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– Ni oro ni plata: este es el valor real de las monedas que usamos

National Geographic(N.Freire) — Cuando pensamos en monedas, es fácil imaginarlas brillando bajo la luz, tal vez asociándolas con metales preciosos como el oro o la plata. Quizás se te vengan a la cabeza los óbolos de Caronte, las monedas de oro que los griegos colocaban sobre los ojos y en la boca de los difuntos para que, llegado el momento, estos pudieran pagar en el más allá al barquero que los transportaría al reino de los muertos.

Sin embargo, la realidad detrás de las monedas que llevamos en los bolsillos es mucho más curiosa. ¿Sabías que la mayoría de ellas no tienen nada que ver con esos metales tan valiosos? De hecho, las monedas actuales están hechas de materiales mucho más comunes y asequibles, como el cobre, el níquel o incluso el zinc. ¿Por qué se usa este tipo de materiales? ¿Cuánto realmente cuesta fabricar una moneda en comparación con su valor nominal?

En España, como en la mayoría de los países de la eurozona, el material de las monedas está cuidadosamente seleccionado para cumplir con criterios de durabilidadcosto y facilidad de producción.

  • 1, 2 y 5 céntimos: Aunque pueden parecer insignificantes por su valor, estas pequeñas monedas tienen una composición muy interesante. Están hechas de acero recubierto de cobre, lo que les da ese color rojizo característico. El acero es económico y resistente, mientras que el recubrimiento de cobre les otorga un brillo y protección extra.
  • 10 y 20 céntimos: A partir de los 5 céntimos, las cosas se ponen más doradas. Estas monedas están hechas de una aleación llamada «oro nórdico«, que no tiene nada que ver con el oro en sí. Es una mezcla de cobre, aluminio, zinc y estaño, que resulta resistente a la corrosión y fácil de producir en grandes cantidades.
  • 50 céntimos: Esta moneda también está hecha de «oro nórdico«, compartiendo la misma composición que las de 10 y 20 céntimos, pero con un tamaño y peso mayor, lo que aumenta el costo de producción.
  • 1 euro: La moneda de un euro es particularmente interesante porque combina dos materiales diferentes. El anillo exterior es de níquel-latón, mientras que el centro es una mezcla de cobreníquel y zinc. Esta combinación no solo mejora su durabilidad, sino que también dificulta su falsificación.
  • 2 euros: Similar a la de 1 euro, la moneda de 2 euros está compuesta por un anillo exterior de níquel-latón y un núcleo interior de cuproníquel (una mezcla de cobre y níquel), pero en proporciones diferentes. Esto le da su característico color bicolor.

¿Por qué se usan estos materiales en lugar de oro o plata? La respuesta es simple: costo y disponibilidad. Usar metales preciosos como el oro sería económicamente insostenible y volvería las monedas imprácticas para el día a día. Además, los metales actuales permiten que las monedas sean más resistentes al desgaste y la corrosión.

Monasterio de El Escorial en moneda de 2 euros

  • Monedas en Latinoamérica: Diversidad y pragmatismo

En América Latina, los materiales utilizados en las monedas varían según cada país, aunque el principio sigue siendo el mismo: crear monedas duraderas y baratas de producir. En México, por ejemplo, el peso, la divisa local, es un buen modelo de cómo se usan diferentes materiales en las monedas.

Las monedas de 1, 2 y 5 pesos tienen un núcleo de acero inoxidable y un anillo de cuproníquel o bronce-aluminio, materiales económicos y resistentes. Las monedas de mayor valor, como la de 10 pesos, combinan acero inoxidable con bronce-aluminio, lo que les da su aspecto bicolor.

pesos

  • ¿Vale el material lo que vale la moneda?

Pero, ¿el valor del material que las compone está realmente alineado con el valor nominal de la moneda? La respuesta corta es no, pero eso no es necesariamente algo malo.

Cuando analizamos el costo de los materiales utilizados, es cierto que se observa una disparidad, pero las monedas no se valoran según el precio del metal que las compone, sino por el valor que representan dentro del sistema monetario.

Esto se debe a que las monedas, como el papel moneda, son una forma de dinero fiduciario, es decir, su valor no reside en el material en sí, sino en la confianza que las personas depositan en ellas para realizar intercambios comerciales.

En Argentina, las monedas de un peso están hechas principalmente de acero plateado o niquelado, lo que les da un color brillante y atractivo. Las de menor valor, como las de 5 y 10 centavos, suelen ser de aluminio o acero recubierto.

Otro ejemplo puede ser Chile: las monedas chilenas más pequeñas, como las de 10 y 50 pesos, están hechas de acero recubierto de bronce, mientras que las de valor mayor, como las de 100 y 500 pesos, son bicolores y usan aleaciones de cobreníquel y zinc, siguiendo el mismo principio de costo-beneficio.

La realidad es que, en la mayoría de los países, la producción de monedas tiene que ser lo más eficiente posible, por lo que se opta por materiales abundantes y baratos que puedan resistir el uso diario sin deteriorarse rápidamente.

Por ejemplo, la moneda de 1 céntimo de euro, fabricada con acero recubierto de cobre, tiene un valor de producción que, en muchos casos, puede superar su valor nominal. Esto se debe a los costos asociados no solo a los materiales, sino también al proceso de fabricación, distribución y logística.

A pesar de ello, se continúa produciendo esta moneda porque cumple una función dentro del sistema de precios, permitiendo transacciones exactas en algunos países de la eurozona.

Centavos
Estados Unidos se ha replanteado eliminar el centavo por considerarlo económicamente ineficiente.

En otros casos, como el de las monedas de mayor denominación, el costo de producción sigue siendo inferior al valor nominal, aunque el margen puede no ser tan amplio como se podría pensar. Las monedas de 1 y 2 euros, que combinan diferentes metales como níquel, cobre y zinc, tienen un valor de producción mayor debido a su complejidad y durabilidad.

Sin embargo, el valor que representan es mucho más alto que el de los materiales que las componen. Esto garantiza que la moneda siga siendo rentable y resistente a lo largo del tiempo.

Pero no siempre es algo sencillo: esta diferencia entre el costo de los materiales y el valor nominal de las monedas ha llevado a algunos países a replantearse la producción de ciertas denominaciones. Por ejemplo, en Canadá y Brasil se han retirado las monedas de 1 céntimo por ser económicamente ineficientes, dado que el costo de producción superaba su valor de uso.

En otros países, como Estados Unidos, se ha discutido la posibilidad de eliminar el centavo debido a esta misma problemática, aunque la decisión final depende de factores que van más allá del simple costo de fabricación, como las implicaciones para el sistema de precios y la conveniencia en las transacciones cotidianas.

Punto triple: ahí donde sólido, gas y líquido están en equilibrio

Hielo

¿Te imaginas una fracción de agua que pudiera permanecer de forma simultánea en un estado de líquido, gas y sólido? Es difícil de  visualizar, ¿verdad? No obstante, aunque pueda parecer completamente ilógico, este fenómeno es completamente real y se conoce como punto triple.

A lo largo de este artículo vamos a explorar qué es exactamente este punto mágico, por qué es tan importante y algunas curiosidades que probablemente te sorprenderán.

El punto triple es un concepto científico que, aunque parezca complicado al principio, puede entenderse de una manera sencilla. Se trata de una condición especial en la que una sustancia puede existir simultáneamente en sus tres estados más conocidos: sólido, líquido y gas.

Imagina que estás en un laboratorio y tienes un vaso de agua. Sabemos que el agua puede existir en tres estados diferentes: como hielo (sólido), agua líquida y vapor (gas). No obstante, el punto triple es una situación en la que una sustancia, como el agua, puede existir simultáneamente en sus tres estados de la materia.

En condiciones normales, estos estados no conviven: si calentamos agua sólida (hielo), se convierte en líquido, y si seguimos aplicando calor, eventualmente pasará a vapor. Sin embargo, el punto triple del agua ocurre en circunstancias muy precisas: una temperatura de 0.01°C y una presión de 611.657 pascales.

En este punto exacto, los tres estados del agua coexisten en equilibrio. Esto significa que, bajo esas condiciones específicas, es posible tener hielo, agua líquida y vapor presentes al mismo tiempo sin que uno de ellos se convierta totalmente en otro. Este estado no se produce en la vida cotidiana, sino que se puede observar solo en condiciones controladas en laboratorios.

Visualmente, podríamos imaginar una pequeña cámara donde la presión y la temperatura se ajustan de forma tan precisa que, al mirar el interior, podríamos observar los tres estados conviviendo sin alterar su forma. Este equilibrio entre fases no solo es impresionante desde un punto de vista científico, sino que también es fundamental para nuestro entendimiento de las propiedades físicas de las sustancias.

Phase diag es
Un diagrama de fases común. El primer punto rojo muestra el punto triple del líquido, mientras el segundo marcaría el punto crítico, en el cual la presión se vuelve incapaz de impedir la ebullición.

  • De la ciencia básica a la tecnología avanzada

Puede que te preguntes: ¿qué tiene de importante este fenómeno? A primera vista, puede parecer una simple curiosidad científica sin mucha aplicación, pero el punto triple es fundamental en muchos aspectos de la ciencia y la tecnología.

Uno de los usos clave del punto triple del agua es como referencia para medir la temperatura. De hecho, es tan preciso que se utiliza en los estándares internacionales para definir la escala de temperaturas termodinámicas. Los científicos utilizan el punto triple del agua para calibrar termómetros, garantizando que las mediciones de temperatura sean exactas en laboratorios de todo el mundo.

Además, el punto triple es vital para comprender el comportamiento de las sustancias bajo diferentes condiciones de presión y temperatura. Esto no solo se aplica al agua, sino a casi cualquier sustancia que podamos imaginar, desde gases industriales hasta materiales en condiciones extremas.

La industria aeroespacial, por ejemplo, utiliza el concepto de punto triple para estudiar cómo diferentes materiales se comportan en los ambientes extremos del espacio exterior.

Otra aplicación interesante es en la tecnología criogénica, que implica el enfriamiento de materiales a temperaturas extremadamente bajas. Comprender cómo las sustancias cambian de estado en condiciones extremas ayuda a mejorar estos procesos, que se aplican tanto en la conservación de alimentos como en la investigación médica, donde se almacenan tejidos y células a bajas temperaturas.

Aunque el punto triple del agua se estudia principalmente en laboratorios, presenta algunas curiosidades interesantes que vale la pena destacar, como es su dificultad para observarlo directamente: no es algo que podamos observar fácilmente en nuestra vida diaria.

Las condiciones específicas de temperatura y presión necesarias para que ocurra el punto triple no se encuentran naturalmente en nuestro entorno. Solo se puede recrear bajo un estricto control en un laboratorio.

Además, el punto triple no es exclusivo del agua. Todas las sustancias tienen su propio punto triple. Por ejemplo, el dióxido de carbono tiene un punto triple a -56.6°C y a una presión de aproximadamente 518.5 kPa. Aunque sus condiciones son muy diferentes a las del agua, el principio sigue siendo el mismo: en esas condiciones específicas, el CO₂ puede existir como sólido (hielo seco), líquido y gas al mismo tiempo.

Por otro lado, para comprender mejor el punto triple, los científicos utilizan un gráfico llamado diagrama de fases. Este diagrama muestra en qué estado se encuentra una sustancia en función de su temperatura y presión. El punto triple aparece en este gráfico como un lugar único donde las tres fases —sólido, líquido y gas— se encuentran en equilibrio.

La línea imaginaria entre Asia y Oceanía que los animales «no pueden cruzar»

Mapa mundi

Imagínate que, tal y como se crean líneas imaginarias para separar países –las fronteras políticas– esos mismos bordes también separasen sus ecosistemas. Pues bien, ese tipo de línea existe y se conoce como línea de Wallace, un tipo de límite imaginario que separa a Asia de Oceanía, tanto política como biológicamente.

No obstante, muchos rumores se han cernido sobre ella a lo largo de los años, transformándola en algo mucho mayor de lo que realmente es. Pero ¿por qué tanto misterio a su alrededor? ¿Qué tiene de especial esta frontera que parece dividir dos mundos completamente diferentes en cuanto a flora y fauna?

Pues bien, a lo largo del tiempo, muchas personas han creído que esta línea es más que una simple demarcación en el mapa: algunos aseguran que las especies animales no pueden cruzarla. La idea ha llegado a tomar tintes casi místicos, como si una fuerza invisible impidiera a las criaturas pasar de un lado al otro. Pero ¿es realmente así?

  • ¿Qué es la línea de Wallace?

La línea de Wallace lleva el nombre del naturalista británico Alfred Russel Wallace, quien en el siglo XIX se dedicó a explorar las islas del sudeste asiático y Oceanía.

Mientras viajaba por la zona, observó algo curioso: a un lado de esta línea imaginaria, las especies animales y vegetales eran típicamente asiáticas, mientras que, al otro lado, se parecían más a las que uno podría encontrar en Australia.

Por ejemplo, en las islas al oeste de la línea, como Borneo o Bali, se pueden encontrar tigres, elefantes y primates como los orangutanes. En cambio, cruzando al este, en islas como Lombok o Nueva Guinea, es más común ver canguros, casuarios o especies de marsupiales, animales más propios de Australia.

Este notable cambio en las especies en regiones que están relativamente cerca llevó a Wallace a preguntarse: ¿qué está separando a estos dos mundos?

La explicación se encuentra en la historia geológica de la región. Asia y Oceanía estuvieron alguna vez conectadas por puentes de tierra durante los períodos de glaciación, lo que permitió que las especies migraran y se expandieran.

Sin embargo, con el paso del tiempo y la elevación de los mares, esos puentes desaparecieron, dejando a las islas aisladas y a las especies evolucionando de manera independiente.

Así, la línea de Wallace se convirtió en un reflejo de esa separación geológica y biológica entre Asia y Oceanía.

LineadeWallace
En rojo, la línea de Wallace

Con el tiempo, la línea de Wallace no solo se convirtió en un punto de referencia científica, sino que también dio pie a todo tipo de mitos y creencias. Una de las ideas más populares es que esta línea es una especie de «barrera mágica» que los animales no pueden cruzar.

En este sentido, se ha llegado a decir que ningún animal es capaz de pasar de un lado al otro de manera natural, como si hubiera una especie de muro invisible que lo impidiera.

Esta creencia tiene algo de verdad, pero también mucho de exageración. Lo cierto es que, en muchos casos, las especies no cruzan la línea de Wallace, pero no porque exista alguna fuerza sobrenatural que lo evite.

El motivo es mucho más simple: hay océano de por medio, y en algunos lugares las corrientes marinas son lo suficientemente fuertes como para hacer que sea imposible que los animales pasen de un lado a otro de manera natural.

Imaginemos un animal terrestre en una de las islas cercanas a la línea de Wallace, como un tigre o un elefante. Para ellos sería extremadamente complicado cruzar el mar hacia las islas que están del otro lado, ya que no pueden nadar largas distancias, y menos aún en aguas abiertas con fuertes corrientes.

Lo mismo sucede con especies más pequeñas, como algunos tipos de mamíferos o aves. Aunque algunas aves sí son capaces de volar largas distancias, muchas simplemente no lo hacen porque no tienen los medios biológicos o las rutas de migración necesarias.

Alfred Russel Wallace
Retrato de Alfred Russel Wallace tomado en 1985.

Además, las diferencias en los hábitats entre un lado y otro también juegan un papel importante. Las especies de cada lado de la línea han evolucionado para adaptarse a sus propios entornos.

Por ejemplo, los marsupiales en Oceanía se han adaptado a los ecosistemas específicos de Australia y las islas circundantes, mientras que los grandes mamíferos en Asia han hecho lo propio en su territorio.

Por lo tanto, aunque la línea de Wallace no es una barrera física insuperable, es una combinación de factores naturales, como el mar y la evolución, lo que impide que las especies se mezclen libremente entre ambos lados.

  • Realidad vs mito

Sin embargo, esa fascinación por la línea de Wallace y la creencia de que los animales no pueden cruzarla ha hecho que muchos la vean como algo casi místico. Pero, como hemos visto, no se trata de magia, sino de, simplemente, ciencia. Las corrientes oceánicas, las distancias y los ecosistemas actúan como barreras naturales para la migración de especies entre Asia y Oceanía.

No obstante, esto no significa que la línea sea infranqueable en todos los casos. Hay excepciones. A lo largo de la historia, algunas especies han logrado cruzar esta barrera natural, ya sea por medios naturales o por intervención humana.

Por ejemplo, algunos investigadores han encontrado que ciertas aves y reptiles sí han cruzado la línea de Wallace en algún momento, aunque son casos raros. Además, en tiempos modernos, la intervención humana ha cambiado las reglas del juego, con especies que han sido transportadas a nuevos territorios, a menudo con consecuencias desastrosas para los ecosistemas locales.

Hay que tener en cuenta que este tipo de migraciones forzadas por el ser humano rompe con la evolución natural que ha ocurrido durante millones de años.

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