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El fantástico cargamento del Uluburun, un barco de la Edad del Bronce de origen incierto…


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L.B.V.(G.Carvajal)  —  En 1982 un buceador aficionado que buscaba esponjas en la costa de la ciudad de Kaç en Turquía, se encontró con algo espectacular. El pecio de un barco hundido con toda su carga a finales de la Edad del Bronce, en el siglo XIV a.C.

Al pecio y al barco se les llamó Uluburun, por la lengua de tierra al sureste de Kaç donde se encontró, el cabo del mismo nombre en la provincia de Antalya. El barco estaba a 60 metros de la costa y a una profundidad de máxima de 61 metros, y hasta dos años después, en 1984, no se iniciaron los trabajos de recuperación.

Se tardaron 10 años (hasta 1994) en completar la recuperación del navío y el cargamento, que hoy se pueden ver en el museo de arqueología submarina de Bodrum. Aun así, el análisis de las piezas todavía no ha concluido a día de hoy. Buzos turcos y estadounidenses realizaron más de 22.000 inmersiones empleando más de 6.600 horas de inmersión en los trabajos.

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El lugar del hallazgo

La carga del barco consistía principalmente en materias primas para el comercio. Artículos que hasta entonces solo eran conocidos por textos antiguos o pinturas encontradas en tumbas egipcias.

Lo primero que se encontró fueron planchas de cobre crudo, 354 lingotes rectangulares con un peso total de 10 toneladas. Además otros 121 rollos de cobre y lingotes ovalados. 40 lingotes de estaño que podrian proceder de las minas de Tartessos.

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Reconstrucción en el Museo de Bodrum

149 jarras cananeas, la mayoría conteniendo aceitunas o una sustancia conocida como resina de pistacia (una especie de aguarrás), restos de la cual también han sido hallados en las jarras cananeas de Tell el-Amarna en Egipto.

175 lingotes de vidrio turquesa azul cobalto y lavanda, que constituyen los primeros lingotes de vidrio intactos conocidos. Troncos de madera de ébano, colmillos de hipopótamos y elefantes, dientes de hipopótamo, caparazones de tortuga, huevos de avestruz, alfarería chipriota, lámparas de aceite, vasijas de bronce y cobre, dos cajas de cosméticos de marfil en forma de pato, dos docenas de anillos de concha marina, ágatas, cuarzos, pendientes y anillos de oro y plata, ámbar, herramientas de bronce de carpintero, 6 puntas de lanza de tipo europeo similares a las encontradas en los Alpes, una espada itálica, un hacha ceremonial de piedra, y un escarabeo de Nefertiti (datado hacia 1360-1335 a.C.) y que indica que el barco no pudo hundirse antes del reinado de Nefertiti.

El análisis de la madera del buque arrojó una fecha en torno a 1400 a.C. para su construcción. Sin embargo la madera que transportaba correspondía a árboles cortados entre 1316 y 1305 a.C. lo que indica que esa puede ser la fecha de su último viaje y hundimiento.

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Lingotes de cobre

Ello lo corrobora la cerámica micénica encontrada a bordo, que se corresponde con la encontrada en el nivel de la destrucción de Mileto por el rey hitita Mursili II, que ocurrió en 1312 a.C.

Pero, ¿de dónde procedía el barco y su tripulación? Todavía hoy no está nada claro. La mayor parte de investigadores opinan que se hundió tras hacer escala en un puerto sirio-palestino o en Chipre para recoger 6 toneladas de cobre de las minas de la isla.

Antes debió recalar también en Egipto y otros lugares. El caso es que en el momento de hundirse llevaba a bordo más de 18.000 objetos de procedencia diversa: micénica, chipriota, cananea, casita, egipcia y asiria. Se cree que su destino final era uno de los palacios micénicos de la Grecia continental.

Medía entre 15 y 16 metros de eslora, y se construyó con tablas y quillas de cedro libanés y roble, lo que puede dar una pista de su origen, pues el cedro libanés es autóctono de las montañas de Líbano, pero también del sur de Turquía y el centro de Chipre.

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Parte de las joyas en el Museo de Bodrum

Llevaba a bordo 24 anclas de piedra, de un tipo poco habitual en el Egeo, no se sabe muy bien si como productos comerciales o para equilibrar la carga del navío.

Algunos investigadores han sugerido que a bordo del barco viajaban también funcionarios micénicos, pues se ha encontrado una tablilla plegable de madera de boj con bisagras de marfil que pudo tener superficies de cera para escribir, lo que convertiría al cargamento en una especie de conjunto de regalos reales.

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Extrayendo las anclas de piedra

Lo que está claro es que la procedencia de los objetos, que se extiende geográficamente desde el norte de Europa hasta África, y desde Sicilia y Cerdeña al oeste hasta Mesopotamia al este, indica que el Egeo durante la Edad del Bronce Tardío era el centro de un comercio internacional de largo alcance, quizá basado en el intercambio de regalos entre la realeza del cercano Oriente.

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