDown(P.A.Alderete) — El pasado 22 de Noviembre de 2011 el mundo de la ciencia perdió a una de sus más destacadas figuras, Lynn Margulis: microbióloga, genetista no convencional, divulgadora de la ciencia y, sobre todo, teórica de la evolución.

Esta mujer, nacida en Chicago el 5 de marzo de 1938, revolucionó la teoría de la Evolución reivindicando la simbiosis como fuente de variación en el origen de las células, que serán las unidades estructurales de cuatro de los cinco reinos de seres vivos que existen: protistas, vegetales, hongos y animales, llamadas células eucariotas.

Extrapolándolo, Margulis propone la hipótesis de la simbio-génesis en la que la simbiosis ha sido la causa de variación en diferentes momentos evolutivos.

Ésta se contrapone a la teoría neo-darwinista estricta que sólo admite pequeñas mutaciones como fuente de variación. La diferencia entre la simbiosis y la mutación, como fuente de variación, es abismal. La primera implicaría que en la historia de la vida, los eventos de especiación no se han producido de manera gradual en todos los casos, como sostienen los neodarwinistas, sino que se han producido por grandes saltos cualitativos.

Aunque en ambos casos será la Selección Natural, como motor de la evolución, lo que determinará el camino evolutivo de una especie. Su defensa a ultranza de esta teoría le dio fama, no sólo de heterodoxa, sino de polémica e, incluso, de antidarwinista.

La vida personal de Lynn Margulis fue tan intensa como su vida profesional, y bastante entrelazada con ésta. Su temprano y primer matrimonio con el astrónomo Carl Sagan, tras licenciarse con 19 años, la llevó primero a la Universidad de Wisconsin-Madison donde consiguió un Máster en zoología y genética, y después a la Universidad de Berkeley donde comenzó su doctorado.

Dos años después de separarse, consigue el título de doctor y otros dos años después vuelve a casarse con el  cristalógrafo Thomas Margulis, matrimonio que duró hasta 1980. Madre de cuatro hijos, que determinaron en cierta medida los periodos de forzada permanencia en casa, que utilizó para reorganizar sus ideas y escribir.

Tal y como ella cuenta en forma novelada en Peces luminosos: historias de amor y de ciencia la vida de un científico está tan influenciada por la sociedad que le rodea como por las circunstancias personales que vive.

Lynn Margulis y su hijo Dorian Sagan

Las grandes aportaciones de Lynn Margulis que pasarán a la historia de la biología pueden resumirse en: endosimbiosis, simbiogénesis e hipótesis Gaia.

En lineas generales, como ya se ha mencionado, las dos primeras se basan en el poder de la simbiosis entre organismos de diferentes especies para producir grandes cambios que podrían conducir a la evolución de nuevas especies, géneros, familias, órdenes, clases, y phyla.

Este proceso se conoce como macroevolución, en contraposición con la microevolución que se centra en explicar los pequeños cambios en las especies que permiten a éstas adaptarse al medio en el que viven.

Como ya se ha mencionado, la simbiogénesis resulta polémica por su enfrentamiento a la teoría neodarwinista.

La hipótesis Gaia es el nivel máximo. Fue formulada inicialmente por el químico James E. Lovelock, quien expone la idea de que el ecosistema Tierra funciona como un superorganismo. Como Margulis relata en el prólogo de su libro Planeta simbiótico, no vio inmediatamente la relación de su endosimbiosis con Gaia.

Primero fue una frase de su hijo que la hizo reflexionar y después el comentario de uno de su ex-alumnos: La hipótesis Gaia es ver la simbiosis desde el espacio.

De estas tres es la primera, la endosimbiosis o teoría de la endosimbiosis serial (SET), la teoría que explica la historia evolutiva de la célula. Y de las tres es la más aceptada en la comunidad científica, por ello la explicaremos a continuación con más detalle. La SET fue publicada, tras muchos rechazos editoriales, por Margulis en 1967 con el título On the origin of mitosing cells bajo su primer nombre de casada, L. Sagan.

Como hipótesis se venía intuyendo desde finales del siglo XIX y principios del XX, pero la idea de que lo que se observaba en el interior de una célula fuera producto de una simbiosis fue tachada de ridícula. Cuando Margulis retoma estas hipótesis llegando desde el estudio del ADN desnudo de las células, y explica que la SET se habría sucedido en cuatro paso consecutivos. Para entenderlos debemos comenzar explicando que se entiende por simbiosis y por endosimbiosis.

La simbiosis, según el DRAE, es la asociación de individuos animales o vegetales de diferentes especies, sobre todo si los simbiontes sacan provecho de la vida en común. El ejemplo típico que todos estudiamos en el colegio es el liquen. Este organismo que embellece nuestros bosques es en realidad el producto de la convivencia de una especie de cianobacteria (alga) y una especie de hongo. La variedad de líquenes que observamos se debe a la variedad de combinaciones entre diferentes especies de hongos y algas.

¿Cómo funciona la interacción conocida como liquen? Las cianobacterias necesitan un ambiente con gran humedad para poder sobrevivir que se lo proporciona el hongo, permitiéndolas de éste modo llegar a puntos con menos humedad. El alga, por su parte, al ser capaz de realizar la fotosíntesis alimenta al hongo con las moléculas orgánicas que sintetiza. Esta asociación, según el tipo de liquen, puede ser más o menos estrecha, permitiendo a los dos seres vivos que la componen separarse y vivir como organismos de vida libre.

El término endosimbiosis podría definirse como la simbiosis de dos organismos, dónde uno de ellos vive en el interior del otro. En el sentido evolutivo de la SET, un organismo entrará dentro de otro de forma accidental, y si ninguno de los dos muere o es digerido, se establecerá la convivencia. Si ésta es beneficiosa para ambos se desarrollará la relación de endosimbiosis.

Los dos organismos continuarán dividiéndose: la descendencia del que se encuentra en el interior permanecerá en el interior del otro organismo, y el organismo externo se dividirá manteniendo el simbionte en el interior, heredando ambos la relación simbiótica de sus respectivas “células madres”.

Así se mantiene el patrón de simbiosis. En las sucesivas generaciones, si se mantiene la herencia de la relación simbiótica, ambos seres vivos se habrán especializado de tal modo que pierden la capacidad de vivir separados.

Origen de una novedad evolutiva por Simbiogénesis

En el origen de las células eucariotas, es fácil imaginar el mecanismo de endosimbiosis como responsable de la incorporación de lo que serán mitocondrias y cloroplastos.

El origen de ambos orgánulos son antepasados de bacterias que se conocen en la actualidad: proteobacterias aerobias, es decir, capaces de utilizar el oxígeno para obtener energía, para las mitocondrias y cianobacterias, en el caso de los cloroplastos.

Éstas últimas se conocen también como algas verde azuladas o verdín, estudiadas tanto por microbiólogos como por botánicos por su capacidad de llevar a cabo la fotosíntesis.

Y tanto la mitocondria como el cloroplasto conservan muchas similitudes con el mundo bacteriano: poseen membrana lipídica, material genético propio en forma de ADN circular y ribosomas similares a los bacterianos.

Además conservan la capacidad de dividirse sin intermediación de la célula en la que se encuentran, aunque han perdido la capacidad de sobrevivir fuera de ésta.

En 1978 llega la confirmación de esta teoría desde el área de la biología molecular, a través del artículo de Robert M. Schwarts y Margaret O. Dayhoff, al encontrar que el material genético que contienen estos orgánulos es más similar al ADN de las bacterias que al de los eucariotas. En los años 80, la simbiosis como mecanismo evolutivo de adquisición de mitocondrias y cloroplastos se acepta plenamente por la comunidad científica y se incluye en el temario de cualquier estudiante de biología.

Para Margulis, como se ha mencionado, la SET incluiría los cuatro siguientes eventos simbióticos sucesivos, en la formación de células eucariotas desde células procariotas:

1.- Adquisición del nucleocitoplasma (núcleo + citoplasma) y la maquinaria para la síntesis de proteínas, presumiblemente a partir de arqueobacterias, las bacterias más antigua, en concreto de bacterias termoacidófilas, es decir, bacterias que habitan en condiciones extremas de acidez y calor.

2.- Adquisición de flagelos, por simbiosis del anterior con espiroquetas.

3.- Adquisición de mitocondrias, por simbiosis con organismos similares a lo que se conoce actualmente como proteobacterias aerobias.

4.- Adquisición de plastos (cloroplastos y orgánulos similares de algas), por simbiosis con organismos que podrían asimilarse a las actuales cianobacterias.

Los pasos 3 y 4 se han explicado anteriormente, porque son los comúnmente aceptados. Sin embargo, Margulis es un paso más radical (el 2º) al incluir, como hemos visto, la incorporación de lo que serán las estructuras conocidas como cilios y flagelos de eucariotas. Los cilios y flagelos son estructuras proteicas capaces de generar movimiento, ejemplos de estos orgánulos son la colas de los espermatozoides o los cilios del aparato respiratorio. 

Esta adquisición se habría producido por  simbiosis entre la primitiva arqueobacteria termoacidófila y un antepasado de las espiroquetas. Las espiroquetas son microorganismos de forma helicoidal cuya característica preeminente es que son capaces de moverse a través de fluido. Este punto es fundamental en el modelo evolutivo de las células eucariotas porque explica el origen de uno de los procesos más asombrosos de los seres vivos: la mitosis.

La mitosis es el mecanismo de división de una célula nucleada, mediante el cual una célula madre da lugar a dos células hijas idénticas. Durante este proceso, la membrana del núcleo se disuelve y el ADN, previamente duplicado y condensado en forma de cromosomas, se reparte equitativamente gracias al huso mitótico entre las futuras células hijas.

El huso mitótico está constituido por filamentos formados por polímeros de proteínas llamadas microtúbulos que, literalmente, transportan los cromosomas del centro de la célula hacia los dos extremos. Para que se forme el huso mitótico es necesaria la presencia de otras estructuras proteicas llamadas centríolos, que se replican antes de la mitosis para estar en el mismo número en las dos células hijas. Pero, ¿qué tiene que ver la mitosis con las estructuras de movimiento?

La relación es la estructura denominada centríolo pues además de su papel en la división celular, es el cuerpo basal de cilios y flagelos eucariotas. Es decir, que la simbiosis con una espiroqueta no sólo habría motorizado a la célula, sino que supondría la adquisición de uno de los grandes avances de la célula eucariota. De ahí que su artículo se titule Origen de las células mitóticas y no Origen de las células eucarióticas.

Las reticencias de la comunidad científica para aceptar este paso es la falta de evidencias sólidas. El trabajo de Lynn Margulis de los últimos años ha consistido en buscar las claves para validar su hipótesis mediante el estudio de las bacterias espiroquetas.

Su último trabajo publicado en 2010, Spirochete Attachment Ultrastructure: Implications for the Origin and Evolution of Cilia, donde estudian al microscopio electrónico el intestino de termitas. Los resultados muestran protistas en simbiosis con espiroquetas, formando estructuras muy similares a los cilios de estos protistas.

Todavía existiría una versión más radical de la SET, no defendida por Margulis, que propone que el núcleo de las células eucariotas también se habría originado por simbiosis de dos procariotas. Sin embargo, Lynn sostiene que la membrana del núcleo es la consecuencia del estrés que sufre la célula en los eventos de simbiosis.

Después de todo lo expuesto arriba, Lynn Margulis más que microbióloga se consideraba genetista, por ello sostiene que su gran descubrimiento no es la SET ni la simbiogénesis, sino el haber dado una explicación al ADN desnudo de las células.

Con este nombre se denominaba, a mediados del siglo pasado, a las moléculas de ADN observadas en células eucariotas, pero fuera del núcleo. Los trabajos de Margulis determinaron que ese ADN era el material genético tanto de mitocondrias como de cloroplastos.

Yo tuve la suerte de asistir a una de sus conferencias en Madrid. En ella habló de sus últimas investigaciones sobre simbiogénesis.

Citó ejemplos del mundo biológico de estrechas relaciones simbióticas entre seres vivos y nos contó las relaciones entre termitas, protistas y espiroquetas, que luego publicaría en el artículo de 2010 mencionado anteriormente.

Pese a lo interesante de la charla, lo que más me llamó la atención fue la cercanía con la que se dirigió a nosotros.

Su pasión por la ciencia era contagiosa porque, aunque sus ideas sean contrarias a lo establecido por la comunidad científica, siempre trabajaba para encontrar la evidencia biológica que las respaldase.

Como conclusión, me gustaría recomendar uno de sus libros cuyo título es ¿Qué es la vida?, donde pasea reino por reino describiendo la bella complejidad de los seres vivos.

Aunque durante todo el texto se han ido mencionando obras de esta divulgadora, y su obra contiene libros muy conocidos como Microcosmos: cuatro mil millones de años de evolución desde nuestros ancestros microbianos.

nuestras charlas nocturnas.

Las mujeres agentes dobles que engañaron a los nazis …


The Objective(F.Rueda) — Elvira Chaudoir y Lily Sergeyev, dos espías muy especiales. La operación del espionaje para engañar a Hitler sobre la fecha y el lugar del desembarco de las tropas aliadas destinadas a liberar Europa contó con el protagonismo de Juan Pujol y Araceli González, pero también fue trascendental el papel de otros agentes dobles tan extraños, osados y poco comunes como ellos. Hubo muchos, pero os voy a hablar de algunos de mis favoritos, entre ellos Elvira Chaudoir y Lily Sergeyev.

Elvira Chaudoir era una peruana que encajaría a la perfección en cualquier película de James Bond. Por un lado, peruana, clase alta, elegancia extrema, muy atractiva. Por otro lado, enganchada al juego, seductora para ambas aceras y muy voluble. Para colmo, al principio de la Segunda Guerra Mundial su padre era embajador de su país en Vichy, la capital de la Francia ocupada.

Residía en Londres, en el barrio pijo de Myfair, llevaba una vida disipada de fiesta en fiesta codeándose con la aristocracia, la gente de dinero y altos mandos militares, que cada noche coincidían en distinguidas fiestas privadas. Antes o después iba a apostar dinero y siempre al final de la noche había un distinguido caballero que acompañaba hasta su casa a esa joven de 30 años. Con frecuencia ese amable señor subía hasta su casa.

Su vida disipada y su éxito con los hombres eran muy conocidos en esos ambientes a los que acudía con frecuencia Claude Dansey, subdirector del SIS, el espionaje exterior inglés. Un día habló con ella: necesitaba alguien que hablara francés y tuviera capacidad para no ser sospechosa de colaborar con la resistencia en la Europa ocupada por los nazis. Ella era ideal para la misión que quería encomendarla de recoger información sensible en Francia. El espía le formuló una oferta irresistible: gastaba más del abundante dinero que le mandaba su padre y tenía deudas que él le ayudaría a solventar.

Todo por el dinero

Elvira se fue a Francia en julio de 1942 convertida en la agente ‘Bronx’ y se estableció en la mansión de sus padres.

Los acompañaba a las distinguidas fiestas locales, donde un día bailó con un oficial alemán con el que estableció una relación.

 No pasó mucho tiempo cuando descubrió que el nazi tenía dobles intenciones.

Era un agente de la Abwehr, el espionaje alemán, y le pidió que se convirtiera en colaboradora a cambio de una paga mensual fija.

Aceptó sin pensárselo dos veces: necesitaba el dinero de sus padres, el del espionaje inglés y el del alemán, para llevar el nivel de vida que le gustaba, que incluía sus abundantes pérdidas en el juego.

De regreso a Londres habló con Dansey del cumplimiento de su misión como correo y añadió que se había convertido en doble agente. A partir de ese momento Elvira pasó a engrosar las filas del MI5, el servicio secreto interior, y de su comité XX, en el que estaba Garbo.

Por suerte para ella, su principal cobertura consistía en que siguiera llevando la misma vida de fiestas, juegos y amantes varios, porque la rodeaba tanta gente con acceso a información secreta que si los nazis la vigilaban descubrirían que cualquier cosa que les pudiera contar estaría perfectamente fundamentada.

La calidad de la información enviada por Elvira a su controlador de la Abwehr no fue de gran calidad, los ingleses debieron pensar que una mujer tan frívola perdería su credibilidad si les enviaba altos secretos. Cuando se acercaba el desembarco de Normandía, los alemanes estaban como locos por conseguir información sobre el lugar donde se iba a producir. Su amante nazi le pidió que hablara con sus amigos militares y políticos, y tratara de sacarles datos concretos.

Cuando faltaban dos semanas para el desembarco, Elvira le mandó un telegrama: la invasión sería por la zona de Burdeos. Esa información absolutamente falsa contribuyó, según confirmaron los aliados, a que los alemanes desviaran una parte de sus tropas a esa zona, tropas que no estuvieron en Normandía para evitar el éxito aliado.

Acabada la guerra el espionaje inglés y Elvira rompieron amistosamente su relación. Ellos no la veían como una espía profesional y ella quería disfrutar de su vida de diversión.

El perrito de Lily

Lily Sergeyev and Babas - Double Cross True story of D-Day spies Emily Hill

El papel de Lily Sergeyev fue importante para vencer a los nazis, pero estuvo a punto de hacer descarriar la operación de engaño.

Periodista y pintora francesa de origen soviético, buscó relacionarse en París con el comandante Klieman de la Abwerh y no paró hasta conseguir convencerle de que podría ser una espía perfecta en Gran Bretaña.

El nazi aceptó pensando que si salía bien podía darle mucha influencia.

Antes de enviarla a España para que consiguiera el visado de entrada para Londres, la impartió una preparación básica de espía: el código Morse y cómo fabricar tinta invisible.

Al llegar a Madrid se presentó en la embajada inglesa para convertirse en doble agente: aceptaron encantados.

De esta historia os quería resaltar cómo las personalidades especiales de los dobles agentes ponían en riesgo la misión general. Lily fue una buena agente doble, participó en el gran engaño, pero casi lo echa todo a perder por su perro.

En Madrid informó a su contacto del espionaje inglés que tenía un perro, Babs, cruce de terrier y caniche, y que no iba a ninguna parte sin él. La realidad es que en la aduana no le iban a permitir la entrada, pero el enlace no se lo dijo, la mintió. 

Babs

Al llegar se lo quitaron porque había una cuarentena y Lily perdió el control cuando con el paso del tiempo no se lo devolvieron. Amenazó con contar el engaño al comandante Klieman metiendo en los mensajes que le enviaba una palabra clave pactada para alertarle de que la habían hecho prisionera.

Le contaron que su perro había muerto, se deprimió, mantuvo la amenaza, arriesgaron confiando en que no lo haría y, finalmente, fue fiel a la causa.

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La adicción al sexo, un laberinto con salida …


La adicción al sexo, un laberinto con salida

“El sexo se ha convertido en una fuente de dolor y de sufrimiento para mí.

Tantos años buscando de forma compulsiva algo que debería ser bueno y placentero, y que ya ha perdido todo su valor…

Empecé con la pornografía, pero no fue suficiente.

Después llegaron la prostitución, las webcams sexuales y las saunas.

Hoy, por suerte, estoy aquí pidiéndote ayuda y queriendo salir de esto para siempre. El sexo ha destrozado mi vida, mi matrimonio y mi carrera profesional”.

Luis, 35 años

The Conversation(G.Testa/A.V.Moya/C.C.Actis) — Luis se encuentra entre el 8 % de hombres de la población mundial que sufre un descontrol en su vida sexual. El porcentaje de mujeres afectadas por estas dificultades es más bajo y se sitúa alrededor del 2 % de la población general.

Para los profesionales de la salud sexual, la suya es cada vez una demanda más frecuente en la consulta de sexología. A pesar de los avances en el conocimiento de esta patología, sigue siendo un tema de estudio y debate con muchas aristas.

– El nombre oficial: trastorno por comportamiento sexual compulsivo

Es habitual escuchar, de forma coloquial, la etiqueta de “adicción sexual”. Sin embargo, desde el punto de vista científico es un término en desuso. La forma para referirse al problema que presentan los pacientes como Luis ha evolucionado mucho en la última década.

Se han utilizado términos como trastorno hipersexual, comportamiento sexual compulsivo, adicción al sexo, adicción al cibersexo o uso problemático de pornografía, entre otros. Muchas veces hacían referencia a un mismo problema, mientras que otras trataban de explicar matices de pacientes muy heterogéneos.

Después de mucha disputa, en 2019 llegó por fin un acuerdo. La Organización Mundial de la Salud decidió incluir el diagnóstico de trastorno por comportamiento sexual compulsivo (TCSC) en la undécima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) como un trastorno que se caracteriza como “un patrón persistente de incapacidad para controlar los impulsos sexuales intensos, resultando en comportamientos sexuales repetitivos”.

Para llegar a este diagnóstico es preciso cumplir varios criterios:

  • Repetitivas conductas sexuales que se convierten en el foco principal de la vida de la persona, hasta el punto de ser negligente con su salud o con la atención de otros intereses, actividades o responsabilidades.

  • Que el paciente reconozca haber hecho numerosos esfuerzos infructuosos para controlar o reducir significativamente su conducta sexual.
  • Que continúe realizando la conducta sexual a pesar de las consecuencias adversas (ruptura de relaciones, impacto negativo en la salud, laborales, ocupacionales, etc.).
  • Que mantenga la conducta sexual aún cuando apenas se deriva placer de ella o incluso si es nulo.

    Además, estos síntomas deben causar angustia o deterioro significativo durante un período prolongado de al menos seis meses. Si este malestar está únicamente relacionado con los juicios morales y la desaprobación moral acerca de los impulsos o conductas sexuales, no sería suficiente para realizar un diagnóstico de TCSC.

    – ¿El problema es el sexo o la pornografía?

    Dentro del TCSC existen numerosas conductas que pueden producir malestar a la persona: masturbación compulsiva, consumo de pornografía, relaciones sexuales consentidas con adultos, cibersexo, webcams, chats sexuales y asistencia a clubes de prostitución, entre otros. Sin embargo, aproximadamente el 80 % de los pacientes que buscan ayudan por el TCSC tienen un problema para controlar su consumo de pornografía, lo que nos hace sospechar que es esta la problemática principal en la que debemos centrarnos.

    Por esto, el término “uso problemático de pornografía” (UPP) está en auge y es una entidad reconocida en la investigación y con gran apoyo científico. Algunos expertos han propuestos el UPP como una entidad independiente del TCSC, incluso con criterios e instrumentos específicos de evaluación.

    – Consumir porno tiene consecuencias, pero no siempre es un uso problemático

    Alrededor del 97 % de los chicos adolescentes ha consumido pornografía el último año, y cerca del 80 % de las chicas también la ha visualizado. Sin embargo, no todas las personas adolescentes acaban desarrollando un UPP. Estudios internacionales que han llevado a cabo encuestas con más de 15 000 participantes identificaron que solo un 3-8 % de ellos presentaba un uso problemático.

    El UPP se caracteriza por un consumo altamente frecuente y compulsivo de pornografía, sin control y persistente, a pesar del malestar que provoca o de las consecuencias negativas asociadas.

    Además, la descripción y evaluación del uso problemático de pornografía se basa en criterios relacionados con la adicción comportamental:

    • Saliencia: la pornografía tiene gran importancia o protagonismo en la vida de la persona.

    • Regulación del humor: la pornografía sirve como una fuente de regulación de emociones desagradables o como refugio emocional.

    • Recaída: la persona intenta dejarlo de forma repetida y no lo consigue.

    • Abstinencia: irritabilidad o cambios de humor cuando no se tiene la pornografía cerca.

    • Tolerancia: se necesitan cantidades cada vez mayores para experimentar los mismos efectos.

    • Conflicto: produce consecuencias en diferentes áreas de la vida de la persona.

    – ¿Qué dice la neurociencia sobre esta patología?

    La evidencia científica respalda cada vez más la consideración del TCSC como una adicción de tipo comportamental, con anomalías neurobiológicas similares a otras adicciones.

    Concretamente, en 2014 se realizó el primer estudio que comparaba un grupo control con un grupo de sujetos que consumían pornografía de forma compulsiva. Los autores concluyeron que la pornografía afectaba al cerebro de forma similar a como lo hacen la cocaína o la heroína.

    Además, presentaron la primera imagen (fMRI) de alteraciones estructurales en el sistema de recompensa y áreas relacionadas en sujetos con un consumo compulsivo de pornografía, en comparación con sujetos sanos.

    Por si fuera poco, una revisión sistemática de 2022 mostró que existen diferentes alteraciones neurobiológicas asociadas al TCSC como el aumento de la conectividad funcional entre la circunvolución frontal inferior izquierda y el plano temporal y polar derechos, la ínsula derecha e izquierda, la corteza motora suplementaria derecha y el opérculo parietal derecho.

    Y confirman las similitudes a nivel neurobiológico entre el trastorno por comportamiento sexual compulsivo y la adicción a las drogas y el alcohol.

    Revisión sistemática de alteraciones en la conectividad funcional del TCSC. PreSMA: Área motora suplementaria; VStr: Estriado Ventral; vmPFC: Córtex prefrontal ventral-medial; IFG: Giro frontal inferior; dACC: Córtex cingulado dorsal anterior; STG: Giro temporal superior; dlPFC: Córtex prefrontal dorso-lateral.

    Algunas de las críticas al modelo adictivo señalan que ciertos elementos característicos de las adicciones a sustancias, como la tolerancia y la abstinencia, no se han demostrado de manera consistente en el caso del TCSC.

    Sin embargo, las investigaciones más recientes muestran que cerca de un 70 % de pacientes con UPP muestran síntomas de abstinencia como pensamientos difíciles de detener, problemas de sueño e irritabilidad. También un estudio reciente muestra que la tolerancia es un factor presente en el UPP en adolescentes, principalmente en los varones.

    Sin duda, hay muchas preguntas que necesita resolver la comunidad científica acerca del TCSC. Lo que parece indiscutible es que se trata de un laberinto con salida: son muchas las personas que ya han dejado atrás estas conductas problema gracias a la ayuda psicoterapéutica.

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    VLOGGER: IA que crea videos de cualquier persona con una foto …


    La Vanguardia(E.G.Marcos)/marcianosz.com — Google vuelve a posicionarse en el mundo de la Inteligencia Artificial con un algoritmo que promete revolucionar la forma en que concebimos los videos y la interacción digital. Se trata de VLOGGER, un modelo de IA que surge de un meticuloso trabajo de investigación y tiene el potencial de cambiar drásticamente tanto el entretenimiento como la comunicación personal. Pero, ¿qué hace exactamente VLOGGER y por qué genera tanto interés?

    Recientemente se ha presentado VLOGGER, una IA que viene a cambiar el paradigma de la animación de fotografías a través de la IA. Promete un sinfín de funcionalidades gracias a su sencillez, ya que es capaz de animar una fotografía y hacer que hable y gesticule como si fuera la persona de la vida real. Esto, que suena profundamente futurista ha generado también algunas reticencias sobre la aplicación que podría tener.

    El equipo detrás de VLOGGER, integrado por seis destacados investigadores de la gran G, presentó un algoritmo capaz de transformar una fotografía estática en un video dinámico y realista de una persona hablando. La esencia de este avance radica en su simplicidad: para generar este video, el usuario solo necesita suministrar una imagen de la persona y el texto que desea que esta “narre”. El resultado, aunque imperfecto, posee una calidad sorprendente. Capaz de engañar a quien no preste suficiente atención, especialmente en plataformas de redes sociales.

    El funcionamiento de VLOGGER se centra en la creación de “talking heads” o cabezas parlantes, en donde se mantienen constantes los ángulos de la cámara y la pose del sujeto. Mientras tanto, la inteligencia artificial se encarga de animar las expresiones faciales, movimientos de cabeza y manos con cierta fluidez natural. Lo que distingue a VLOGGER de otras tecnologías similares no es solo su capacidad de generar estos videos a partir de una simple foto. Sino la base de datos en la que se entrenó: el proyecto MENTOR, una compilación de 800 mil videos de personas hablando, todos recopilados por Google.

    Un equipo de investigadores de Google dirigido por Enric Corona ha logrado un gran salto en el campo de la inteligencia artificial con el desarrollo de VLOGGER, un sistema de IA capaz de crear videos realistas de personas hablando utilizando como prompt únicamente una foto. Si bien es cierto que es un avance bastante importante e interesante dentro de la industria de la IA, también está claro que los resultados todavía se encuentran en el conocido como valle de lo inquietante. Os animo a ver el vídeo unos segundos, seguro que notaréis algo raro dentro de vosotros, como una señal de vuestro cerebro de que en esas imágenes algo no va bien. Ese es el efecto que se denomina de esta manera.

    La aplicación práctica de esta tecnología promete un espectro amplio y diverso. Desde la posibilidad de animar avatares fotorrealistas para conversaciones de texto hasta la creación de noticiarios o asistentes personales digitales. Ciertamente, el alcance de este algoritmo parece ilimitado. Sectores como el entretenimiento, la creación de contenido y los videojuegos, ansiosos por nuevas formas de síntesis humana, podrían beneficiarse enormemente de esta tecnología.

    – Tecnología ambivalente.

    Los investigadores también vislumbran aplicaciones potenciales en el ámbito de la educación y la consulta médica virtual. Imagina, por ejemplo, un sistema de salud en línea animado por IA, que podría generar la imagen de un médico para realizar consultas online. Esta capacidad de personalizar y humanizar las interacciones digitales podría transformar significativamente la experiencia de usuario en múltiples plataformas y servicios.

    El potencial de VLOGGER es bastante ammplio, ya que puede servir para generar doblaje en tiempo real con la voz del propio actor, pero también puede servir para mejorar de manera notable la accesibilidad de contenidos para personas con discapacidades. Sin embargo, no se puede ignorar la dualidad de su aplicación, ya que igualmente posee el poder de ser usado para crear deepfakes o propagar desinformación. Por este motivo, se pone sobre la mesa tanto lo bueno, como lo malo, y es que ya hay estafas con deepfakes que salen muy caro

    VLOGGER trabaja a partir de una sola fotografía y un clip de audio, logrando generar videos donde el sujeto no solo habla sino también manifiesta expresiones faciales y hace gestos coherentes con lo que se está diciendo en el vídeo, mostrando que la capacidad de inferencia de la IA es elevada. Aunque los videos resultantes son fotorrealistas, aún presentan imperfecciones que permiten identificar su origen artificial. Además, es bastante notable que este avance no haya requerido de entrenamiento individualizado para cada persona. Gracias a su bloque de aprendizaje, VLOGGER ha podido aprender a adaptarse a cada persona sin ningún tipo de adaptación previa, lo que muestra un verdadero avance.

    Eso sí, el vídeo como tal puede causar bastante malestar y las redes sociales ya han vertido sus primeras críticas al respecto. Ya existen apps para crear deepfakes, pero esto lo lleva a un nuevo nivel.

    De forma inherente, todas aquellas innovaciones relacionadas con la inteligencia artificial suelen acarrear un conjunto de dilemas éticos y desafíos de seguridad. Aunque VLOGGER promete una herramienta potencialmente revolucionaria, también plantea preocupaciones significativas relacionadas con la creación de videos falsos. La posibilidad de generar contenido realista de cualquier persona hablando, incluso replicando su voz, abre la puerta a usos malintencionados, desde desinformación hasta manipulación mediática.

    Consciente de estos riesgos, la tecnología de VLOGGER se mantiene cerrada al público. La importancia de establecer salvaguardas robustas y medidas de verificación antes de su implementación generalizada resulta vital para evitar consecuencias perjudiciales. Pese a que la publicación no detalla medidas específicas contra usos indebidos, la comunicad tecnológica debe dimensionar las implicaciones negativas.

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    ¿Por qué envejecemos? …


    illustration of a silhouetted person's face at various ages; between the silhouettes are DNA, DNA damage, cells, telomeres, and mitochondria; the technique is paper cut, and the image is pink and purple

    The New York Times(D.G.Smith) — Según algunos cálculos, los consumidores gastan 62.000 millones de dólares al año en tratamientos “antienvejecimiento”.

    Pero, aunque las cremas, los tintes para el cabello y el bótox pueden dar la impresión de juventud, ninguno de ellos puede hacer retroceder el tiempo.

    Los científicos trabajan para comprender las causas biológicas del envejecimiento con la esperanza de poder ofrecer algún día herramientas para desacelerar o detener sus signos visibles y, lo que es más importante, las enfermedades relacionadas con este.

    Estos mecanismos subyacentes suelen denominarse “los signos distintivos del envejecimiento”. Muchos se dividen en dos grandes categorías: el desgaste general a nivel celular y la disminución de la capacidad del organismo para eliminar células y proteínas viejas o disfuncionales.

    “Lo más importante de las señas de identidad es que son cosas que van mal durante el envejecimiento y, si se revierten”, se puede vivir más o estar más sano mientras se envejece, explicó dame Linda Partridge, profesora investigadora de la división de biociencias del University College de Londres que ayudó a desarrollar el esquema de las señas de identidad o hallmarks del envejecimiento.

    Hasta ahora, la investigación se ha llevado a cabo sobre todo en animales, pero los expertos están ampliándola gradualmente a los seres humanos. Mientras tanto, entender cómo funciona el envejecimiento puede ayudarnos a contextualizar los consejos y la información sobre los últimos “avances”, dijo Venki Ramakrishnan, bioquímico y nobel que escribió sobre muchos de los rasgos distintivos del envejecimiento en su nuevo libro, Why We Die: The New Science of Aging and the Quest for Immortality.

    The New York Times le preguntó a expertos sobre los rasgos distintivos del envejecimiento, cómo estos pueden provocar enfermedades y cómo los científicos intentan modificarlos. Aunque no se enumeran todos los rasgos distintivos, a continuación se destacan dos de los temas principales: el desgaste y los problemas de eliminación.

    Muchos de los cambios relacionados con la edad se deben a que nuestras células, e incluso nuestros genes, se dañan y se comportan mal a medida que envejecemos.

    Aunque pensamos que nuestros genes están establecidos desde el nacimiento, el ADN acumula cambios a lo largo de los años. A veces se introducen errores cuando una célula se divide, y surge una errata espontánea al copiar y pegar el ADN de una célula en otra. También pueden producirse mutaciones como consecuencia de exposiciones ambientales, como a la radiación ultravioleta del sol.

    Nuestras células tienen mecanismos para reparar estas mutaciones genéticas, pero su eficiencia disminuye con la edad, lo que significa que los errores pueden acumularse. Los científicos no saben exactamente por qué se deterioran nuestros mecanismos de reparación del ADN. “Es la pregunta de los 1000 millones de dólares”, dijo Andrew Dillin, profesor de biología molecular y celular de la Universidad de California en Berkeley. “Lo único que sabemos es que la eficiencia disminuye con la edad”.

    La principal consecuencia de esto es que las células dejan de funcionar correctamente y quedan marcadas como basura (algo sobre lo que luego abundaremos). En el peor de los casos, pueden producirse mutaciones en genes que suprimen tumores, lo que conduce a la aparición del cáncer.

    Cada vez que una célula se replica y su ADN se copia, los extremos de sus cromosomas se acortan un poco. Estas partes especiales del genoma se llaman telómeros y a menudo se comparan con las tapas de plástico de los extremos de los cordones de los zapatos que impiden que se deshagan.

    Cuando los telómeros de una célula se acortan demasiado, esta deja de dividirse. Este proceso es saludable cuando somos jóvenes, porque evita que las células se reproduzcan eternamente y se vuelvan cancerosas. Pero a medida que envejecemos, el acortamiento de los telómeros se convierte en un problema, sobre todo en las células madre, que el cuerpo utiliza para reponer la piel, la sangre y otros tejidos.

    Las células madre tienen una herramienta especial para combatir esto, pero con el tiempo incluso ellas pierden sus telómeros. Cuando esto ocurre, “ya no pueden dividirse y se pierden las poblaciones de células madre”, dijo Dillin.

    El agotamiento de las células madre contribuye en gran medida a algunos de los signos físicos del envejecimiento, como las canas y una piel más fina y menos elástica. Algunos productos para el cuidado de la piel afirman reponer las células madre, pero hay pocas pruebas de que funcionen.

    Por qué envejecemos? - UNAM Global

    Otros cambios se producen a través de lo que se conoce como epigenética: modificaciones químicas del genoma que influyen en los genes que se activan o desactivan en una célula. Algunos cambios epigenéticos se producen de manera natural a medida que el cuerpo se desarrolla, mientras que otros son provocados por nuestro entorno. Algunos expertos dicen que los cambios epigenéticos pueden utilizarse para determinar la “edad biológica” de una persona.

    Los científicos descubrieron que muchos de los mecanismos epigenéticos que ayudan a controlar la actividad e incluso la identidad de nuestras células empiezan a degradarse con la edad. Si esto ocurre en demasiadas células, puede afectar a la salud y el funcionamiento de los órganos. Por ejemplo, los cambios epigenéticos en las células del corazón a veces contribuyen al engrosamiento de las arterias o a una menor capacidad del corazón para responder positivamente al ejercicio.

    En la actualidad se está investigando mucho sobre los cambios epigenéticos porque son más fácilmente reversibles que las mutaciones del ADN, dijo Eric Verdin, presidente del Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento

    Un componente fundamental de la salud celular es la producción de energía, que procede de las mitocondrias, la central energética de la célula. A medida que envejecemos, las mitocondrias también dejan de funcionar tan bien como antes, se vuelven menos eficientes y generan menos energía.

    “Si no se genera suficiente energía, de repente todos los demás procesos celulares no van a funcionar con la misma eficiencia”, dijo Verdin, quien participa en dos empresas que buscan fármacos contra el envejecimiento.

    Los cambios en la energía celular también afectarían otros aspectos de la salud celular, como la epigenética, afirmó Dillin. Las mitocondrias dañadas también pueden salir de la célula y provocar inflamación, otro aspecto del envejecimiento asociado a muchas enfermedades crónicas.

    El ejercicio regular —la principal recomendación de los expertos para envejecer bien— es una de las mejores maneras para mejorar la salud mitocondrial.

    Por qué envejecemos? - Revista Mètode

    Las células defectuosas no solo se acumulan con la edad debido a los problemas mencionados anteriormente, sino que el modo que tiene el cuerpo de deshacerse de ellas también se avería.

    Uno de los medios más importantes para tratar las células que funcionan mal es relegarlas a un estado conocido como senescencia. Estas células dejan de dividirse y empiezan a segregar sustancias químicas inflamatorias que indican al sistema inmunitario que debe deshacerse de ellas.

    Normalmente, esto no es un problema —de hecho, es una parte necesaria del recambio celular normal—, pero a medida que envejecemos, ocurren dos cosas. En primer lugar, hay más células que deben desecharse. En segundo lugar, el sistema de eliminación empieza a fallar. Como resultado, las células senescentes se acumulan, causando cada vez más inflamación.

    Los científicos están explorando métodos para potenciar la eliminación de las células senescentes con una clase de fármacos conocidos como senolíticos, aunque la investigación se encuentra aún en fases preliminares.

    La mayoría de las células realizan sus funciones a través de las proteínas que crean. Si el ADN es el plano de una casa y las células son los trabajadores de la construcción, las proteínas son la madera, los clavos y las placas de yeso laminado.

    Es normal que las proteínas se estropeen (suelen denominarse proteínas mal plegadas) y hay muchas maneras de arreglarlas. Pero, de nuevo, estos procesos empiezan a fallar a medida que envejecemos, y las proteínas mal plegadas se acumulan y causan problemas. Una enfermedad asociada a las proteínas mal plegadas es el alzhéimer, en el que el amiloide y la tau forman placas y marañas en el cerebro.

    Un modo que tiene el cuerpo de deshacerse de las proteínas mal plegadas, así como de otras partes de las células que funcionan mal, es a través de un proceso conocido como autofagia, que significa “comerse a uno mismo” en griego. “La autofagia es el proceso por el que se destruyen todos los componentes defectuosos de la célula”, dijo Ramakrishnan. “Y si se interfiere con ese mecanismo, se produce este amontonamiento de, en pocas palabras, basura en la célula, que a su vez provoca estrés y causa envejecimiento”.

    La autofagia disminuye con la edad. Algunos fármacos que se están estudiando por su efecto sobre el envejecimiento, sobre todo la rapamicina, aumentan el proceso. Sin embargo, en dosis elevadas, la rapamicina suprime la respuesta inmunitaria (se utiliza sobre todo para evitar el rechazo en los trasplantes de órganos), por lo que a algunos investigadores les preocupa que personas sanas tomen el fármaco.

    Los expertos coincidieron en que las terapias experimentales contra el envejecimiento aún no están listas para un uso generalizado, aunque se muestran optimistas sobre el futuro de este campo. “Hasta ahora, yo diría que los vientos no han soplado con especial rapidez, pero habrá avances”, dijo Partridge. Por ahora, añadió, lo mejor que puede hacer la gente para envejecer bien es adoptar hábitos de vida saludables, como el ejercicio y una buena alimentación.

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    El currículum del vampiro …


    nosferatu murnau

    Jotdown(M.U.) — El éxito de la tetralogía Crepúsculo da buena cuenta del excelente estado de salud de las historias de vampiros entre el gran público, aunque sean mediocres y sus inanes protagonistas parezcan anémicos veganos con estreñimiento vital.

    Vive Dios que a menudo aparecen en mi lavabo formas de vida más intimidatorias que Robert Pattison y que las expresiones de Kristen Stewart transmiten la misma conmoción que el labio superior de José María Aznar

    Crepúsculo no sólo nos recuerda que el vampiro sigue vivito y coleando en nuestra cultura, por decirlo de algún modo, sino que nos dice mucho acerca de sus múltiples facetas y su capacidad para reciclarse continuamente, adaptándose a los tiempos y conservando su poder de seducción.

    Por seguir con los ejemplos cinematográficos recientes, cuánta diferencia encontramos entre los lechosos ídolos de la masa teenager y los asilvestrados monstruos con garras y caninos putrefactos de 30 días de oscuridad o los viciosos chupasangres bakalas de la trilogía Blade.

    Con sus adoradores incondicionales y sus detractores los vampiros son una de las criaturas más famosas y recurridas de la ficción moderna. No sólo eso, se trata de todo un mito por derecho propio que puntúa el arte occidental y no tan occidental, y seguir el reguero de sangre que deja a su paso puede llevarnos hasta el mismo comienzo de la civilización.

    • Scared to death

    Hay mucha gente que está convencida de que Drácula fue el primer vampiro. Drácula o Vlad Tepes, es lo mismo; tanto da encontrarse con una biografía creativa de un cruzado de chocantes hábitos alimenticios como realmente creerse que en el siglo XV a un rumano encabronado le diese por empalar cadáveres y beber sangre para satisfacer al demonio.

    Son muchas las funciones del mito y no nos cabe aquí glosar las diferentes versiones acerca de su origen, sin embargo podemos afirmar una cosa acerca de él y de todas las criaturas diabólicas que pueblan nuestros sueños y tanto nos entretienen: están ahí para dar miedo. ¿Por qué querría nadie asustar a sus semejantes?

    Quizá por una simple cuestión de aburrimiento, aunque no parece probable. Tal vez cuando los antiguos egipcios contaban historias acerca de sombríos personajes que rondaban la oscuridad en busca de sangre fresca pretendían como nosotros hacerse más amenas las tardes, pero es más razonable pensar que todo fuese una simple cuestión práctica: alejar a los niños de determinados lugares.

    Es decir, la monstruosidad (y el terror) cumplen desde el principio la misma función que la policía: acojonarte para que no hagas algo que está mal, es peligroso o atenta contra los intereses de alguien más importante que tú. No es de recibo que los destinatarios de estos avisos sean niños y jovencitas.

    Lamia, una de las incontables amantes de Zeus, jugó un rol semejante en la antigua Grecia persiguiendo a los infantes como venganza por la maldición que Hera le echó encima por consentir el adulterio, y Apuleyo incluyó a un par de vampiresas sexys en El asno de oro. Ahora que caigo igual su intención era otra. Volveremos sobre esta relación de los vampiros con el ansia carnal más adelante.

    Ya en la edad media aparecen frecuentes alusiones el vampiro con todas sus letras. La tradición eslava fue particularmente prolífica en este punto, incluyendo incluso prescripciones para su ejecución: llevarse el cadáver en trineo aunque no hubiese nieve (una manera de que no pudiese encontrar el rastro que le llevase de vuelta a la aldea), clavarle al ataúd con una rama de álamo para que se estuviese quietecito, llenar su tumba de agua, etc.

    upir
    Un upir.

    La tradición nos dice que las formas originales de nuestra criatura se gestaron y crecieron en la vasta Rusia y otros países del este bajo el nombre de upir, nav, navok o mavok. 

    Allí mismo Aleksei Tolstoi, primo del autor de Guerra y paz, fue pionero en describir y difundir las andanzas del vurdalak.

    Sus relatos El vampiro La familia del vurdalak fueron de gran importancia para la evolución del personaje; John Polidori, otro iniciador del género, fue un médico neurasténico amante de Lord Byron (quien por cierto también hiciera sus pinitos vampirescos) al que Ken Russell retrató con antológica mala baba en su película Gothic. 

    Es posible que la novela de Polidori fuese una bufonada inspirada en el excéntrico poeta inglés, con quien mantuvo una relación que trascendía los límites de lo amistoso.

    Con independencia de estas segundas —maliciosas— lecturas, el vampiro de Polidori cumple ya los requisitos de un monstruo arquetípico dominado por sus pulsiones más básicas y en el que las preferencias gastronómicas perversas conviven con un sentido tóxico de la sexualidad.

    El vampiro de Polidori, el vampiro en general, es una criatura libidinosa cuya forma de vivir el deseo no se diferencia fácilmente de las ganas de hacerle daño a alguien.

    Esta herencia del monstruo de sexualidad equívoca, autodestructiva —impresa sobre personajes femeninos de enferma belleza—, fue recogida más adelante por el irlandés James Sheridan Le Fanu, todo un clásico del género de horror, en su novela corta Carmilla. 

    Como no podía ser de otra forma, la protagonista de la historia es una jovencita a la que un vampiro quiere joder viva, hablando en plata, y que no hace sino reafirmarnos en que la invención de este popular morador de las tinieblas, como tantos otros, responde a la necesidad de mantener a los miembros más jóvenes de la casa (especialmente si son hembras) cerca de la chimenea y a ser posible lejos de cualquiera que pretenda arrebatarles el virgo con argucias, a la fuerza o a cubata limpio.

    En Carmilla late además una pulsión lésbica bien disimulada. Las primeras versiones de Caperucita roja, ese inofensivo conte de fées, dejaban bien claras las intenciones del lobo feroz, otro monstruo parlante con colmillos. Destaquemos que en su versión primeriza Caperucita era una inocente mozuela cuya caperuza roja «le gustaba tanto, tanto/que no llevaba nada más». Es decir, iba en pelota picada. Con razón los lobos del bosque se la querían comer.

    Y es que los cuentos de hadas, como los mitos, o los mitos terroríficos (las momias, hombres-lobo, fantasmas, espectros y muertos vivientes) no son un mero capricho de la imaginación popular. Aunque el paso del tiempo les haga mella hay que considerar siempre que bajo el arquetipo hay una intención bien definida susceptible de posterior reciclaje.

    La inquietud que genera el personaje no sólo es debida a su condición de bestia sobrenatural y asesino de criaturas, sino a la facilidad con que viola los límites de la ortodoxia sexual (moralista y cristiana, no lo olvidemos).

    Sin embargo es cierto que el estatus literario del vampiro llegó de la mano de otro irlandés, esta vez más conocido. Nos referimos, claro está, a Bram StokerDrácula convirtió al vampiro en uno de los seres más populares de la literatura y el arte, especialmente el séptimo, que supo explotar (y explota, a veces hasta la tontería) las virtudes idiosincrásicas del conde transilvano.

    Y es que pese a la filiación anglosajona de sus primeros espadas, creadores de todo signo no dudan en radicar al monstruo, con alguna excepción, en la espesura de los Cárpatos, «una de las regiones más antiguas y desconocidas de Europa». O, dicho de otro modo, en los límites de la civilización, el punto de encuentro entre Occidente y Oriente, lugar de conflicto permanente y uno de los baluartes de la cristiandad que más y mejor resistiera las embestidas del invasor turco, con el noble Tepes en primera línea de fuego.

    La explosión demográfica de la especie en las letras europeas a partir de entonces es notable no sólo en su vertiente sanguinaria y terrorífica sino también en la cómica, una tradición cuyo comienzo podríamos fechar con el poema homónimo de A. Pushkin y culminar con la delirante y surrealista novela Ciudad Vampiro, de Paul Féval. A menos que incluyamos en este apartado los libros de Anne Rice.

    Tratando un personaje tan universal, puede parecer pueril pretender achacarle la función de contraponer al ilustrado occidente el irracionalismo oriental. A pesar de todo hay detalles que nos inducen a pensar así. Tomemos por ejemplo la manera en que el cine y la televisión han reinventado el vampirismo convirtiendo lo que otrora fuera maldición en una simple enfermedad, un síndrome que ataca a las células sanguíneas provocando violentas mutaciones que convierten a quien las padece en un depredador que ve en los seres humanos happy meals con patas. Una dolencia que incluso se puede revertir.

    Esta conexión vampirismo/enfermedad viene de lejos, y hay más de un estudioso del tema que ha pretendido justificar el mito con argumentos científicos.

    Por ejemplo, una de las constantes de las historias de vampiros es la del encierro de los habitantes de un pueblo «infectado» para escapar de ellos. En ocasiones este encierro puede venir acompañado de marcas en las puertas de los hogares, indicando aquellos lugares y familias que han tenido contacto con un posible nosferatu, o al contrario, que están libres de su influencia.

    Una práctica que recuerda sospechosamente a la cuarentena. La peste (transmitida ésta por otro chupasangres: la pulga común), rabia y ántrax-carbunco son firmes candidatas, aunque ninguna enfermedad provoca síntomas tan destacablemente vampíricos como la porfiria eritropoyética —causada por la ausencia de ciertas enzimas necesarias para la síntesis de hemoglobina— ; tales son la fotofobia, y la retracción de los labios, párpados y encías.

    ETA Hoffman, en obras como Vampirismo, Tolstoi o Le Fanu presentan a sus víctimas como personas jóvenes y lozanas que súbitamente caen presa de una enfermedad desconocida cuyos síntomas son de suponer: palidez, debilidad, delirios… nada que una patología convencional no pueda a priori explicar.

    Aparecen en este punto los finales abiertos (como en el caso del ruso) en los que el origen sobrenatural de la trama no termina de quedar claro. Esta ambigüedad en torno a las explicaciones posibles confirma la impresión de que nuestra criatura, tan propensa a justificar súbitas epidemias temporales y brotes de locura espontánea, sirviese como chivo expiatorio de desgracias tirando a mundanas.

    • Los puntos cardinales: poder, sangre, vida y crimen

    Curiosamente el siglo XVIII presenció una serie de acontecimientos bautizados como «La controversia de los vampiros», y de cuyos efectos se hicieran eco personajes como el mismísimo Voltaire (sí, sí, ese Voltaire), lo que en principio contradiría esta primera impresión de los vampiros como un efeco de la colisión entre racionalidad y oscurantismo medieval.

    Estudiosos como don Agustin Calmet (en un tratado titulado, atención, Dissertations sur les apparitions des anges, des démons et des esprits, et sur les reventants, et vampires de Hongrie, de Bohême de Moravie et de Silésie) o Johan Christoph Haremberg, teólogos ambos, dieron cobertura mediática a la fiebre de los colmillos en Centroeuropa y dejaron para la posteridad algunas reflexiones .

    Si estos tratados no satisfacen su curiosidad siempre puede dirigirse a la Sociedad Española de Estudios sobre Vampiros o ceev, aunque es probable que se queden como están.

    Como decíamos, la vertiente literaria de los vampiros se nutrió en gran medida de acontecimientos reales e historias que circulaban previamente en Europa del Este. Vlad Tepes es posiblemente el más conocido vampiro histórico, aunque ninguna entrada sobre este tema quedaría completa sin mencionar a otros dos grandes del oficio: Elisabeth Bathory y Gilles de Rais.

    Vampiro por Mike Mignola
    Vampiro dibujado por Mike Mignola.

    La primera nos sirve para justificar al monstruo como arquetipo de la inmortalidad conseguida a costa de la vida ajena.

    A su reputación como diseñadora de sarcófagos BDSM de uso único se añadiría la costumbre de meter en él a núbiles jovencitas con objeto de drenarlas poco a poco y utilizar el fluido vital extraído para prolongar unos añitos su existencia en este mundo, a ser posible conservando la apariencia de una chiquilla de 20 años; algo que de momento nadie ha logrado exceptuando a Claudia Schiffer.

    El ansia por mantener la vida y la belleza de la malograda aristócrata condensa dos de las cualidades inherentes del vampiro: la inmortalidad y la lujuria de sangre.

    La diabólica condesa protagonizaría una de los Cuentos Inmorales de Walerian Borowczyk en un contexto harto apropiado.

    Esto es, en una casa a reventar de jovenzuelas desnudas y a punto de nieve.

    El caso de Glilles de Rais es algo distinto.

    Su historia es algo más turbia y los motivos de sus crímenes no se conocen tan bien como los de Elisabeth bathory.

    La Inquisición no dudó en achacar su conducta a la influencia del diablo; claro que sus simpáticos funcionarios verían la mano de Satanás en un partido de curling.

    Gilles fue uno de los lugartenientes asignados a Juana de Arco, una adolescente aquejada de esquizofrenia paranoide que tenía línea directa con Dios. Ya conocen la historia. Cuando ésta fue apresada por los borgoñeses, el joven De Rais fue el único noble francés que tratara de rescatarla de las garras del enemigo protagonizando una incursión en su territorio que no tuvo mucho éxito, lo que nos dice bastante acerca de su lealtad para con ella.

    Tras la ejecución corrió a encerrarse en su castillo de la Vendée, de donde al parecer salió lo justo a partir de entonces. Años después, y mediando una nueva aparición de la Inquisición, fue condenado y ejecutado por asesinato, sodomía y herejía. Las descripciones de su conducta en aquella época son extensas y han sido recogidas con el estilo habitual del Santo Oficio: hiperbólico y pornográfico.

    La historia inspiró a Michel Tournier su novela Gilles et Jeanne, donde las atrocidades cometidas serían consecuencia de la obsesión que sintió por la santa unida al rencor experimentado contra el creador, a quien dedicó su magna y perturbada obra en un gesto de desafío.

    La vida de De Rais fue también el punto de partida de Allá lejos de Joris Karl Hyusmans durante su etapa más satánica; el periplo de un joven decadente en el submundo de la adoración demoníaca y el cristianismo medieval con un súcubo (ese primo hermano del vampiro) de comparsa.

    Según cuentan, Gilles de Rais no se limitó a matar niños sino que profanó sus cuerpos de la forma más ignominiosa: violaciones en todas direcciones, decapitación y repetición del proceso (por la boca o el orificio abierto en la tráquea, saliendo el glande por, sí, la boca), quema final del conjunto y otras barbaridades.

    Pocos han salido en defensa suya. Alesteir Crowley fue uno de los que, desmintiendo a la Inquisición y otros relectores del legado de de Rais, le atribuyó el papel de alquimista y erudito de las ciencias ocultas. En esta versión no habría sádico infanticida, sólo un estudioso de disciplinas proscritas por la Iglesia, tan propensa a convertir la adoración de dioses extraños en delito y a inventarse un montón de tonterías para justificar la consecuente —inevitable— represión.

    Las historias de Bathory y DeRais nos ayudan a explicar el genoma del monstruo, que no es sino el deseo excesivo y desarticulado, sin enfoque ni propósito, que se desborda y alcanza la categoría de crimen sexual. Aparece aquí una conexión que ya ha sido tratada por diversos autores de entre los cuales el más explícito fue sin duda Georges Bataille.

    De la misma forma en que la literatura se nutrió de la (brutal) realidad, ésta se ha visto influida por la literatura. Aparecen así a lo largo del siglo XX nuevos casos que, no se sabe bien si en virtud de criterios objetivos, deseo expreso del criminal o por veredicto amarillista, han sido vinculados con la lujuria de sangre de los vampiros. 

    Peter Kürten y Richard Chase, el «vampiro asesino» sin identificar de Estocolmo o el brasileño «Corumba el vampiro» criaron fama emulando al célebre monstruo mediante delitos que, de no haber dispuesto de un molde tan evidente, habrían sido difíciles de catalogar.

    • Una de vampiros

    Pero llegó el siglo XX y el vampiro tuvo que elegir entre renovarse y morir. O experimentar la «muerte verdadera» como dicen en True Blood. Afortunadamente nuestro monstruo siempre se sintó lo bastante atraído por la moda y los trapitos fashion como para no dejar que el purismo de la tradición ortodoxa que le diese vida arruinase su carrera.

    Su salto al cine fue temprano gracias al clásico Nosferatu, la conocida película de Murnau que fue revisitada años después por Werner Herzog con el atómico Klaus Kinski en la piel del Conde Orlok, y homenajeada en diversas ocasiones, de entre las cuales la más espectacular sería La sombra del vampiro de Elias Merhige, con Willhem Defoe haciendo las veces de Max Schrek/Conde Orlok.

    Hoolywood y la productora Hammer tomaron el testigo de Murnau y pusieron al monstruo a punto para la era pop que le sucedería. Ya hemos hablado de las sagas Blade y Crepúsculo, y de 30 días de oscuridad, pero estas sólo son sus últimas versiones.

    Entre las cintas clásicas protagonizadas por Bela lugosi y Christopher Lee y las últimas, posmodernas, tecnificadas y estilizadas apariciones del vampiro en la pantalla queda una trayectoria que no resulta fácil de sintetizar.

    No sólo debido a la amplia gama de productos audiovisuales y artículos de consumo que ha suscitado (desde grupos de rock obsesionados con la imaginería gótica hasta el popular juego de rol) sino debido en parte a la desmesura de una industria que comparte con el Conde Drácula la costumbre de exprimir su presa hasta la última gota.

    La comparación no es de recibo: los vampiros, como las sanguijuelas y otros parásitos, tienen en común la manía de perpetuarse a costa de los demás. Hay quien piensa que este papel puede ponerse en relación con la explotación de la mano de obra a manos del capital, incluso alguno entrevió este mensaje en la película de Murnau. 

    Marx se refería a menudo a los parásitos capitalistas como «chupasangres» y el director Hans.W. Geissendörfer incurrió en un sonoro Godwin equiparándolo a Adolf Hitler. Si fue en un foro de internet es algo que desconozco.

    guido
    Valentina, de Guido Crepax.

    Desconocidas parecen también las razones de su continuo éxito entre el público.

    No nos cansamos de leer libros de vampiros, ver películas de vampiros, documentales sobre vampiros, música vampírica, juegos de rol, vampiros adolescentes (Crepúsculo, Jóvenes ocultos) caza-vampiros (Blade, Buffy Vampireslayer), vampiros japoneses (como en la serie animada Blood), vampiros homosexuales, vampiros ochenteros con hombreras (Noche de miedo), vampiros macarras (Near Dark), patos vampiros vegetarianos, pequeños vampiros, etc, etc, etc.

    Lo que sí sabemos es que los vampiros no son ajenos a los deseos carnales.

    Arriba mencionamos la «lujuria de sangre» que experimenta en presencia de una presa potencial.

    Algo que Francis Ford Coppola supo reflejar en su personal interpretación de la novela de Stoker, al menos si nos ceñimos a esa escena en la que Monica Bellucci succiona a Keanu Reeves, y no sólo la sangre, en compañía de otros dos súcubos.

    La carga erótica del film es constante como en la adaptación comiquera de Guido Crepax, o incluso en los referentes cinematográficos más clásicos; uno de los poderes de Drácula es la capacidad de hiptnotizar a sus víctimas, especialmente si son señoritas, gracias a una intensa mirada y a su exótico acento.

    Quién nos iba a decir que el deje rumano perdería tanto glamour en tan poco tiempo. ¿De dónde sale este componente sexual? Quizá sólo se trate de una asociación de ideas debido a la forma en que se alimenta, aplicando los labios al cuello de su víctima y mordiendo, chupando vivamente.

    Un gesto amoroso que se produce con frecuencia en esos momentos de intimidad en los que a uno se le va la mano, la boca mejor dicho, dejando esas marcas que lucimos en la adolescencia como auténticos trofeos en el instituto, chupetones, curiosamente también causada por la rotura de vasos capilares en la periferia de la zona atacada.

    Sexo y dolor, o si lo prefieren sexo y muerte, comparten en cierto sentido el mismo vector direccional, la condición de acontecimiento extraordinario y perturbador de la vida cotidiana sobre el cual se ejerce control, y que con frecuencia se vela con el silencio; son tabú.

    Hablar sobre sexo y vampiros es hacerlo en términos extrapolables, intercambiables en uno y otro contexto. El vampiro muerde y penetra la piel, chupa la sangre, que es el fluido del cual brota la vida. Si Bataille otorgaba esta condición de hermandad a los dos fenómenos que marcan la existencia en lo más hondo (el acto que crea vida y su extinción) el vampiro se encuentra en la privilegiada posición de poder tomar la una y renunciar a la otra.

    Y lo que es más importante, mantenerse joven y hermoso por toda la eternidad. Este es el motivo por el que genera esa mezcla de miedo y atracción característica y también, o al menos así lo creo yo, el motivo por el que su evolución le ha llevado a abandonar su faceta primigenia, al monstruo irracional poseído por algo más parecido al hambre que a la lascivia, adaptando su imagen a los cánones modernos, a la pulcritud de diseño, al soniquete afectado de la moda adolescente.

    nuestras charlas nocturnas.

    La muerte de Leonardo da Vinci …


    Jean Auguste Dominique Ingres: The Death of Leonardo da Vinci

    Historia Hoy(O.L.Mato) — Leonardo da Vinci murió el 2 de mayo de 1519 a los 67 años de edad en el castillo de Clos-Lucé, en Amboise, Francia.

    Trescientos años más tarde, Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867) inmortalizaba en un lienzo los momentos finales del artista asistido por el rey Francisco I de Francia, su ferviente admirador.

    La historia de esta sentida despedida comienza años antes, en 1498, cuando el rey francés Luis XII conquista la ciudad de Milán y queda cautivado por la “La Última Cena”, mural pintado en el monasterio de Santa Maria delle Grazie. La fascinación fue tal que el rey planeó llevarse la obra a París, tarea que resultó imposible.

    Desde entonces Leonardo quedó relacionado con la monarquía francesa que lo asistió a resolver los problemas legales que el artista tenía con sus hermanos por la herencia de su padre.

    El 1515, ascendió al trono de Francia Francisco I, emparentado con Lorenzo de Medici a la sazón  mecenas de Leonardo. El artista y el joven monarca se conocieron personalmente a fines de ese año. La impensada muerte de Lorenzo había dejado al artista sin patronazgo, oportunidad que Francisco aprovechó para llevar a Leonardo a su corte, junto a sus dos discípulos Melzi y Salai. Entonces Francisco vivía en Loire, más precisamente en el castillo de Amboise, y quería a Leonardo cerca, razón por la cual le cedió el castillo de Clos-Lucé (a menos de 500 metros de distancia de su residencia), además de un salario anual de 1000 ducados –que era el salario más alto para los funcionarios de la corte–.

    Frecuentemente, Francisco visitaba a Leonardo con quien mantenía extensas charlas y a quien confiaba tareas de arquitectura e ingeniería, además de organizar fastuosos festejos como el llamado “Festival del Paraíso”.

    Sin embargo, la salud del artista estaba resentida, una serie de accidentes vasculares le habían ocasionado una hemiplejia derecha (Leonardo era zurdo), pero está minusvalía no detuvo las múltiples tareas que llevaba adelante. El secretario del cardenal Luigi d’Aragona, Antonio de Beatis, hizo una larga y detallada descripción de las actividades de Leonardo como describir los cuadros en los que estaba trabajando (entre ellos la célebre dama Belle Ferroniere, probablemente la amante de Francisco que le habría contagiado una enfermedad venérea).

    “Belle Ferroniere”

    Diez meses antes de su muerte, Leonardo dejó de escribir su diario en esa misteriosa disposición especular y unos días antes del fatal 2 de mayo 1519 escribió su testamento, un signo de que ya se esperaba el desenlace.

    Según Giorgio Vasari, su primer biógrafo, Leonardo se aferró a la religión y recibió los santos sacramentos. Francisco lo visitaba frecuentemente y estaba al tanto de la evolución de su enfermedad. Sabía que poco le quedaba de vida y aquel día de mayo se acercó al lecho del maestro que trató de incorporase para recibir a su majestad.

    Según Vasari, Leonardo expresó su pesar ante Dios por no haber podido completar su tarea artística. El rey lo abrazó y apoyó su cabeza contra su hombro tal como lo retrató Ingres. Para Vasari, Leonardo murió en brazos del rey, aunque según las crónicas de ese día Francisco celebraba el nacimiento de su segundo hijo en Saint Germain, lo que haría imposible su presencia en castillo de Clos-Lucé. Sin embargo, una obra de arte como esta puede desafiar las crónicas más precisas.

    Detalle de “La muerte de Leonardo da Vinci”, Jean Auguste Dominique Ingres (1818).

    Como habíamos dicho, Leonardo dejó un testamento dando precisiones sobre el destino de sus bienes (que habrían de terminar en manos de sus discípulos y sirvientes) y la disposición de sus restos mortales.

    Sus diarios fueron a parar a manos de Francesco Melzi, quien trató de ordenar los 20.000 documentos acumulados aunque estos terminaron dispersos por Europa y recién fueron reunidos por Bill Gates.

    Sus cuadros fueron a manos de Salai. Después de su muerte fueron heredados por su esposa e hijas pero terminaron en manos del estado francés (durante su reinado, Napoleón tenía “La Gioconda” en sus aposentos de Fontainebleau).

    El cuerpo de Leonardo fue enterrado en la capilla real de San Florentino, pero fue destruida durante las guerras hugonotes (1562-1598). Desde entonces los restos del artista se hallan extraviado aunque en algunas excavaciones en el castillo de Ambroise se encontraron restos humanos que se piensan podrían pertenecer al gran maestro.

    “Nunca la pintura fue más honrada por un artista”, sostuvo Giorgio Vasari, un ferviente admirador del artista más conocido de la historia.

    nuestras charlas nocturnas.

    ¿Cuándo nació la prensa escrita en España? …


    Vendedores de periódicos.

    Muy Interesante(F.Navarro) — Desde los susurros de los noticieros manuscritos hasta el eco de las imprentas modernas, la prensa escrita en España ha sido testigo y narradora de la evolución social y política del país. 

    Nacida a finales del siglo XV, se ha consolidado como un pilar fundamental en la difusión de ideas y eventos que han modelado la historia española.

    A través de sus páginas, la prensa no solo ha informado, sino que ha influido y reflejado los cambios significativos desde la Reconquista hasta nuestros días, siendo un espejo de la sociedad y difusora de la opinión pública.

    – Los orígenes de la prensa

    En los albores de la prensa en España, los noticieros manuscritos marcaron los primeros pasos de la comunicación masiva. Estos manuscritos, redactados a menudo por cronistas bajo el patrocinio de la corte, detallaban eventos de gran importancia como batallas de la Reconquista y las vicisitudes del Nuevo Mundo tras el descubrimiento de América.

    Con la llegada de la imprenta a mediados del siglo XV, la transición de lo manuscrito a lo impreso revolucionó la difusión de las noticias. 

    La imprenta permitió la creación de las primeras gacetas, cuya periodicidad y alcance transformaron radicalmente la velocidad y el impacto de la información. Estas publicaciones comenzaron a relatar eventos con un detalle y una precisión sin precedentes, facilitando así una nueva era de información y conocimiento compartido que resonaría en toda la sociedad española.

    Lector El Imparcial
    Lector de ‘El Imparcial’. Narciso Méndez Bringa

    – Consolidación del medio

    El siglo XVIII fue testigo de una transformación significativa en la prensa española, marcada por el nacimiento de la «Gazeta de Madrid» en 1697.

    Este periódico, que más tarde se convertiría en un referente informativo oficial del Estado (el BOE), jugó un papel crucial en la divulgación de noticias y decretos reales, consolidándose como un instrumento de comunicación gubernamental esencial durante la Ilustración.

    A lo largo del siglo, los periódicos empezaron a adoptar y difundir las ideas ilustradas, desafiando progresivamente los paradigmas establecidos.

    Publicaciones como «El Pensador» y «El Censor» se destacaron por su crítica a la Corona y a la Iglesia, canalizando el espíritu crítico y reformista de la Ilustración.

    Estos periódicos no solo informaban, sino que también cuestionaban y moldeaban la opinión pública, fomentando un debate intelectual que sería fundamental para los desarrollos políticos y sociales futuros en España.

    – La prensa en tiempos de revolución

    La Guerra de Independencia española y la subsiguiente convocatoria de las Cortes de Cádiz en 1810 marcaron un antes y un después en la historia de la prensa del país. 

    Las Cortes promulgaron la primera legislación que garantizaba la libertad de prensa, un cambio radical que estimuló el nacimiento de numerosos periódicos políticos.

    Este ambiente liberal permitió que los periódicos influyeran activamente en la formación de la opinión pública y el debate político.

    Leyendo la prensa
    Leyendo la prensa. Narciso Méndez Bringa

    Durante el Trienio Liberal (1820-1823), la prensa vivió uno de sus periodos más florecientes.

    La abolición de la censura previa por la Constitución de 1812 había permitido un auge en la diversidad de pensamiento y crítica, con periódicos que defendían abiertamente las ideas liberales, como «El Espectador» y «El Liberal», o que criticaban la influencia de la Iglesia y la monarquía.

    Sin embargo, este periodo de libertad fue breve; con la restauración de Fernando VII y el comienzo de la Década Ominosa en 1823, la prensa fue sometida nuevamente a una censura rigurosa, y muchos periódicos fueron clausurados.

    La represión continuó hasta la muerte de Fernando VII en 1833, pero el legado de las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal permaneció. 

    Estos periodos demostraron que la prensa podía ser una fuerza poderosa para el cambio social y político, y establecieron un precedente para la lucha por la libertad de prensa en las décadas siguientes. 

    A pesar de la represión, la semilla de la prensa como herramienta de debate y cambio ya había sido plantada, preparando el escenario para futuros avances en los derechos de expresión y prensa en España.

    – La prensa en el siglo XIX

    A medida que el siglo XIX avanzaba, la prensa española experimentó una profunda transformación hacia la prensa de empresa. Esta evolución fue marcada por una profesionalización del sector y una mayor especialización en los contenidos.

    La derrota de España en la guerra de 1898 y el consiguiente «Desastre del 98» provocaron un profundo cuestionamiento nacional que se reflejó en la prensa, la cual comenzó a adoptar un papel más crítico y analítico, explorando temas de identidad y modernización nacional.

    Además, este periodo vio cambios significativos en el formato y presentación de los periódicos. La introducción de la prensa más visual y accesible, con la inclusión de ilustraciones y fotografías, hizo que los diarios fueran más atractivos para un público más amplio.

    Estos cambios aumentaron la circulación y ayudaron a modelar la opinión pública durante una época de grandes convulsiones sociales y políticas, facilitando una comunicación más efectiva y dinámica entre los medios y la sociedad.

    Prensa española
    Prensa española.

    A lo largo de los siglos, la prensa en España ha sido un espejo de su sociedad y un motor de cambio, reflejando y moldeando eventos y opiniones. Hoy, en la era digital, continúa adaptándose, abrazando las nuevas tecnologías para mantener su relevancia e influencia en un mundo conectado globalmente.

    nuestras charlas nocturnas.

    Los secretos de la mujer que enseña a fingir orgasmos y «tener sexo» a los actores en Hollywood


    Ita O’Brien, la mujer que enseña a los actores a fingir orgasmos. La “coordinadora de intimidad” ha trabajado en series de Netflix y HBO como Sex Education y Watchmen, entre otras

    Infobae/Vogue(P.Abad) — ¿Dónde estarán colocados los actores? ¿Qué áreas de sus cuerpos estarán tocando? ¿Cuánto durará el beso? ¿Cuántos besos habrá?  ¿Cuánto durará el orgasmo y cómo será? . El ritmo de cada gemido de una escena sexual en el cine es coreografiado con precisión. Ese es el trabajo de Ita O’BrienY es que no es sencillo para un actor fingir un clímax frente a todo un equipo de filmación y con una compañera/o que, tal vez, conoció pocas horas antes. Por eso es tan necesario el trabajo de la coreógrafa de escenas de sexo.

    La británica es una pionera en el poco conocido oficio de coordinadora de intimidad, que se centra en planificar la coreografía con exactitud de una escena sexual, incluyendo la desnudez de cualquier, una masturbación, o una relación de pareja en una cama. Enseña a los actores a sentirse cómodos y a ejecutar -de forma realista- estos momentos tan íntimos.

    No existe un código de práctica formal en la industria para trabajar sexo simulado.«Esto puede hacer que los actores se sientan incómodos, abusados ​​e incluso un poco violados», explicó O’Brien en una reciente entrevista con el sitio Bustle.  

    “Las pautas de intimidad para el espacio de trabajo que yo misma había desarrollado pasaron de no ser valoradas (por parecer innecesarias) a permitirme viajar por todo el mundo, en producciones reales, dando respuesta a cómo se debería trabajar con actores al crear contenido íntimo”.

    Ita O’Brien, acaso la coordinadora de intimidad y directora de movimiento más demandada de la ficción internacional, le cambió la vida la reivindicación hollywoodiense del #metoo, surgida tras la detención del productor cinematográfico Harvey Weinstein en 2017. “La industria entendió que la herida resultante de este tipo de comportamientos depredadores debía ser reconocida”, reflexiona la británica.

    Supieron que un escándalo así no se podía volver a repetir y, para ello, encontraron especialmente útil su proyecto Intimacy On Set Guidelines, una suerte de hoja de ruta a la hora de abordar desnudos, escenas de sexo o intimidad en los rodajes que O’Brien llevaba elaborando desde 2014 gracias a su trabajo/investigación con escuelas de teatro británicas.

    “Hasta aquel momento, en las producciones existía un coreógrafo para los bailes y las peleas, porque es cierto que muchos no sabemos cómo sujetar una espada o pegar un puñetazo de manera segura si no nos enseñan la técnica. Pero con el contenido íntimo siempre había sido diferente: todo el mundo practica sexo, por lo que nunca se había creído que hiciera falta un especialista que explicase cómo hacerlo en la ficción.

    Es un baile corporal, como un tango o un vals, y (esto se ha verbalizado ya en muchas ocasiones) al llevarlo a cabo existe riesgo de lesiones”, cuenta la experta. “La herida que resulta de un puñetazo es muy evidente, pero la que surge tras recibir maltrato psicológico, o ser tocados de manera inadecuada, o coaccionados a hacer algo que no queremos hacer es emocional y, por tanto, invisible. 

    A pesar de que mucha gente había hablado de lo incómodo y difícil que es sentirse acosado o ser víctima de un abuso durante la filmación de una escena íntima, antes de Harvey Weinstein los productores nunca se habían enfrentado a las consecuencias de ese dolor”.

    La labor de O’Brien ─que trabajó en la nueva serie de HBO, Gentleman Jack se ha vuelto crucial, especialmente ahora, que el movimiento #MeToo y el feminismo han cobrado tanta relevancia. Sacudidos por las denuncias de acoso y violación de hombres de poder, los estudios de cine y cadenas TV reclutan cada vez más consejeros para filmar escenas íntimas y al mismo tiempo prevenir cualquier tipo de abusos en los set.

    Los actores Adam Groff y Aimee-Lou Wood en una escena de la serie “Sex Education” de Netflix 

    Las enseñanzas de la directora de movimientos e intimidad ayudan a que los participantes de la escena erótica se sientan cómodos, seguros de sus movimientos, y que exista el consentimiento de ambas partes en todo lo que sucede ante cámaras.

    Cuando O’Brien fue contratada para ser parte del equipo de Sex Education, una serie que explora la sexualidad adolescente de una forma muy diferente y sin tabúes, dirigió un taller para todo el equipo. Parte de ese trabajo involucró a los actores observando e imitando los rituales de apareamiento de diferentes animales.

    «Estás invitando al actor a probar diferentes ritmos, para que puedan tener diferentes expresiones físicas fuera de sus propios hábitos», explicó O’Brien. De esa manera, O’Brien  dice que el actor puede aprender a distinguir su propia presencia física de la de su personaje, que es crucial cuando se trata de realizar escenas íntimas. Sencillamente quiere brindar a los actores herramientas que permitan que las escenas ficticias que realizan sigan siendo eso: ficción. Incluso cuando se trate del placer sexual. «Significa que puedan mantener su expresión real (al momento del sexo) de forma privada e íntima». 

    Cuando ella está en el set, ayuda a los actores a establecer cada punto de la escena, y cómo se desarrollará. Busca mejores prácticas que rodean las escenas íntimas en busca de mayor realismo y respeto de los límites del otro. Además se recurre a una amplia gama de accesorios para restarle intimidad a las escenas de sexo sin que sea perceptible para el espectador, por ejemplo pantalones rellenos de lana que no captan las cámaras pero que crean una barrera física entre los protagonistas de una escena de sexo simulada.

    Esos recursos no evitan que algún actor pueda tener una erección durante la filmación. En ese caso, O’Brien tiene en claro cómo se debe accionar: «Es una reacción natural pero no adecuada si estás trabajando» ¿Qué recomienda?  Si ocurre, el actor debe tener la libertad para poder parar la acción, tomarse un descanso y volver más tarde. 

    O’Brien trabajó a la par con el director Ben Taylor de Sex Education y le sugirió combinar ciertos artilugios con ángulos de cámara específicos para que los jóvenes actores de la serie pudieran sentirse cómodos. Cuando una de las actrices tuvo su periodo justo antes de un desnudo frontal, por ejemplo, O’Brien estaba allí para ayudarla.

    Emma Mackey reveló que el director tenía un temporizador y les decía qué hacer durante cuánto tiempo, mientras que Aimee-Lou Wood detalló que solían ensayar las escenas mientras usaban ropa, antes de grabar la escena completamente desnudos. De esa manera, sabían exactamente qué hacer antes de que el director dijera «acción».

    O’Brien, que tiene experiencia en musicales para teatro y en enseñanza de danza, trabajó recientemente con la actriz británica Suranne Jones, protagonista de Gentleman Jack.

    La serie de HBO y BBC One trata sobre una terrateniente, Anne Lister, que sin duda adelantada a su tiempo, que se encargó de los negocios familiares, se enfrentó sin miedo a sus rivales empresariales, viajó sola por Europa y vivió una vida que en aquella época solo estaba destinada a los varones. Su historia es también una de amor. Como lesbiana a mediados del siglo XIX, Lister tuvo que vivir esa parte de su vida a puertas cerradas.

    En una entrevista con Oprah Winfrey, Jones destacó la importancia de los consejos de O’Brien para afrontar las escenas más íntimas que tuvo que interpretar. «A mi personaje no le gusta que la penetren, siente que la están feminizando si la tocan el pecho…, Ita me ayudó a hacer mucha investigación sobre cómo afrontarlo«, explicó la actriz.

    Escena lésbica en “Gentleman Jack”

    A la luz de las denuncias surgidas con el movimiento #MeToo, se han conocido muchos casos de acoso y abusos en rodajes, pero el más escalofriante sigue siendo el de Maria Schneider. La historia de cómo el director Bernardo Bertolucci y el actor Marlon Brando conspiraron para filmar la escena de la violación El último Tango en París (1972) sin el conocimiento previo de la actriz es un ejemplo claro de un proceso creativo abusivo.

    Tenía 19 años cuando grabó la tristemente célebre «escena de la mantequilla» en la que tanto el cineasta como su compañero abusaron de ella ante las cámaras. No le dijeron cómo iba a ser la escena para ver «su reacción como chica, no como actriz».

    «Me sentí humillada y, para ser honesta, me sentí un poco violada, tanto por Marlon como por Bertolucci«, dijo Schneider años más tarde. Como consecuencia, sufrió una profunda depresión que la llevó a retirarse del cine hasta su muerte en 2011, mientras que Bertolucci afirmó, años más tarde, que no se arrepentía de nada.

    Esto fue hace más de 30 años. Hoy, ya no sería aceptable.  Es por eso que los estudios de cine y cadenas de televisión reclutan cada vez más consejeros para filmar escenas íntimas.

    El año pasado, Nicole Kidman reveló que las escenas de sexo gráficas y violentas con Alexander Skarsgard, quien interpretó a su esposo abusivo en el drama televisiva Big Little Lies, no fueron ensayadas con el director Jean-Marc Vallée.»Me sentí muy expuesta y profundamente humillada a veces. Simplemente no me levantaba entre tomas (…)». 

    A O’Brien estos comentarios la sorprendieron y llamó a establecer parámetros y, si es necesario, una planificación de horas para unos pocos segundos en pantalla. «Aunque respeto el método de elección de todos, reconozco que este [incidente con Kidman] no tiene un lugar en la estructura donde el actor esté personalmente seguro». 

    En ocasiones, señala la experta, los directores sienten vergüenza de hablar con los actores sobre este tipo de escenas tan íntimas. «Por eso, en lugar de trabajarlas con ellos antes, les dicen que las resuelvas solos. Es una actitud completamente equivocada«. Al realizar escenas sexuales, «cuando no hay transparencia, cuando todos no están de acuerdo con lo que está pasando, es cuando los actores quedan vulnerables».

    Pionera y referente en esta novísima profesión, O’Brien vaticina un próspero futuro para el rol de los coordinadores de intimidad y bienestar en las producciones audiovisuales, y reclama la diversidad (“Hasta el momento, lo hemos puesto en práctica mujeres, pero es necesario que haya gente de todos los géneros y etnias”.) como valor fundamental.

    Ahora bien, no es fácil estar preparado para tomar las riendas de una escena de sexo: “Mucha gente se pone en contacto conmigo diciendo que trabajan en vestuario, por ejemplo, que lidian con actores, con sexo, y que por ello serían buenos coordinadores de intimidad.

    Bertolucci confesó que la escena de la violación en “El último tango en París” no fue consensuada

    Pero, ¿saben como deconstruir un guion para así entender la visión del director y orientar a los actores en las escenas? ¿Saben cómo considerar cuáles son las intenciones y los obstáculos de cada personaje? ¿Cuál va a ser el aspecto de su cuerpo, las transformaciones físicas que sufra? ¿Cómo el actor se convierte en el personaje, y cómo este va a contar su historia? ¿Conocen el movimiento del cuerpo, la coreografía y la psicología de los gestos?

    ¿Son capaces de defender su opinión sin herir a productores, directores y actores? ¿Entienden qué hechos pueden ser traumáticos o despertar malas emociones? ¿Se dan cuenta de si a alguien le resulta molesta una forma de tocar? No somos psicólogos, pero es nuestra labor reconocer cuando algo desencadena una respuesta negativa y prevenirlo”.

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