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El hombre que nunca existió


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A mi padre, que me enseñó la Luna.
A todos los padres del mundo;
para que no se les olvide que enseñarles la Luna a sus hijos es de las mejores cosas.

JotDown(A.Marquez) —- Una madrugada de verano de finales de los 60, un padre y un hijo permanecen despiertos, están en medio de un pinar en un terreno que desciende en terrazas hasta el agua de una ría; no hay ninguna edificación cercana salvo las cuatro o cinco tiendas de campaña (grandes, familiares) que los rodean.

Los dos miran atentamente un pequeño televisor de 14 pulgadas alimentado por la electricidad de varias baterías de camiones: ellos son los únicos testigos en kilómetros a la redonda de la llegada del hombre a la Luna.

Efectivamente, durante muchos años nuestras vacaciones de verano fueron maravillosas: las familias de mis padres, un par de hermanos de mi madre y algunos amigos de ellos, pasábamos un par de meses en un paraje maravilloso, totalmente aislado de la civilización y de cualquier otra presencia humana, junto a la desembocadura de un río del que extraíamos buena parte de lo que comíamos, rodeados de pinos.

Eso significaba horas y horas de diversión junto con una docena larga del resto de niños de mi edad. Teníamos un bote de remos (el bote Consolación) con el que cruzábamos a «la otra banda» y pescábamos formando un cerco con una red uno de cuyos extremos se llevaba en el bote y el otro se sostenía desde la orilla.

Allí aprendí a nadar y también allí fue donde mi padre me habló por primera vez de una historia que siempre me ha fascinado y que ocurrió en esos parajes. Es un episodio conocido por muchos, pero con detalles fascinantes y no tan bien sabidos.

En ella nos encontramos con engaños, aventuras, suspense, suerte, con espías, muchos espías, con personajes muy listos y otros aún más listos (parece que solo le falta el «amor verdadero» para ser La princesa prometida) y con un protagonista involuntario.

Dicho protagonista fue un pobre hombre en vida: vagabundo, sin amigos ni familiares, acabó suicidándose ingiriendo veneno para ratas en una dosis que no le garantizó una muerte inmediata sino una dolorosísima agonía de más de 24 horas, pero tuvo una participación fundamental en una batalla decisiva para el desenlace de la Segunda Guerra Mundial después de muerto.

Tratemos de situarnos: al final del año 1942 la guerra empezaba a cambiar de signo: la situación del ejercito alemán en Stalingrado comenzaba a ser más que complicada y el norte de África ya estaba casi enteramente bajo el control de las fuerzas aliadas. Era evidente de que los americanos y británicos darían el salto desde el sur del Mediterráneo hasta la orilla norte.

El objetivo natural no era otro que la isla de Sicilia, con una posición estratégica en medio del mar y que suponía la llave para entrar en Italia y separar así a esta nación de las fuerzas del Eje.

Por ello se montaron varias maniobras de distracción, pero, a raíz de las comunicaciones interceptadas y de los testimonios recogidos una de las más exitosas fue la protagonizada por nuestro vagabundo en tierras (o mares) de Huelva. Aunque naturalmente la historia comienza por otros pagos.

El diseño de la operación Carne Picada (mincemeat: el nombre en clave de dicho plan) lo llevaron a cabo dos oficiales de la inteligencia británica: el capitán de la RAF Charles Cholmondeley y el oficial de inteligencia naval Ewen Montagu. La idea era hacer llegar a manos de los alemanes unos documentos que les indicaran que la invasión iba a tener lugar en Cerdeña y Grecia en vez de en Sicilia.

Para ello se agenciaron con un cadáver, el de nuestro involuntario héroe Glyndwr Michael (ese era su auténtico nombre, en el momento de su muerte este galés tenía 34 años), le dieron un nombre: comandante William Martin y construyeron todo un personaje con la base de esos dos elementos: le crearon una novia, algunas deudas y disputas familiares entre otras cosas; todo para darle verosimilitud al engaño.

El siguiente paso tenía que ser generar los documentos falsos sobre los que basar la distracción.

El incluir unos planes oficiales podía generar muchas sospechas, así que se decidió que lo más efectivo era incluir una carta relativamente informal redactada por el teniente general Sir Archibald Nye (y realmente él fue el redactor de la carta para conservar su estilo: hasta ese nivel de detalle llegaron), segundo jefe del Estado Mayor General Imperial al general Sir Harold Alexander, comandante británico en el norte de África.

En dicha carta, se podía leer entre líneas que el ataque se iba a producir en Cerdeña y Grecia e incluso de que estaban intentando engañar a los alemanes haciéndoles creer que se iba a invadir Sicilia. Otra carta personal (de Lord Mountbatten al almirante Sir Andrew Cunningham, comandante en jefe del Mediterráneo) también incidía sobre la idea de la invasión de Cerdeña.

Ambas cartas, junto con otros documentos fueron incluidos en un maletín que sería atado en el último momento al cadáver de Glyndwr Michael o del comandante Martin si se prefiere. Cadáver que esperaba congelado desde finales de enero de 1943 hasta que estuviera todo listo para su participación.

Martin

El cadáver, o las causas de su muerte por ser más preciso, era uno de los puntos flacos de la operación ya que si era examinado por un patólogo experto podría descubrir todo el engaño. Así que Cholmondely y Montagu necesitaban que el cuerpo apareciera en un paraje costero relativamente subdesarrollado y con una buena conexión con Alemania.

Por ello llegaron a la conclusión de que las condiciones ideales se presentaban en la costa del pueblo de mis mayores: Cartaya, en la provincia de Huelva.

Efectivamente, en la provincia de Huelva se daban circunstancias muy especiales que la hacían propicia para los planes de los ingleses. Existía en ella, como en ningún otro sitio de España, salvo posiblemente Madrid, que creo que está algo alejada de la costa, una importante red de espías, tanto británicos para controlar la operación, como alemanes para picar el anzuelo.

Esa red de espías se nutría de las colonias inglesas y alemanas que habitaban en Huelva desde mediados del siglo XIX y que, curiosamente, tenían profundas relaciones y negocios entre ellas.

Uno de los personajes fundamentales en la vida onubense de la segunda mitad del siglo XIX es el alemán Guillermo Sundheim, posiblemente sin él no hubiera sido posible la fundación de la compañía más importante no solo dessde un punto de vista económico sino también culturalmente hablando de la provincia de Huelva: Rio Tinto Company Limited, ya que fue Sundheim el que puso en contacto a los empresarios ingleses que la fundaron con las autoridades locales.

Gracias a la Rio Tinto Company se construyeron las primeras líneas de ferrocarril, se desarrolló el puerto y se fundaron nuevas poblaciones como Corrales y Punta Umbría por citar solo dos de las más cercanas a la capital. En la propio capital se construyó el Barrio Obrero para albergar a los empleados de la compañía.

Pero, como hemos dicho, los empresarios alemanes e ingleses no se limitaron a las actividades económicas, ellos fueron el centro o los promotores de la mayor parte de las actividades culturales que tuvieron lugar en Huelva. El propio Sundheim fue uno de los organizadores de los actos del cuarto centenario del descubrimiento de América, para los cual se construyó el Hotel Colón junto a su mansión y en la avenida que ya llevaba su nombre: Alameda Sundheim.

En el propio hotel Colón se fundó el primer equipo de fútbol de España: efectivamente, el 23 de diciembre 1889 en una cena convocada por el alemán Sundheim y el inglés doctor Mackay se fundó el Huelva Recreation Club

El omnipresente Sundheim también fue el que convenció a los ingleses de las bondades de las desiertas playas de Punta Umbría, muy cercanas a la capital pero totalmente aisladas al no existir ningún camino que llevara hasta ellas.

En esas playas los primeros veraneantes además de Sundheim (que se construyó una casa allí y tenía un vapor para desplazarse entre ella y la capital), encontramos al doctor Mackay o a otro alemán como Ludwig Clauss cuya familia, más concretamente su hijo Adolf, constituyó la base del espionaje alemán en la Segunda Guerra Mundial.

Adolf Clauss era oficialmente técnico en agricultura, pero sus negocios nunca estuvieron claros del todo. Era aficionado a coleccionar mariposas y tenía una amplia red de informadores a sueldo. Su labor durante la guerra consistía, sobre todo, en informar de los movimientos de buques y sus alertas permitieron a los alemanes hundir un gran tonelaje de mercancía valiosa para los aliados.

Para entender lo relacionado de las comunidades inglesas y alemanas, lo ideal es dar un corto paseo por una sola calle de Huelva: supongamos que estamos en el centro neurálgico de Huelva, donde se movía y se sigue moviendo la población local, entre la calle Concepción y la plaza de las Monjas.

Tanto si seguimos por la continuación de la calle Concepción hacia el este o por la paralela a esta que sale de la plaza de las Monjas, pronto salimos de lo que era el centro de Huelva para los locales y nos encontramos en la alameda Sundheim, el primer edificio a nuestra izquierda es el hotel Colón al que ya hemos hecho referencia, prácticamente pegado con él estaba la mansión Sundheim en cuyos terrenos hoy existen un colegio y la Fundación Once.

Edificio que menciono solo por situarnos y a cuyo arquitecto le deseo una vida larga y penosa, al poco de pasar el Museo Provincial de Huelva la alameda, en la que no he visto ni un álamo, gira 90 grados, grado más grado menos, hacia la izquierda para rodear el Barrio Obrero situado en una ligera elevación, tal vez sea una buena idea para coger fuerza, parar en la Casa del Guarda, hoy bar-cafetería y en su día, tal y como su descriptivo e ini-maginativo nombre indica, era la casita del guarda encargado del mantenimiento del barrio, allí nos podemos tomar un café servido por una amable camarera muy aficionada a The big bang theory para después subir por la escalera que lleva al Barrio Obrero (barrio Reina Victoria era su nombre oficial originalmente)

Unas casas que constituyen una curiosa mezcla de arquitectura colonial y andaluza, construidas para albergar a los obreros de la Rio Tinto Company. Es destacable que, al igual que otros barrios y pueblos de similar origen como la Colonia Güell en la provincia de Barcelona, su construcción por parte de la compañía tenía un doble objetivo: por una parte, mejorar las condiciones de vida de sus empleados y, por la otra, poder controlarlos mejor e impedir los levantamientos a los que tan aficionados eran los obreros de principio del siglo XX.

En el origen del barrio de nuevo nos encontramos con la estrecha relación entre ingleses y alemanes: para su construcción, la compañía se puso en contacto con la omnipresente familia Clauss que le ayudó a adquirir unos terrenos colindantes con su casa. Esa residencia de los Clauss aún se puede encontrar en el extremo opuesto a la Casa del Guarda.

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Puede que sea ya el momento de dejar por un tiempo a los espías de Huelva y volver con nuestro comandante Martin. Si no recuerdo mal, el cuerpo del pobre Glyndwr esperaba en una cámara frigorífica el momento adecuado para, ya convertido en comandante Martin, realizar su viaje hasta la costa onubense.

A pesar de lo elaborado de la operación, a última hora Cholmondely y Montagu tuvieron que darse prisa en vestir al cadáver (con algunas dificultades ya que estaba congelado) y trasladarlo, conducidos por un piloto de carreras que casi los mata (a los que no estaban muertos, claro está), hasta la costa escocesa donde los esperaba el submarino Seraph.

Después de tres semanas de navegación, el cuerpo del comandante Martin fue dejado frente a la playa de la Mata Negra en el entonces término municipal de Cartaya y actualmente de Punta Umbría y fue encontrado por el pescador local José Antonio Rey María sobre las 9:30 de la mañana del 30 de abril de 1943.

Esas siguen siendo playas mayormente sin urbanizar, aunque no lejos de allí tenemos zonas donde el ladrillo ha colonizado mucho más de lo razonable, sigue siendo un paraje de una gran belleza y bastante desconocido para mucha gente. Por lo tanto, animo al lector que aún no conozca la zona a que renuncie a hacerlo y hace conseguiremos que no se masifique en exceso.

Si, a pesar de mi admonición, los dos o tres que han llegado a este punto se animan a conocer dichos parajes, mi consejo es que se olviden de los macro-complejos hoteleros del Rompido o el Portil y que se aloje un poco alejado de la costa: en el mismo Cartaya hay un pequeño hotel familiar que, comparado con los productos de las cadenas es una pequeña joya: el Hotel Plaza Chica; solo diez habitaciones en una antigua casa céntrica del pueblo, allí Loli, la propietaria, te tratará como si fueras de la familia y te recomendará comer en la cercana la Escalerilla o en el Restaurante Consolación, que ha sido siempre el referente de la zona si pretendemos comer buen pescado y que se encuentra muy cerca de la ermita del mismo nombre la cual merece una parada.

Desde el hotel, a través de la calle de la Plaza se llega a la plaza Redonda, con el ayuntamiento y la iglesia; a la espalda de esta se puede subir hasta el castillo, recientemente reconstruido y que va muy asociado a los orígenes de Cartaya.

Aunque hay poco edificios singulares en Cartaya, al margen de los aquí reseñados, no sé si porque la miro con un cariño especial, asociada como está a mi niñez, o porque realmente es así, creo que es un pueblo agradable de pasear y de estar, en general nunca ha habido ricos, pero tampoco gente muy pobre y, por tanto, faltan las grandes casonas y también las barracas miserables.

Desde Cartaya hemos de irnos acercando a la playa en la que se encontró al comandante Martin: la primera y obligatoria parada es en el Rompido.

Este núcleo urbano situado estratégicamente al comienzo de la ría que forma el río Piedras en su desembocadura ha tenido una historia azarosa: inicialmente se construyó el fuerte de San Miguel de Arca de Buey (en la actualidad en su emplazamiento hay un hotel) y alrededor de él se estableció cierta población dedicada casi exclusivamente a la pesca y sus derivados, pero los piratas que tenían fácil acceso a él se empeñaron en que nunca prosperara demasiado, cuando en el siglo XVIII ya los piratas no tenían tanta vigencia el terremoto de Lisboa hizo de las suyas.

También se salvó de las primeras oleadas masiva de ladrillo y hormigón que invadieron nuestras costas desde finales de los sesenta ya que la playa de la localidad es de mala calidad y fondo fangoso. Aún hoy en día, el antiguo pueblo de pescadores sigue conservando un carácter íntimo, reposado y tranquilo. Es un lugar perfecto para tomar un buen pescado en la arena junto a la ría.

En este punto he de decir que preguntando a mis contactos locales sobre qué sitio era más recomendable, encontré cierta discrepancia de pareceres: algunos se decantaban por el Rincón de los pescadores, otros por la Patera, algunos por las Olas. Yo, como los otros estaban cerrados, opté por la Patera y salí muy satisfecho después de que haber pasado en un santiamén una magnífica lubina desde el plato hasta mi aparato digestivo.

Desde el Rompido es casi obligatorio cruzar a «la otra banda». Como he dicho, estamos en la desembocadura del río Piedras, pues bien, está desembocadura es un tanto peculiar porque el río corre paralelo a la línea de la costa en vez de perpendicularmente, ello se debe a una lengua de arena (la flecha de El Rompido), que constituye lo que los lugareños llaman «la otra banda».

Dicha flecha tiene, además la característica de que crece cada año con los depósitos del propio río, por lo que cada vez que vamos encontramos un paisaje relativamente distinto.

Desde un embarcadero cercano a los dos faros de El Rompido podemos tomar una lancha que nos lleva a la otra banda. Una vez allí, cruzamos la estrecha lengua de tierra y nos encontramos con una inmensa playa atlántica y absolutamente sin urbanizar, cuando nos cansemos de la playa podemos visitar las ruinas de la almadraba que existió hasta que al atún le dio por desaparecer de la zona, igual algo molesto con la gente que se empeñaba en pescarlo.

Seguimos lentamente camino de Punta Umbría y, al menos para mi, una parada obligatoria es en Aguas del Pino. Este era el nombre que recibía uno de los caños que desembocaban en el río (el otro principal es el Caño de la Culata) y allí era donde hace casi 45 años vi la llegada del hombre a la Luna, aquel era nuestro paraíso.

Desde él dicho paraje se tiene algunas de las mejores vistas de la espectacular desembocadura: a la derecha el Rompido, de frente, primero el río, después la Flecha de El Rompido y por último el océano, a la izquierda, las aguas en las que flotaba el cadáver del comandante Martin.

Se ha conservado muy bien esa zona y solo hay un par de edificaciones, una de ellas es un restaurante más que recomendable y creo que no me dejo influir por su nombre: Aguas del pino.

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Fotografía del cuerpo de Glyndwr Michael tal y como fue encontrado por José Antonio Rey Marina

Si continuamos nuestro camino, después de pasar el Caño de la Culata nos encontramos en la urbanización de El Portil.

Mi consejo es muy claro: procure pasar todo lo deprisa que las deseables normas de prudencia permitan, pero no tanto como para perderse la laguna de El Portil, situada a la izquierda después de pasar las construcciones que estuvieron a punto de destruirla hace unos años, aunque parece que la alarma desatada está dando sus frutos y poco a poco vuelve a ser la que fue.

A partir de El Portil, ya dejamos atrás al río Piedras y las fantásticas playas se abren directamente al océano.

Los ingleses conocían bien esta zona y sus mareas y evitaron la playa de la Bota para dejar el cadáver ya que las corrientes que hay en dicha playa suelen arrastrar los objetos flotantes aguas adentro.

Eso sigue ocurriendo hoy en día y la playa de la Bota es la única en la que siempre ondea la bandera roja como aviso a los bañistas.

Así que optaron por la siguiente playa, la de la Mata Negra, allí recogió el cuerpo flotante José Antonio Rey María y con la ayuda de otro marinero, lo arrastró hasta la orilla.

Una vez a salvo, es un decir, el cadáver, era evidente que su indumentaria de oficial inglés y con un maletín atado a su cuerpo iba a llamar la atención y desde el mismo día 30 de abril los movimientos asociados al cadáver y al maletín fueron incesantes.

Naturalmente, una de las primeras personas avisadas, al margen de las autoridades, fue Adolf Clauss. Y de él parten los primeros intentos, infructuosos, por hacerse con el contenido de las cartas.

El cuerpo del comandante Martin fue trasladado a Huelva donde fue examinado por el patólogo Eduardo del Toro. Parece que este albergaba serias dudas acerca de la causa de la muerte, pero por alguna u otra razón, se acabó certificando su muerte por inmersión y se le dio sepultura con todos los honores el 2 de mayo: aún sigue allí su tumba y siempre algunas flores la adornan.

Al contrario que el cuerpo del comandante Martin, el maletín recorrió numerosos kilómetros, hasta acabar en Madrid donde por fin fue entregado a las autoridades británicas (que siempre lo pedían aunque con la boca pequeña), no sin antes haber pasado por las manos alemanas que tuvieron una hora para fotografiar todo el contenido que acabó llegando a manos de Hitler, que quedó absolutamente convencido de su autenticidad y que ordenó, por tanto, que parte de las fuerzas que se estaban asentando en Sicilia se trasladaran a los otros objetivos, facilitando así el desembarco aliado.

En realidad la historia tiene muchas codas y, parafraseando a Fermat, no me caben en este angosto artículo, pero digamos que diez años después, el propio Montagu que había diseñado la operación escribió una popular novela: El hombre que nunca existió de la cual se hizo una versión cinematográfica en 1956 con la participación de muchos vecinos de Punta Umbría, aunque José Antonio Rey María permaneció al margen.

También se han planteado diversas teorías acerca del verdadero origen del cadáver, pero la versión oficial británica es la aquí presentada.

Naturalmente, a estas alturas, el lector puede estar algo cansado, en cuyo caso lo que le recomiendo es una buena comida, bien en algunos de los chiringuitos de la playa de Punta Umbría o, si se está dispuesto a gastar algo más, en el excelente El Paraíso, no lejos de la playa inmortalizada por el comandante William Martin.

nuestras charlas nocturnas.


La evolución de las caminatas espaciales, de los primeros pasos a la rutina de la exploración espacial


Las caminatas espaciales, que comenzaron como hazañas arriesgadas en la década de 1960, se convirtieron en una herramienta indispensable para la exploración, el mantenimiento y la expansión de la presencia humana en el espacio (NASA)

Infobae(J.Bahamonde) — Desde que Aleksei Leonov salió de su nave espacial en 1965, las caminatas espaciales marcaron un antes y un después en la exploración del espacio. Estas actividades, también conocidas como actividades extra-vehiculares (EVA), comenzaron como un acto pionero, pero con el paso de las décadas se convirtieron en procedimientos clave para la ciencia y tecnología espacial.

Según Smithsonian Magazine, estas maniobras pasaron de ser eventos extraordinarios a convertirse en una parte esencial de las misiones espaciales internacionales​.

– Los primeros pasos: desafíos y descubrimientos

El 18 de marzo de 1965, el cosmonauta soviético Leonov realizó el primer EVA de la historia al pasar 12 minutos fuera de su cápsula espacial. Aunque el acto fue un hito para la humanidad, las dificultades fueron evidentes: el traje espacial no estaba diseñado para tales maniobras, y Leonov tuvo problemas para regresar a su nave debido a la expansión del traje en el vacío del espacio.

Pese a los contratiempos, Smithsonian Magazine destacó que el cosmonauta describió la experiencia como impactante, resaltando el silencio absoluto y la sensación de desconexión con la Tierra​.

Menos de tres meses después, Ed White, astronauta estadounidense, realizó una caminata de 23 minutos durante la misión Gemini 4. Al igual que Leonov, White enfrentó dificultades con su traje, pero vivió la experiencia de manera intensa.

Según la publicación, el astronauta expresó que el regreso a la nave fue “el momento más triste de su vida”, lo que evidencia la carga emocional de estas primeras incursiones en el vacío del espacio​.

En 1965, el astronauta estadounidense realizó una caminata de 23 minutos durante la misión Gemini 4, enfrentando los desafíos de la ingravidez con un traje aún en desarrollo. Su histórica salida marcó el inicio de la participación activa de EE.UU. en las actividades extra-vehiculares (NASA)

– La evolución hacia la rutina

Tal como explicó Smithsonian Magazine, con el tiempo, las caminatas espaciales dejaron de ser eventos esporádicos y comenzaron a verse como una herramienta fundamental en las misiones espaciales.

Jennifer Levasseur, curadora del Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian, afirmó que esta actividad representa una de las maniobras más peligrosas de la exploración espacial, ya que los astronautas quedan completamente expuestos y dependen únicamente de su traje espacial, que actúa como un “submarino personal” en el espacio exterior​.

El perfeccionamiento de estas misiones fue posible gracias a los entrenamientos en grandes piletas de agua en la Tierra, donde los astronautas desarrollaron memoria muscular y aprendieron a maniobrar en condiciones similares a las del espacio. La revista señaló que estos simulacros fueron cruciales para reducir los riesgos y garantizar que los astronautas ejecutaran tareas con mayor precisión​.

Para preparar a los astronautas para las caminatas espaciales, la NASA utiliza enormes piletas que simulan la ingravidez del espacio. Estos entrenamientos permiten desarrollar habilidades clave y adquirir la precisión necesaria para operar fuera de una nave en condiciones extremas (NASA)

– El impacto de las estaciones espaciales y el trabajo en equipo

Uno de los momentos clave en la historia de las caminatas espaciales ocurrió en 1973 con Skylabla primera estación espacial estadounidenseSmithsonian Magazine detalló que en esta misión se realizó el primer EVA en órbita, cuando los astronautas lograron reparar paneles solares dañados que impedían el correcto funcionamiento de la estación.

La publicación también destacó cómo esta misión demostró la importancia del trabajo en equipo y de las herramientas improvisadas para resolver problemas inesperados en el espacio​.

Durante el programa del transbordador espacial (1981-2011), las caminatas extravehiculares se volvieron aún más frecuentes. Según la revista, los astronautas utilizaron estas maniobras para realizar reparaciones críticas, como las del telescopio Hubble, y para la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI).

En 1984, Bruce McCandless realizó la primera caminata sin ataduras utilizando el dispositivo Manned Maneuvering Unit, lo que representó un gran avance en la movilidad en el espacio​.

En 1984, el astronauta estadounidense se convirtió en el primero en realizar una caminata espacial sin estar conectado a su nave, utilizando el MMU. Este avance amplió las capacidades de movilidad de los astronautas en el espacio, permitiendo mayor flexibilidad en sus movimientos (NASA)

– Caminatas espaciales en la era de la EEI

Desde su inicio en 1998, la EEI se convirtió en un escenario clave para la evolución de las caminatas espaciales. Según Smithsonian Magazine, los astronautas realizaron 274 EVAs en esta estación, desempeñando funciones clave en el mantenimiento, la construcción y la investigación científica.

Levasseur explicó que estas maniobras permitieron extender la vida útil de la estación mucho más allá de lo originalmente previsto, con la expectativa de que siga operando hasta al menos 2030​.

A lo largo de los años, la EEI fue testigo de numerosas caminatas espaciales, que no solo permitieron su mantenimiento y expansión, sino que también fortalecieron la colaboración internacional en la exploración del espacio (NASA)

– El futuro de las caminatas espaciales

Aunque se volvieron una práctica recurrente, las caminatas espaciales siguen siendo una de las tareas más complejas que enfrentan los astronautas. Como detalló Smithsonian Magazine, los tripulantes deben adaptarse a un entorno de microgravedad y trabajar en condiciones extremadamente desafiantes.

Levasseur enfatizó que no todos los astronautas son aptos para realizar estas maniobras, ya que requieren no solo una gran preparación física, sino también resistencia psicológica y un enfoque absoluto.

Smithsonian Magazine concluyó resaltando que las caminatas espaciales evolucionaron significativamente desde los primeros pasos de Leonov y White. Lo que comenzó como una hazaña llena de incertidumbre se convirtió en una parte esencial de la exploración espacial, impulsando avances tecnológicos que seguirán expandiendo los límites de la presencia humana en el cosmos​.

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¿Qué significa la ecuación en la tumba de Stephen Hawking?…


Stephen Hawking
Stephen Hawking pasó a la historia por varias razones, pero él quiso inmortalizar una.

BBC News Mundo(A.Pais) — Cuando Stephen Hawking murió el 14 de marzo de 2018, era el científico vivo más famoso del mundo.

Durante sus 76 años de vida, el físico británico escribió decenas de artículos científicos y libros de divulgación, participó en documentales, series y hasta fue interpretado en el cine.

La esclerosis lateral amiotrófica que le diagnosticaron a los 21 años ―que le obligó a vivir en silla de ruedas y a utilizar un sofisticado sistema para poder comunicarse― no fue un obstáculo en su carrera científica ni en su estrellato.

Pero de todos sus logros, él quiso ser recordado por una teoría en particular, una cuya fórmula está tallada en su lápida ubicada nada menos que en la Abadía de Westminster, a pocos pasos de las tumbas de Isaac Newton y Charles Darwin.

Se trata de la llamada radiación de Hawking.

A 7 años de su muerte, esta teoría es tan importante para comprender el universo en general y los agujeros negros en particular, que instituciones del prestigio de la NASA y el CERN trabajan en detectarla.

– La «gran sorpresa» de Hawking

«Aquí yace lo que era mortal de Stephen Hawking (1942-2018)», dice la lápida tallada en piedra Caithness. Su color «pizarra» ―un gris oscuro que no alcanza a ser negro― combina con la teoría.

En el centro de la piedra tiene grabados una suerte de espirales rodeando una elipse y los 10 caracteres de la ecuación.

Lápida de Stephen Hawking
Además de la ecuación, la lápida dice: «Aquí yace lo que era mortal de Stephen Hawking (1942-2018)».

La ecuación «expresa su idea de que los agujeros negros del universo no son completamente negros, sino que emiten un resplandor que se conoce como radiación de Hawking», explica la Abadía de Westminster, que tiene a la venta en su tienda oficial una postal de la lápida.

Pero mucho antes de alcanzar el estatus de souvenir, la idea de que los agujeros negros no son en verdad tan negros provocó rechazo hasta en el propio Hawking.

En 2016, el físico dio dos conferencias para la BBC en el marco del programa anual Reith Lectures. Allí el físico contó que a principios de 1974 «estaba investigando cómo sería el comportamiento de la materia en las proximidades de un agujero negro».

«Para mi gran sorpresa ―continuó―, descubrí que el agujero negro parecía emitir partículas a un ritmo constante. Como todo el mundo en ese momento, yo aceptaba la máxima de que un agujero negro no podía emitir nada. Por lo tanto, me esforcé mucho en tratar de deshacerme de este efecto embarazoso».

«Pero cuanto más pensaba en ello, más se negaba a desaparecer, por lo que al final tuve que aceptarlo».

– La pregunta detrás de la teoría

Para entender la radiación de Hawking es necesario antes comprender dos conceptos, le dice a BBC Mundo Gerardo Herrera Corral, investigador titular en el Departamento de Física del Cinvestav de México e investigador asociado del CERN.

El primero es un fenómeno que se llama producción de pares y que ocurre cuando «un fotón, que es una partícula de luz, de pronto produce un par de partícula y antipartícula», explica el físico mexicano.

«Luego, casi de inmediato, esta partícula y antipartícula se atraen nuevamente la una a la otra y se aniquilan, o sea, se vuelven a encontrar, para producir otra vez el fotón que generó el par», agrega.

En otras palabras, es una fluctuación: hay un fotón que produce un par, que se «aniquila» y vuelve a ser un fotón.

El segundo concepto tiene que ver con una de las características más fascinantes de los agujeros negros: su llamado horizonte de eventos.

«Esto es una línea, una frontera, que lo separa al objeto del resto del universo», dice Herrera Corral.

«El horizonte de eventos es el límite de no retorno: cuando algo cruza esa línea, ya no vuelve más al universo visible, al universo que conocemos. Ni la luz puede escapar de un agujero negro», continúa.

Primera foto tomada a un agujero negro.
Esta es la primera foto tomada a un agujero negro, publicada en 2019: todo un hito para la astrofísica.

Hawking, entonces, se preguntó: ¿qué ocurriría si la producción de pares sucede en el horizonte de eventos?

«En presencia de un agujero negro, un miembro de un par de partículas puede caer en el agujero, dejando al otro miembro sin una pareja con la cual aniquilarse», explicó Hawking durante su citada conferencia.

«La partícula o antipartícula abandonada puede caer en el agujero negro después de su pareja, pero también puede escapar al infinito, donde parece ser radiación emitida por el agujero negro», agregó.

Esa radiación que escapa es justamente la que lleva su apellido.

Es la ecuación tallada en la piedra.

– El fin de los agujeros negros

Una de las consecuencias de la radiación de Hawking es que predice el fin de los agujeros negros. Y para entenderlo, es necesario volver a la producción de pares.

«En la vida diaria, ese fenómeno ocurre cuando un fotón pasa cerca de un átomo porque el campo electromagnético que genera el átomo le da la energía necesaria para que se produzca la producción de pares que luego se aniquila», afirma Herrera Corral.

Ahora, cuando la producción de pares sucede en el límite del agujero negro, este fenómeno «extrae un poquito de energía del horizonte de eventos».

No obstante, «como ocurre muchos miles de millones de veces, la continua producción de pares en el horizonte de eventos está sacando energía del agujero negro».

«Entonces, como consecuencia, después de miles de millones de años, el agujero negro se evaporará: habrá cedido toda su energía al fenómeno de producción de pares y desaparecerá».

Para tener una noción de tiempos, según la NASA, un agujero negro estelar ―o sea, del tamaño más pequeño probado hasta hoy― tardaría decenas de veces la edad actual del universo en evaporarse.

Pero esto no quiere decir que haya que esperar todo ese tiempo para probar la radiación de Hawking de forma experimental.

El Nobel que no fue

Uno de los mayores esfuerzos experimentales para detectar la radiación de Hawking está a cargo de la NASA.

Funeral de Hawking en la Abadía de Westminster
Hawking murió el 14 de marzo de 2018 a los 76 años y tuvo un emotivo funeral, además de numerosos tributos.

«En junio de 2008 la NASA lanzó al espacio el telescopio Fermi, que tiene como objetivo hacer un mapa de las fuentes de rayos gamma, las fuentes de luz en el universo», cuenta Herrera Corral.

«Hawking dijo que podrían existir agujeros negros primordiales que se evaporarían y, al hacerlo, emitirían una radiación que esperamos ver con la sonda espacial Fermi», explica.

Por otra parte, continúa el físico mexicano, el Gran Colisionador de Hadrones del CERN «ha estado buscando la radiación que podrían emitir micro agujeros negros que se produzcan en las colisiones y que, al evaporarse, se desintegren en un montón de partículas que podrían ser vistos en los detectores».

A pesar de estos y otros intentos, han pasado más de 50 años desde que Hawking describió su radiación y aún no ha sido observada.

Como dijo en su charla, desatando la risa del público: «Es una lástima, porque si lo hubieran logrado, yo habría ganado el Premio Nobel».

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64.000 archivos sobre JFK en 24 horas: así fue la lucha de los funcionarios de Seguridad Nacional para liberar los documentos…


Durante décadas, tanto historiadores como teóricos de la conspiración han exigido más información sobre la muerte del presidente John F. Kennedy.

The New York Time(T.Page/M.Haberman)/El equipo de seguridad nacional del presidente Donald Trump quedó atónito y se vio obligado a actuar rápidamente después de que el mandatario anunciara el lunes que haría públicas 80.000 páginas de documentos relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy con solo 24 horas de anticipación.

Los funcionarios del gobierno llevaban trabajando en la divulgación de los documentos desde enero, cuando Trump firmó una orden ejecutiva para que se hiciera. Pero ese proceso aún estaba en marcha el lunes por la tarde, cuando Trump, durante una visita al Centro John F. Kennedy de Artes Escénicas, dijo que los archivos estarían disponibles al día siguiente.

El martes por la tarde, cuando alrededor de 64.000 archivos se hicieron públicos —menos de los que Trump había calculado—, algunos de los principales funcionarios de seguridad nacional del país habían pasado horas intentando evaluar cualquier posible peligro bajo una presión de tiempo extrema.

John Ratcliffe, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés), había estado insistiendo a altos funcionarios del gobierno en que algunos documentos no tenían nada que ver con Kennedy y habían sido elaborados décadas después del asesinato, según cuatro personas con conocimiento de las conversaciones.

Quería asegurarse de que los demás funcionarios estuvieran plenamente conscientes de lo que contenían los archivos y de que no los tomaran desprevenidos, pero dejó claro que no trataría de impedir la publicación de ningún archivo, dijeron estas personas, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir deliberaciones internas delicadas.

Poco después de que Trump hablara el lunes por la tarde, los funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por su sigla en inglés) convocaron rápidamente una reunión para trazar un plan que permitiera hacer balance de los documentos que quedaban por publicar. La publicación debía coordinarse con la Administración Nacional de Archivos y Registros.

Algunos funcionarios expresaron su preocupación por las consecuencias imprevistas de precipitar la publicación de los archivos, incluida la revelación de información personal delicada, como los números de Seguro Social de personas que seguían vivas, dijeron.

Los funcionarios implicados en el proceso de desclasificación dijeron que el número de archivos se había ampliado enormemente a lo largo de muchas décadas porque, con cada investigación sobre material relacionado con Kennedy, información que no tenía nada que ver con el presidente asesinado ha quedado incluida bajo esa categoría.

En algunos casos, eso incluye documentos creados décadas después de su muerte, según una persona con conocimiento del proceso.

“El presidente Trump prometió hacer públicos todos los archivos sobre JFK y lo está cumpliendo”, dijo en un comunicado Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca. “Cualquiera que se sorprenda por esto no ha estado prestando atención o ha sido deliberadamente ignorante”.

Cuando se le preguntó el lunes si sabía lo que había en los archivos, Trump dijo que había “oído hablar de ellos”, pero que no había recibido un resumen ejecutivo.

“No voy a hacer resúmenes”, dijo.

Portavoces del Consejo de Seguridad Nacional y de la CIA declinaron hacer comentarios. Un portavoz de los Archivos Nacionales no respondió a una solicitud de comentarios.

Durante décadas, tanto historiadores como teóricos de la conspiración han exigido más información sobre la muerte de Kennedy. Una ley de 1992 obligaba al gobierno a hacer públicos los documentos relacionados con el asesinato en un plazo de 25 años, con excepción de los documentos que pudieran perjudicar la seguridad nacional.

En 2017, Trump hizo públicos algunos documentos adicionales, pero también dio más tiempo a las agencias de inteligencia para evaluar los archivos e incluir censuras. Tucker Carlson, antigua personalidad de Fox News y colaborador de Trump, dijo que el presidente se había arrepentido de esa decisión, y Trump ha planteado su esfuerzo por hacer públicos los documentos como el cumplimiento de una antigua promesa al pueblo estadounidense.

Hace apenas unos años, Trump dijo que no tenía mucho interés en los archivos, que los historiadores y muchos de sus colaboradores han querido ver durante décadas. En una entrevista con un periodista del New York Times en septiembre de 2021, Trump dijo no sentir “tanta curiosidad” por los documentos.

“La razón por la que lo hice fue porque me pareció apropiado”, dijo, explicando por qué intentó desclasificar los archivos durante su primer mandato. “Cuando tienes algo que es tan sagradamente secreto, realmente hace que suene muy mal. Creo que quizá acertaron, probablemente acertaron. Dejemos que la gente lo examine”.

Pero muchas personas de la órbita de Trump, entre ellas Carlson y el asesor político más antiguo de Trump, Roger Stone Jr., llevan años presionando al presidente para que ordene la publicación de todos los archivos.

“El tipo que se sentaba en su escritorio fue asesinado, y todos los presidentes posteriores han ocultado por qué y quién lo hizo”, dijo Carlson en una entrevista el martes. “¿Cómo se puede vivir así?”.

El asesinato de Kennedy ha alimentado teorías conspirativas durante mucho tiempo, incluidas algunas que el propio Trump ha consentido. También ha utilizado el interés en torno al asesinato cuando le ha resultado políticamente conveniente.

Cuando Robert F. Kennedy Jr., cuyo padre también fue asesinado, apoyó a Trump en agosto, este renovó su promesa de hacer públicos todos los documentos relacionados con los asesinatos de ambos Kennedy y de crear una comisión independiente para estudiar los intentos de asesinato, incluido el de Trump en Butler, Pensilvania, el año pasado.

“Este es un homenaje en honor a Bobby”, dijo Trump.

Qué contienen los documentos desclasificados relacionados con el asesinato  de John F. Kennedy?
Documentos relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963 se muestran después de que fueran liberados tras una orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Washington DC, 18 de marzo de 2025.

Y añadió: “Nunca me había pedido tanta gente: ‘Por favor, señor, haga públicos los documentos sobre el asesinato de Kennedy’, y vamos a hacerlo”.

Durante la campaña presidencial de 2016, Trump afirmó en un momento dado que el padre del senador Ted Cruz, por Texas, había estado con Lee Harvey Oswald poco antes del asesinato del presidente Kennedy.

“Sabes, su padre estuvo con Lee Harvey Oswald antes de que Oswald fuera… ya sabes, tiroteado”, dijo Trump a Fox News en una entrevista en mayo de 2016, cuando se enfrentaba a Cruz por la candidatura republicana. “O sea, todo el asunto es ridículo. ¿Qué es esto, no? Antes de que le dispararan, y nadie lo menciona. Ni siquiera hablan de eso. Se informó de ello y nadie habla de eso. Pero creo que es horrible”.

Aunque los documentos fueron publicados apenas hace unas horas – y podría tomar meses para que su análisis en profundidad sea completado – historiadores y expertos en el asesinato del exmandatario (1961-1963) advierten que la última ronda de desclasificación no incluye indicios que cambien la narrativa ya conocida sobre el crimen.

Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia y autor de un libro sobre el magnicidio de JFK, mencionó que muchos de los documentos revelados podrían ser reediciones de materiales ya publicados con anterioridad.

«Es casi seguro que la gente que espera grandes cosas quedará decepcionada», detalló Sabato.

Históricamente, el asesinato de JFK ha estado envuelto en un halo de misterio eterno, debido a la extrañez del caso. La conclusión del Departamento de Justicia y otros órganos federales atribuyen el asesinato del expresidente a un solo tirador, Lee Harvey Oswald, quien disparó tres veces en contra del auto descapotable en el que Kennedy era transportado en una calle de Dallas. 

Una parte del público estadounidense —y mundial— desconfía de la versión oficial, dando espacio a la creación de decenas de teorías de la conspiración que suman al misterio de la muerte de JFK. Desde conspiraciones sobre un ‘inside job’ planeado desde la CIA hasta el involucramiento de la extinta Unión Soviética en el asesinato del expresidente.

Sin embargo, las primeras revisiones de los documentos rechazan algunas de las teorías más populares. Uno de los archivos descarta que Oswald hubiera sido un agente secreto ruso de la KGB que tuviera instrucciones desde Moscú para matar a Kennedy; otro rechaza el involucramiento de Fidel Castro en el asesinato. 

«Parece más probable que Castro podría intensificar su apoyo a las fuerzas subversivas en América Latina», dice uno de los documentos, que pone en duda la posibilidad de que el expresidente cubano arriesgara su Gobierno por una guerra en contra de Estados Unidos.

La liberación de los documentos en relación con el asesinato de Kennedy es parte de una de las políticas trumpistas más resonadas en su campaña presidencial, cuando se comprometió a desclasificar decenas de archivos sobre temas controversiales en la historia del país. En las primeras semanas, Trump firmó un decreto para hacer públicas decenas de documentos sobre el asesinato de Martin Luther King. 

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Marie Lafarge, la envenenadora que inspiró Madame Bovary…


Marie Lafarge
Litografía de Marie Lafarge en blanco y negro, publicada por Henry Colburn en 1841.

JotDown(A.M.Fano) — El 1 de octubre de 1856 el escritor francés Gustave Flaubert publicaba en la Revue de Paris la que se después convertiría en la primera obra del realismo en este país, Madame Bovary.

Titulada originalmente Madame Bovary, moeurs de province (Madame Bovary, costumbres provincianas), anticipó algunas de las técnicas narrativas que pasarían a emplearse por autores de toda Europa a lo largo del siglo XX en una historia que narraba el relato de Emma, una joven casada con Charles Bovary, con quien nunca llegó a sentirse verdaderamente satisfecha y que le impidió saciar sus numerosas ambiciones e inquietudes personales.

Aunque hay quien dice que Flaubert tomó como inspiración para su obra la biografía de Veronique Delphine Delamare, mujer que terminó con su vida en 1848 tras años de infeliz matrimonio, en realidad la mujer a la que verdaderamente debemos esta trágica historia recibe el nombre de Marie Fortunée Capelle, conocida por su nombre de casada, Marie Lafarge.

Capelle fue sentenciada a cadena perpetua y exposición pública en 1840 por haber envenenado a su entonces marido Charles Lafarge suministrándole arsénico.

Si bien nunca llegó a probarse con certeza que hubiera llevado a cabo los hechos por los que se le acusaba, ya que muchas de las pruebas contra ella eran poco sólidas, entre otros motivos por la carencias de la época en materia de avances en toxicología, el llamado caso Lafarge suscitó toda una oleada de debate, que continúa dándose en la actualidad, sobre la crisis de credibilidad de las mujeres y el cuestionamiento eterno de sus testimonios.

Pero también ha evidenciado la pervivencia, en el siglo XIX, de una mentalidad todavía anquilosada en la Edad Media, donde la Inquisición mantuvo un papel fundamental a la hora de criminalizar y demonizar a todas aquellas mujeres que renegaban de su tradicional papel de esposa obediente y fiel. 

En el momento en que el caso trascendió públicamente, Francia quedó dividida entre quienes defendían la inocencia de la joven y quienes la tildaban de una mujer fría, malvada y calculadora, lo que parecía legitimaba cualquier tortura y pena injusta que pudiera recaer sobre ella.

Para que cada lector pueda individualmente trazar una conclusión sobre quién fue realmente Marie Lafarge, es preciso que conocer su historia de vida y el contexto sociocultural en el que vivió, del que Flaubert (pero también otros realistas como Émile Zola, Juan Valera o Pérez Galdós) se hace eco a través de los personajes de su obra.

Cuando se indaga en la biografía de Lafarge, una se encuentra con la presencia de muy distintas versiones relativas a ciertos episodio. Por ejemplo, algunas investigaciones atribuyen la causa de su muerte en prisión en Ornolac-Ussat-les-Bains (donde escribiría su autobiografía Heures de prison) a los treinta y siete años a la tuberculosis, enfermedad epidémica en todo el país, mientras que otras voces aseguran que la joven se suicidó.

Marie Fortunee Capelle, Marie Lafarge (Madame) (1816-1852) French criminal  in her prison - Engraving in 'Causes celebres de tous les peuples' by  Armand Fouquier (1817-18?) 1858-1867 - private collection

Sí sabemos que nació en París un 15 de enero de 1816, apenas unos años después de que la Inquisición fuera suprimida como tribunal.

Hija de padre coronel de artillería de la Guardia Imperial, fallecido cuando ella tan solo tenía doce años y de madre de ascendencia noble, puesto que era hija de Philippe-Egalité, duque de Orleans, padre del futuro rey Luis Felipe, se crio en el seno de una familia aristocrática, lo que le permitió recibir una exquisita educación, un lujo reservado tan solo a unas pocas privilegiadas en aquella época.

Marcada por una constante curiosidad y sed de adquirir nuevos saberes, recibió clases de literatura y música en una escuela para señoritas adineradas y se caracterizó por ser una joven muy cultivada intelectualmente.

Sin embargo, las pretensiones de seguir con su formación y un futuro en el que poder aprender nuevas disciplinas se vieron pronto truncadas cuando, a principios de 1839, a sus veintitrés años, conoció a Charles Pouch-Lafarge, maestro herrero de Correze e hijo de un pequeño magistrado de provincias.

Sobre su primer encuentro, que a él le produjo un enamoramiento inmediato, ella escribiría posteriormente en sus memorias que su impresión fue bastante más negativa:

«Mi tía me había vestido con los colores que mejor me sentaban […] Estaba bastante guapa cuando me presentaron al señor Lafarge y pronto me di cuenta de que le gustaba. Mi primera impresión no fue tan favorable. El señor Lafarge me parecía muy feo». 

No obstante, no fue el aspecto físico del que se convertiría ese mismo año en su futuro marido lo que más la decepcionó de su matrimonio. Según varios historiadores, la finca en Correze, ciudad natal de Charles, donde la pareja se trasladó tras celebrarse la boda, estaba decrépita, en condiciones insalubres y las forjas estaban infestadas de ratas, sumándose a que su familia política siempre tuvo recelos hacia ella, lo que hacía que a menudo la trataran con desprecio.

Además, su marido no disponía de formación intelectual de ningún tipo, lo que implicaba que la joven, mucho más inquieta él, se sintiera frustrada y aburrida, enclaustrada entre cuatro paredes mohosas y obligada a ejercer de esposa prácticamente de la noche a la mañana por voluntad de sus tías, las únicas deseosas de que iniciara la vida conyugal muy a pesar de que sus verdaderos anhelos distaban mucho de todo aquello.

Un día, mientras Charles se hallaba de viaje de trabajo en París, este recibió unos pasteles de parte de su mujer. Estos dulces, según cuentan, contenían en su interior altas dosis de raticida (el tipo de veneno varía en función de la versión), razón por la que el hombre comenzó a vomitar tras comerlos y a los pocos días cayó enfermo hasta morir entre enormes dolores el 14 de enero de 1840.

El cuñado de Marie Lafarge, que nunca había tenido una buena relación con la joven, al igual que el resto de su familia, la acusó de envenenar a Charles y envió una carta al fiscal acusándola de haber asesinado a su marido con arsénico, un químico que sin embargo está presente en el esqueleto humano de forma natural. 

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Ese mismo año, y sin apenas pruebas de que hubiera depositado veneno en los pasteles de su marido, Lafarge fue condenada a trabajos forzados con cadena perpetua y a exposición pública. 

Con el paso del tiempo se ha llegado incluso a especular sobre el hecho de que su familia política la avistó en una ocasión poniendo unos «polvos sospechosos» en la comida de su marido y también que contactó con un médico para adquirir veneno para animales, aunque ninguna de estas afirmaciones ha sido corroborada.

El hallazgo, durante el registro de la vivienda que compartían, de varias latas de raticida que Lafarge podría haber usado para acabar con las innumerables ratas que habitaban en la casa, sirvió para sostener la tesis de que la joven había sido responsable de la intoxicación de su marido, en un momento en el que la ciencia forense y la toxicología estaban todavía en una fase muy primigenia.

Así pues, tras la celebración de diecisiete audiencias entre el 3 y el 19 de septiembre de 1840 y después de la interrogar hasta a ciento cincuenta «testigos», el tribunal de primera instancia de Tulle, compuesto enteramente por varones, la condenó a cadena perpetua con trabajos forzados y exposición pública en la plaza de Tulle.

A Lafarge se le aplicó el Código Penal de 1822, que recogía el supuesto de envenenamiento criminal con bebidas o sustancias nocivas y venenosas «que a sabiendas se hayan aplicado a la persona asesinada o se le hayan hecho tomar, de cualquier modo que sea».

De este modo, según el código, si la víctima fallecía era impuesta automáticamente la pena de muerte, mientras que si el veneno tan solo causaba enfermedad la pena rondaba entre los quince y veinticinco años de trabajos públicos.

  • De hechiceras a envenenadoras: el mito transhistórico de la mujer misándrica 

Llegados a este punto, cabe preguntarse ¿cometió Lafarge los hechos por los que, sin apenas pruebas científicas, se la condenó? ¿De haber sido así, qué otras opciones podría haber tenido una mujer en la Francia del siglo XIX para escapar de la cárcel que suponía el matrimonio?

O, dicho de otra manera, ¿es posible llegar a empatizar de algún modo con ella en caso de que fuese cierto que envenenó a Charles Lafarge? Durante este siglo no fueron escasas las ocasiones en que las mujeres con afán de independencia eran sospechosas de envenenamiento.

De hecho, la profesora de Historia Moderna y Contemporánea en la Universidad de Valladolid, Sofía Rodríguez Segador, desarrolla en su trabajo ¿Mujeres envenenadoras? Violencias femeninas en el siglo XIX el extraordinario interés que se desarrolló a lo largo de esta centuria por el delito de envenenamiento, coincidente, por un lado, con el auge de avances en toxicología y criminología, y por otro, con la proliferación de publicaciones científicas especializadas, lo que produjo una fascinación social sin precedentes por los crímenes relacionados con el suministro las sustancias químicas tóxicas. 

El juicio levantó gran expectación entre la sociedad y la prensa francesa de la época, que abarrotaba a diario la sala donde se celebraba.

En ese progreso científico que tanto cautivó a la población francesa de mediados del siglo XIX fue fundamental la labor del eminente médico y químico Mateu Orfila i Rotger, cuyas pruebas químicas, como su célebre test de Marsh, se emplearon en el juicio para condenar a Lafarge. Orfila introdujo la toxicología forense en el ámbito judicial y llegó a publicar tratados considerados reveladores para el mundo de la ciencia como su Traité des poisons tirés des règnes minéral, végétal et animal ou toxicologie

El interés sobremedido en la detección de los envenenamientos como parte de ese progreso científico derivó en que la sociedad francesa tuviera una noción desproporcionada del número de casos vinculados a delitos por suministración de substancias tóxicas, hecho que generó a posteriori una innecesaria alarma social: en realidad estos casos eran marginales y por tanto nada representativos de la realidad, si bien sirvieron para consolidar y perpetuar descaradamente el mito de la mujer misándrica.

Las mujeres, de este modo, continuarían, quizás ahora con más fervor, siendo las «eternas sospechosas» de una sociedad que ya las concebía inherentemente vengativas, calculadoras y malhechoras.

Como menciona Laure Adler (quien, aunque empatiza con la historia de Lafarge, defiende la posible veracidad de la sentencia condenatoria) en L’amour à l’arsenic. Histoire de Marie Lafarge, publicado en 1985, los medios de comunicación resultaron los mejores aliados del sistema y durante esta centuria llevaron a cabo toda una campaña de difusión de esa imagen demoníaca de las mujeres a través de noticias que revivían el histórico estigma de la mujer como ser maligno.

Entre las múltiples coberturas informativas sobre supuestos casos de envenenamiento en Francia figuró el caso de Marie Lafarge, que resultó ser un tema muy jugoso para los cronistas del país, que cubrieron el proceso judicial.

La transmisión informativa de un relato siempre inculpatorio y criminalizante hacia las mujeres «rebeldes» contribuyó sin duda a asentar en el imaginario público estas ideas infestadas de misoginia.

La casa de la familia Lafarge, le Glandier, era una antigua abadía cartuja desamortizada adquirida por el padre de Charles en 1817.

La historia de Lafarge no es tan distinta a la de todas aquellas brujas que, como describe Silvia Federici en Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, fueron condenadas a morir en la hoguera acusadas de hechicería durante la era medieval. Lafarge no fue juzgada por la Inquisición, ya que esta había sido suprimida definitivamente a principios de siglo, pero el fantasma de este tribunal junto con la opresiva moral cristiana seguían permeando de igual manera en la sociedad francesa.

Los jueces del Santo Oficio mutaron progresivamente en otras instancias con distinto nombre, aparentemente más modernas, pero a fin de cuentas igualmente opresivas para las mujeres.

Ellas continuarían siendo miradas con desconfianza y severidad por, al igual que había ocurrido con sor Juana Inés de la Cruz dos siglos atrás, desafiar las bases del sistema en pos de su libertad y autonomía, incluso su inquietud intelectual, frente a la sentencia de muerte que suponía en este sentido la vida conyugal.

Como se pone de manifiesto en la investigación llevada a cabo por M.ª José Collantes de Terán de la HeraLa mujer en el proceso inquisitorial: hechicería, bigamia y solicitación, una acusación frecuente a las mujeres consideradas herejes en la Edad Media era el envenenamiento, o incluso la fabricación de pócimas y elaboración de encantamientos o hechizos para solventar así los problemas propios del matrimonio y la convivencia. 

Esta cacería infundada ha actuado como forma transhistórica de castigar el asociacionismo entre mujeres y la transmisión colectiva de saberes, precisamente porque ambas cosas suponían puras estrategias de resistencia femenina.

Un siglo más tarde, a estas mujeres transgresoras dejarían de ser denominadas herejes o hechiceras (en todo caso el término derivó en cierto modo a ‘envenenadoras’) aunque sí seguirían siendo consideradas como tales a ojos de la sociedad. Adler llega al quid de la cuestión cuando afirma que «el asunto Lafarge ha ido mucho más allá de las noticias ya que conlleva el análisis del analizan el funcionamiento del sistema judicial, el papel de la medicina forense, el papel de la prensa y ¡la desgracia de ser una mujer guapa, culta, atractiva e inteligente en 1840!». 

Marie Lafarge
Adrien Pleytel, L’Humour au palais. Paris, A. Michel, 1925.

  • Una fundación francesa persigue, dos siglos después, demostrar su inocencia

A pesar de que la historia de Lafarge ha trascendido históricamente como la de una suerte de Circe moderna (este personaje homérico parece ser el antecedente más lejano del mito de la mujer malhechora que tanto ha fascinado a lo largo de la historia de la humanidad), el tiempo parece haberle concedido el lugar que merece.

Incluso quienes no afirman creer con absoluta certeza en su inocencia, admiten que Lafarge fue una de tantas mujeres que tuvo que hacer uso del ingenio para sobrevivir a un sistema que la estaba matando en vida y que la impedía sencillamente ser

Entre las personas y colectivos que, tras haber leído la biografía de Lafarge, han visto clara la ausencia de pruebas firmes contra ella, se encuentra la Asociación Marie Cappelle-Lafarge, situada en el departamento de Ariège. Esta asociación pide actualmente que sea demostrada, aun tiempo después de su fallecimiento, su inocencia.

En 2011, con la ayuda de un bufete de abogados parisino, el grupo consiguió recopilar un expediente exhaustivo que señalaba los errores e incoherencias científicas que se cometieron durante el juicio de la joven en 1840.

Estas investigaciones fueron presentadas ante el Ministerio de Justicia francés y, aunque en caso de confirmarse su certeza no conseguirían devolver a la vida a Lafarge, sí rehabilitarían socialmente a la joven, tan injustamente tildada de asesina en sus tiempos.

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Historia de la rueda…


National Geographic(C.Vacas)/Muy Interesante(E.M.F.Aguilar/D.Torregrosa) — Preguntas como quién se comió la primera ostra o quién inventó la rueda son cuestiones que nunca vamos a poder resolver. Así que, centrándonos en el tema de la rueda, solo nos queda echar la vista atrás y ver cómo ha ido evolucionando aquellas primeras piedras agujereadas hasta los rovers que exploran Marte.

Los egipcios y los mesopotámicos usaban los rodillos para construir sus pirámides y hacer rodar su equipo pesado, y los polinesios para mover las estatuas de piedra moai en la Isla de Pascua. Pero los rodillos no son muy eficientes. La solución -y el golpe de genialidad- fue el eje. El eje más antiguo que se ha descubierto no está en una carreta, sino en un torno de alfarero de Mesopotamia.

Sin embargo, existe otro gran salto evolutivo entre el torno de alfarero y un juego de ruedas sobre un objeto rodante…

La rueda es uno de los inventos más revolucionarios de la historia de la humanidad. Este elemento que hoy damos por sentado fue el que permitió, por ejemplo, desplazar cargas a largas distancias, fomentar la comunicación entre regiones lejanas y, con ello, configurar la civilización tal y como la conocemos hoy: con un comercio próspero, con sistemas de transporte avanzados y con tecnologías que nuestros antepasados jamás habrían imaginado. 

Por su importancia, no es de extrañar que los arqueólogos hayan indagado extensamente sobre el origen de esta pieza mecánica. Hasta ahora, la teoría más reciente apuntaba a que la rueda se habría inventado en los montes Cárpatos hace unos 6.000 años: así lo sugería un hallazgo publicado por la Royal Society en 2024, que se enfrentaba a la datación de la Rueda de las Marismas, considerada la más antigua de la historia.

Sin embargo, y para más énfasis, una nueva teoría ha vuelto a desafiar lo que creíamos saber sobre la rueda: investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén han descubierto en Israel un conjunto de espirales de husillo de piedra que fueron utilizadas para hilar fibras en hilo, y que habrían sido clave en la elaboración de tecnologías rotacionales.

Espirales de husillo datadas de hace 12.000 años.

– Espirales de husillo Datadas de hace unos 12.000 años

Las piezas fueron recuperadas en la excavación de Nahal-Ein Gev II, en el norte de Israel, y fueron posteriormente analizadas por el equipo mediante metodologías 3D, las cuales revelaron que databan de hace unos 12.000 años: es decir, el hallazgo sitúa la invención de estas ruedas primitivas en la cultura natufiense, extendida por el Próximo Oriente entre el Epipaleolítico Final y el Mesolítico. 

Carros, coches, prensas de aceite o molinos están formados por objetos circulares unidos por un eje, pensados para convertir el movimiento lineal en giratorio. Y esto es precisamente lo que revelaron los arqueólogos sobre las piezas encontradas: todas ellas, que sumaban un total de 113 y que estaban hechas en su mayoría de piedra caliza, presentaban una forma circular y un agujero central. 

Guijarros perforados encontrados en Nahal-Ein Gev II.

El estudio, publicado en la revista científica PLOS ONE, también investigó acerca del uso de estas ruedas primitivas: ¿serían herramientas de pesca? ¿Pesos de telar? ¿O quizás espirales de husillo? Esta última fue la hipótesis más respaldada por la prueba de viabilidad en 3D, que «demostró que las réplicas no solo funcionaban bien», sino que además los parámetros que sospechaban que eran desventajosos «eran realmente beneficiosos para este propósito».

– Innovación tecnológica en este yacimiento de Israel

Algo que destacan los investigadores en el estudio es que, más allá del descubrimiento de estas piezas que desafían la cronología de la invención de la rueda, el yacimiento de Nahal-Ein Gev II muestra innovaciones también en otros ámbitos: allí se han encontrado instalaciones de almacenamiento, restos de producción de yeso de alta calidad y perforadoras de sílex con mango. 

Dichos elementos evidencian la riqueza material y tecnológica de la cultura que alguna vez habito esta región y de la que hoy continúan descubriéndose aspectos fascinantes. Sin duda, un recordatorio de que todavía hoy podemos aprender de la capacidad de innovación de esos artesanos prehistóricos.

– 3500 a. C. | La invención de la rueda en Mesopotamia

Cuesta trabajo imaginar un mundo sin la rueda. La invención de la rueda en Mesopotamia, algo que podemos situar alrededor del cuarto o quinto milenio antes de nuestra era, marca uno de los momentos más cruciales en la historia de la humanidad. Esta invención revolucionó el transporte y estableció los cimientos para numerosos avances tecnológicos y culturales posteriores.

 La rueda, tan aparentemente simple en su diseño, es un testimonio vigente del ingenio humano y su capacidad para transformar la vida cotidiana.

Seguramente tuvo un origen anterior, pero la evidencia arqueológica sugiere que la rueda fue inventada por primera vez en la región de Mesopotamia, en lo que hoy es Irak y parte de Siria. Los primeros ejemplos de ruedas se remontan al 3500 a. C., durante la transición del Neolítico al Bronce. 

Inicialmente, las ruedas no se utilizaron para el transporte, sino como ruedas de alfarero, facilitando la producción de cerámica de manera más eficiente y precisa.

El desarrollo de la rueda alfarera permitió a los artesanos mesopotámicos crear vasijas y otros objetos cerámicos con mayor rapidez y uniformidad, lo que representó un avance significativo en la producción artesanal de la época.

Este primer uso de la rueda demuestra cómo una simple innovación puede tener un impacto profundo en una cultura y mejorar tanto la calidad como la cantidad de los productos manufacturados.

La adaptación de la rueda para el transporte fue un proceso gradual. Los primeros vehículos con ruedas, como carros y carretas, aparecieron alrededor del 3000 a. C. Estos primeros vehículos utilizaban ruedas sólidas de madera unidas a un eje

La combinación de la rueda y el eje permitió la creación de carros que podían ser tirados por animales, facilitando el transporte de personas y mercancías a mayores distancias.

Estandarte de Ur, donde se aprecia el uso de la rueda ya en el 2500 a. C.

Uno de los artefactos más representativos de esta evolución es el «Estandarte de Ur», una caja decorativa que muestra escenas de guerra y paz en Sumeria, datada alrededor del 2500 a. C. En este artefacto se pueden observar carros con ruedas macizas, lo que demuestra el uso temprano de la rueda en vehículos militares

Los carros representados en el estandarte tenían ruedas de madera maciza y eran tirados por onagros (asnos salvajes), lo que indica una sofisticación en la tecnología de transporte y la organización militar de la época.

La invención de la rueda tuvo un profundo impacto en la sociedad mesopotámica. Facilitó el comercio a larga distancia, lo que fomentó el intercambio de bienes y cultura entre distintas regiones

Los carros con ruedas se convirtieron en una parte integral de las economías agrícolas y comerciales, ya que permitían transportar productos como granos y mercancías manufacturadas de manera más eficiente.

Además, la rueda influyó en otros campos de la tecnología y la ingeniería. Por ejemplo, las ruedas se incorporaron en máquinas de tracción y dispositivos para levantar agua, lo que mejoró la irrigación y la agricultura. La idea de usar ruedas en mecanismos complejos allanó el camino para desarrollos posteriores en ingeniería mecánica y civil.

Los sistemas de riego y las máquinas elevadoras de agua, como las norias, se beneficiaron enormemente de la aplicación de la tecnología de la rueda, incrementando la productividad agrícola y permitiendo el desarrollo de ciudades más grandes y complejas.

La rueda se usa desde la antigüedad.

– La evolución de la rueda: de lo macizo a los radios

Con el tiempo, la tecnología de la rueda continuó evolucionando. Las ruedas se hicieron más ligeras y fuertes mediante la adición de radios y la mejora de los materiales utilizados. Estos avances permitieron la construcción de vehículos más rápidos y maniobrables, como los carros de guerra utilizados por los ejércitos de la región. 

La introducción de ruedas con radios, probablemente alrededor del 2000 a. C., fue un avance crucial que mejoró significativamente la eficiencia y velocidad de los vehículos tirados por animales.

La rueda también se adaptó para usos en maquinaria no relacionada con el transporte. Los molinos de agua y los tornos de alfarero son ejemplos de cómo la rueda se integró en diversas tecnologías para aumentar la eficiencia en la producción y procesamiento de bienes.

En los molinos de agua, las grandes ruedas giratorias convertían la energía del agua en trabajo mecánico, lo que permitía moler granos y realizar otras tareas pesadas de manera más eficiente. Esta aplicación de la rueda en la generación de energía mecánica fue un precursor de las modernas tecnologías de generación de energía hidroeléctrica.

Pero la innovación vital que convirtió a la rueda en una herramienta revolucionaria fue su combinación con el eje. Este diseño permitió que las ruedas giraran libremente mientras el eje permanecía fijo, proporcionando estabilidad y control a los vehículos.

La implementación de ejes fijos y ruedas giratorias fue un paso significativo hacia la creación de carros y carretas más eficientes. Esta innovación permitió a los vehículos soportar cargas más pesadas y moverse con mayor facilidad, lo que amplió las posibilidades de transporte y comercio.

Los sistemas de riego y las máquinas elevadoras de agua, como las norias, se beneficiaron enormemente de la aplicación de la tecnología de la rueda.

– Un invento universal

El desarrollo de la rueda y el eje también tuvo implicaciones importantes para la construcción y la ingeniería. Los antiguos ingenieros mesopotámicos utilizaron esta tecnología para crear dispositivos que facilitaban el movimiento de grandes bloques de piedra y otros materiales de construcción, lo que contribuyó a la construcción de monumentos y estructuras complejas.

Este conocimiento se transmitió a otras culturas y civilizaciones, y su impacto se extendió por toda la arquitectura y la ingeniería del mundo antiguo.

En Europa, las ruedas se incorporaron en vehículos y herramientas agrícolas que mejoraron la productividad.En Asia, la tecnología de la rueda se aplicó en la construcción de carros y otros dispositivos de transporte, así como en la maquinaria de irrigación y la manufactura. 

La rueda también desempeñó un papel crucial en la expansión de las rutas comerciales, como la Ruta de la Seda, que conectaba Oriente con Occidente y permitía el intercambio de bienes, ideas y tecnologías entre diversas culturas.

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Espías como nosotros: auge y caída del marqués de la Ensenada…


marqués de la Ensenada
Retrato del marqués de la Ensenada, por Jacopo Amigoni, c. 1750. (Museo del Prado).

JotDown(A.García) — Al fallecer Felipe V en 1746 sumido en la más completa locura, subió al trono su segundo hijo, que reinaría como Fernando VI. En aquellos momentos la España heredada por los Borbones no pasaba un buen momento, pues llevaba más de cuarenta años seguidos en guerra y estaba en suspensión de pagos.

El debut del absolutismo reformista francés no podía haber sido más deprimente; a pesar de los esfuerzos realizados, el país seguía empobrecido, atrasado y dominado por una aristocracia que se resistía furiosamente a perder sus privilegios.

Los planes de modernización apenas habían arañado la superficie de esta compleja maraña de intereses creados, y los recursos hábilmente obtenidos por ministros como Patiño se habían dilapidado en las guerras dinásticas italianas de la reina Isabel de Farnesio, firme candidata al título de personaje más inquietante de la historia de España.

No parecía que Fernando tuviera los mimbres necesarios para enderezar el rumbo de la nave: enfermizo, tímido e introvertido, no había recibido precisamente una esmerada educación —pues se suponía que reinaría su difunto hermano Luis— y no era por tanto demasiado capaz para la cosa política.

Al ser hijo de María Luisa de Saboya, primera esposa del Felipe V, la Parmesana lo veía con malos ojos. Heredero del material genético de un padre con graves problemas mentales, desarrolló pronto una obsesión insana con la idea de morir repentinamente. La Farnesio le buscó un matrimonio-alianza con Bárbara de Braganza, destinado a castigar a Francia.

Con la cara destrozada por la viruela, se cuenta que su propio padre, Juan V de Portugal, comentó que «solo sentía hubiese de salir del reino cosa tan fea». Esta pareja iba a dirigir el mayor imperio transoceánico de la época.

El reinado de Fernando ha sido tradicionalmente ignorado por la historiografía española, si alguien se pregunta el porqué, mejor que responda el ilustre Menéndez y Pelayo

Biografía de Marcelino Menéndez Pelayo - Marcelino Menéndez Pelayo
Menéndez y Pelayo

La parte más oscura de nuestra historia desde el siglo XVI, acá… de modesta prosperidad y reposada economía, en que todo fue mediano y nada pasó de lo ordinario ni rayó en lo heroico: siendo el mayor elogio de tiempos como aquellos decir que no tienen historia…   

Así escribe la historia el nacionalismo, a cachiporrazos; si no hay sangre, banderas y glorias imperiales, no hay relato.

Desde luego, la característica principal del periodo fue la ausencia de guerras; una rareza que le permitió a la exhausta España un gran respiro.

También había una serie de motivos de optimismo.

En primer lugar, el rey tenía su ramalazo autoritario borbónico, y lo primero que hizo fue mandar a su madrastra Isabel a un «retiro dorado» en La Granja de San Ildefonso, del que no salió.

Desde allí la incombustible siguió intrigando hasta el final por asegurar el patrimonio de sus hijos, pero lejos de la esfera de las grandes decisiones.

Por otra parte, la reina resultó ser una muchacha inteligente y culta, convirtiéndose en inseparable compañera de Fernando; que Bárbara no albergara grandes ambiciones supuso un cambio en la política nacional, para alivio generalizado. Y, sobre todo, Fernando se dejó aconsejar por sus ministros, auténticos artífices del breve intervalo de bonanza para la monarquía.

Dos figuras principales van a destacar por encima de los demás, dos superfuncionarios ilustrados; uno era Zenón de Somodevilla, modesto hidalgo riojano al que Patiño encontró en la Marina y protegió hasta su encumbramiento en 1743: aquel año el ministro más conocido como el marqués de la Ensenada acumulaba nada menos que las secretarías de Hacienda, Guerra, Marina e Indias.

Como le llamaba el padre Rávago, era «secretario de todo». Su figura no deja de ser controvertida, pues además de tener una personalidad bastante imponente y expansiva, sus programas de modernización van a ser muy atrevidos para la época, lo que le granjeó la enemistad de los estamentos tradicionales. 

Su colega y rival fue José de Carvajal y Lancaster, recomendado por el propio Ensenada para llevar la Secretaría de Estado, los asuntos exteriores. Carvajal no era tan extrovertido y popular como Ensenada —de hecho, era austero, humilde y reservado—, pero era igualmente ilustrado; paradójicamente en este reinado fue el exceso de ministros capaces lo que traerá problemas.

Para completar la españolización del gobierno, ambos acordaron promocionar como confesor real al jesuita padre Rávago. A diferencia de reinados anteriores, en esta ocasión tanto el monarca como su gobierno eran nacionales y se preocuparían por los intereses propios más que por carísimas aventuras europeas que habían dejado el país destrozado.

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Bárbara de Braganza. Óleo de mediados del siglo XVIII. Depósito del Museo nacional del Prado.

La prioridad para Ensenada, teniendo en cuenta que España era un imperio ultramarino, era construir una Marina decente que otorgara independencia en política exterior a base de marcar músculo y garantizara una necesaria neutralidad: en 1751 la flota española se componía de dieciocho barcos de línea y diez auxiliares, mientras que la británica acumulaba las mareantes cifras de cien y ciento ochenta , respectivamente.

Era como para echarse a llorar; el vasto imperio colonial español lo sostenía la flota francesa. Ensenada calculó un programa de rearme de sesenta de naves de línea y sesenta y cinco fragatas para hacerse respetar en Europa y aprovechar la guerra fría entre Inglaterra y Francia, así que se lanzó a la escalada bélica cual Ahmadineyyad tras un cacho de uranio.

Para todo esto se necesita mucha plata, así que Ensenada se arremangó, leyó muchos papelotes y estudió mucho sobre el sistema fiscal español, del que concluyó que «compónese esta [la estructura fiscal] de varios ramos, pareciendo que los más de ellos han sido inventados por los enemigos de la felicidad de esta monarquía».

Efectivamente, los impuestos sobre el tabaco y las aduanas no rendían lo suficiente debido a la corrupción, y otros como las alcabalas y los millones eran esencialmente injustos, pues el importe a recaudar era decidido por las clases pudientes y lo pagaban los humildes.

Lo peor es que gravaban el consumo de productos básicos, por lo que la mayor parte de la población, que además pagaba todo tipo de diezmos a sus señores, vivía en la miseria. La recolección de estas rentas provinciales se fiaba a agentes privados que se lucraban a manos llenas cometiendo fraude sistemático.

Finalmente, los altísimos aranceles sobre el comercio de la plata lo único que fomentaban era la difusión del contrabando. 

Ensenada introdujo orden en este caos, e inspirándose en las medidas de Patiño en Cataluña, parió una reforma fiscal basada en el sentido común: sustituir todos por un impuesto unificado sobre la renta y no sobre el consumo, y por tanto proporcional al patrimonio, que se pagaría sin atender a exenciones y prebendas.

Para ponerlo en marcha era obligado conocer cómo estaba el reparto de la riqueza nacional, así que se realizó la prueba piloto de un catastro en Guadalajara. Ensenada tuvo que vencer una feroz resistencia de los estamentos tradicionales y esgrimir todas sus cifras en los morros del rey para sacar adelante su Proyecto de Única Contribución, de una modernidad sin precedentes. El catastro salió adelante en Castilla, se realizaron los cálculos y cuando estaba todo listo, sus enemigos consiguieron paralizar el proyecto en 1754.

Pero este plan era a largo plazo y se necesitaban ingresos inmediatos, así que Ensenada se aplicó fuerte. Las rentas provinciales pasaron a manos del Estado, por medio de la figura del Intendente, ahora enfocado en tareas fiscales. Se rebajó el impuesto de la plata y se metió la tijera en los gastos, sobre todo los de la Casa Real, que eran bastante escandalosos: un número abultado de criados y sirvientes reales, mecenazgo de las artes (Farinelli y Scarlatti vivían en la corte a todo trapo)…

ESTAMPAS DE ARANJUEZ: LA FLOTA DEL TAJO
La flota del tajo

Los monarcas disponían incluso de una flotilla de quince barquitos, la escuadra del Tajo, que navegaba por el canal de Aranjuez para su divertimento. Por último, no menos importante para las finanzas reales era la paz internacional y el mantenimiento de la neutralidad. Con todas estas medidas, Fernando VI superó el déficit y acabó el reinado con trescientos millones de reales en el bolsillo, cantidad mayor de la que había dispuesto cualquier otro monarca español —según el embajador inglés—.

Pero una cosa es disponer del dinero para construir una flota, y otra es equiparse de lo necesario para su buen funcionamiento. El plan de Ensenada incluía abrir grandes astilleros en El Ferrol, Cádiz, Cartagena y La Habana; para ello necesitaba un equipo técnico de altura, así que mandó al ingeniero Jorge Juan a Inglaterra para estudiar sus técnicas de fabricación naval y reclutar a cuantos especialistas pudiera, enviándolos a España de tapadillo.

Encargo que este espía industrial realizó eficientemente; unos cincuenta técnicos británicos empezaron a trabajar en el proyecto de rearme hispano. Parecida misión se le encargó a Antonio de Ulloa, pero en Francia. La mezcla de ingenieros ingleses y españoles y la indefinición entre adoptar el modelo de construcción anglosajón o francés arrojó desiguales resultados, pero todo avanzaba viento en popa.

La construcción naval era una industria compleja, y necesitaba de pertrechos de todo tipo, desde madera hasta brea y cáñamo, metal, cañones… además de ingentes cantidades de «capital humano». El estado de la marinería española era lamentable; dado el abandono de la flota comercial, cantera de la Marina de guerra, faltaban miles de oficiales y marineros aptos.

En un país que carecía de una industria digna de tal nombre, el marqués de la Ensenada necesitaba por lo menos cuarenta mil personas para trabajar en los astilleros. La única solución parecía pasar por el problema de «los vagos».

En la España de la época, la vida para la población campesina era prácticamente insostenible, entre impuestos abusivos, miseria y régimen señorial. Muchos optaron por huir a las ciudades; pedir limosna no les mejoraba demasiado la existencia, pero les eximía de partirse el lomo sobre el arado.

Por ello las ciudades españolas estaban plagadas de «vagos» (Madrid llegó a alcanzar el 40 %) que preferían la misma pobreza, pero sin tanto esfuerzo. Ensenada realizó varias levas de estos vagos y de convictos y los puso a trabajar forzosamente en las nuevas instalaciones de la Marina. 

Es aquí donde se produjo el episodio chusco conocido como la Gran Redada o Prisión general de gitanos. Además del fuerte prejuicio racial, en su mayoría eran nómadas no sujetos a ningún régimen señorial, estando por ello en el punto de mira de las autoridades, que idearon distintos planes para su sedentarización. Cuando el marqués de la Ensenada accedió al poder había un proyecto para poner a gitanos errantes a trabajar en los astilleros.

Miles de gitanos fueron detenidos y separados de sus familias. La operación terminó con cientos de recursos por detenciones erróneas mientras los responsables de los astilleros iban liberándolos porque no les eran útiles. En definitiva, un caos y una chapuza. Esta actitud poco humanitaria contrasta con las obras públicas emprendidas por el marqués de la Ensenada para mejorar las infraestructuras y «calidad de vida» de la población (y de futuras industrias): los caminos de Santander y Guadarrama, o el canal de Castilla son proyectos suyos. 

Ferdinand VI of Spain
Retrato de Fernando VI por Louis-Michel van Loo. (Museo del Prado).

Pero la orientación de la política interior chocaba con las ideas de Carvajal. Ensenada era partidario de abrir el monopolio gaditano permitiendo el comercio americano desde cualquier puerto peninsular, mientras que el secretario de Estado prefería centrarse en establecer industrias manufactureras para vender en las colonias, a pesar de que no disponía de personal para ello.

No era la única fuente de fricción: la más grave giraba alrededor de los asuntos exteriores, siendo Ensenada partidario de la neutralidad profrancesa como contrapeso a la flota británica. Los ingleses acechaban el comercio americano y los españoles tenían algunos contenciosos con ellos, como la tala de madera de Campeche, la pesca en Terranova y sobre todo la cuestión de Gibraltar y de la colonia portuguesa de Sacramento, hoy Uruguay.

En cuanto estallara la previsible guerra entre Francia e Inglaterra, el acercamiento a la primera era imperativo. Carvajal sin embargo deseaba una neutralidad estricta más próxima a Gran Bretaña. Entre ambos se fue desarrollando una rivalidad tanto política como personal, aglutinando alrededor de su persona dos facciones de adeptos que iban colocando aquí y allá en el eterno juego de la política.

A pesar de este conflicto entre los dos hombres fuertes del Estado, la recuperación económica y la carrera armamentística llevaban un buen ritmo, para alarma de Inglaterra. Su embajador, Benjamin Keene, era un individuo muy experto que conocía el país a la perfección y se movió hábilmente para contrarrestar los planes españoles. Para ello se sirvió de unas cuantas estratagemas y de las consecuencias de un grave problema diplomático que involucraba a la colonia de Sacramento.

Esta le hacía un enorme daño económico a España, puesto que era utilizada por la alianza anglo-portuguesa como base para el contrabando por el río de la Plata, de donde accedían al metal que venía del Alto Perú. Se había intentado arreglar el asunto a guantazos sin resultados, pero en 1750 y apoyándose en las buenas relaciones con los lusos, Carvajal consiguió la firma del Tratado de Madrid por el que Portugal cedía Sacramento a cambio de unas posesiones españolas en las costas de Brasil. 

El problema es que en dichas posesiones había siete misiones jesuíticas entre los guaraníes, y la cesión suponía el traslado forzoso a miles de kilómetros al sur de unos treinta mil indios. El elevado coste moral y humano despertó protestas en España, donde muchos pensaban que se había cedido demasiado. Para colmo, los portugueses se lo pensaron mejor y tampoco se mostraron muy partidarios de cumplir el pacto.

Los jesuitas aceptaron el acuerdo a regañadientes, puesto que estaban señalados por los ilustrados y cualquier rebelión de los indios habría sido fatal para sus intereses. Los guaraníes mientras tanto se defendieron de las incursiones de los cazadores de esclavos del Brasil y de expediciones españolas y portuguesas, siendo derrotados y desplazados a sus nuevas tierras.

Algunas amargas cartas de protesta de los jesuitas indianos fueron interceptadas y usadas como carnaza en la lucha política para demostrar una «traición». Ensenada se mostró públicamente en contra del Tratado, por lo que no solo se enfrentó a Carvajal, sino que quedó marcado por la oposición como amigo de los jesuitas. 

Esta brecha fue bien explotada por Keene, que estaba perfectamente al corriente de los manejos de Ensenada, objetivo número uno de los ingleses. En 1754 falleció Carvajal mientras la flota española sumaba ya cuartenta y cinco navíos de línea; era el momento oportuno para actuar. Keene utilizó para la conspiración a algunos personajes secundarios.

Uno de ellos era el duque de Huéscar, típico aristócrata hispano; todo ansias de poder y bastante poca idea de lo que hacer con él. El otro era Ricardo Wall, un diplomático y militar antijesuita de origen irlandés, que había hecho carrera en el ejército español y era íntimo de Huéscar.

Benjamin Keene - Wikipedia, la enciclopedia libre
Benjamín Keene

Ambos enemigos del ministro, así que se prestaron a denunciar al rey el plan secreto de Ensenada para armar una flota en La Habana y atacar los asentamientos ingleses en Belice, como prueba de la deslealtad del ministro.

La copia de los documentos la proporcionó la embajada británica.

Fernando VI escuchó las acusaciones contra Ensenada, a saber: el ataque planeado contra los leñadores ingleses, haber pasado a su hermanastro Carlos de Nápoles las cartas de los misioneros (Carlos era una de las voces más contrarias al Tratado de Madrid) y alinearse con Francia y los jesuitas.

En realidad, no era más que la plasmación de la conocida línea política de Ensenada, pero bastó para condenarle.

Se firmó una orden de detención contra el gran hombre; salió de su casa escoltado y marchó al exilio en Granada.

Sus partidarios fueron cayendo uno detrás de otro, incluyendo al padre Rávago. 

El gabinete que sucedió a Ensenada destacaba por su mediocridad y su ortodoxia con la tradición, en la línea de reinados anteriores. Huéscar no tenía muchas ideas concretas, ni los secretarios que se nombraron la talla política suficiente.

Se dedicaron a dejarse ir por la inercia, paralizando muchos de los proyectos reformistas, con lo que el Catastro y el desarrollo de la flota fueron por los derroteros de siempre; la ineptitud y la desidia.

Ricardo Wall, secretario de Estado, adoptó una política neutral favorable a los intereses británicos y en Londres respiraron tranquilos. De esta manera tan sencilla, mediante una escandalosa operación de espionaje y complot, una potencia extranjera hizo caer el gobierno nacional más capacitado hasta la fecha. En muy mal momento, porque el rey no solo no era capaz de engendrar descendencia, sino que daba muestras patentes de su demencia.

En 1758 falleció Bárbara de Braganza, lo que supuso un quebranto para el reino (en su testamento transfirió una importante cantidad de dinero a Portugal) y especialmente para el rey. Este trauma agudizó su melancolía; Fernando se ponía agresivo y se negaba a comer, lavarse, cambiarse de ropa o cagar. Tampoco era capaz de tomar decisiones, lo que en un gobierno absolutista paralizaba la acción ejecutiva, sobre todo con un equipo de pelotas sin iniciativa al frente.

Durante un año entero se sucedieron las escenas patéticas, con el rey intentando suicidarse y sufriendo de un atroz estreñimiento que los aterrorizados médicos trataban de paliar entre la lluvia de golpes y mordiscos que les propinaba Fernando. Cuando por fin conseguían darle algún purgante, se iba de vientre poniéndolo todo perdido, y no consentía que le cambiaran las sábanas. En 1759 y en un charco de caca, Fernando VI, el tercer rey Borbón, fallecía a los cuarenta y siete años de edad.

Al carecer de hijos, le sucedería Carlos III, a quien le faltó tiempo para venir corriendo desde Nápoles. Este monarca sí que ha pasado a la historia como un hombre capaz, ilustrado y reformista, rodeado de un halo de grandeza, aunque su hazaña más destacada haya consistido en ventilarse todo el dinero que recibió como herencia, irrumpiendo cual elefante en una cacharrería en la guerra franco-británica (que, como estaba cantado, acabó estallando en 1763).

Un digno hijo de su madre, la Farnesio, que finalmente se salió con la suya y obtuvo el triunfo apoteósico que tanto deseaba. Pero esa es otra historia.

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Cómo los eclipses han cambiado el rumbo de la historia: desde antiguas guerras hasta Cristóbal Colón…


Imagen de archivo
Cristóbal Colón usó un almanaque para predecir un eclipse lunar y logró engañar a los habitantes de Jamaica para que ayudaran a su tripulación.

BBC News Mundo(R.Fisher) — De vez en cuando, un eclipse como el lunar total que tuvo lugar esta madrugada del 14 de marzo en Norteamérica y la mayoría de Sudamérica, cambia el rumbo de eventos históricos cruciales, para bien y para mal.

En una de las primeras novelas extensamente leídas sobre los viajes en el tiempo, publicada en 1889, Mark Twain escribió sobre un hombre cuya vida fue salvada por un eclipse.

En el libro de Twain «Un yanqui en la corte del Rey Arturo», el protagonista Hank Morgan queda inconsciente y despierta en la Inglaterra del siglo VI.

Hank pronto se encuentra en aprietos y es condenado a morir quemado en la hoguera.

Para su fortuna, su ejecución queda programada para el mismo día de un eclipse.

Sabiendo que se acerca el día, Morgan engaña al rey y a su gente haciéndoles creer que él controla el Sol y la Luna.

Su conocimiento anticipado lo absuelve de la pena.

Es una historia ficticia, pero podría haberse inspirado en eventos del mundo real.

– Influencia histórica

Cristóbal Colón una vez hizo algo similar y eso pudo haberle salvado la vida.

De hecho, a lo largo de la historia, varios eclipses han ocurrido en momentos cruciales, influenciando las decisiones de las personas, cambiando el resultado de batallas e incluso transformando lo que alguna vez creíamos sobre la naturaleza del universo.

Los eclipses han influido en la humanidad de muchas maneras, convirtiéndose en parte de innumerables culturas, sistemas de creencias y mitologías.

A lo largo de los siglos, las personas han asociado estos eventos cósmicos con dioses, fuerzas trascendentales, demonios y una sorprendente variedad de animales.

En Asia occidental, por ejemplo, se veía como un dragón devorando el Sol; en Perú, como un puma. Algunos nativos americanos hablaban de un oso hambriento y los vikingos veían a un par de lobos celestiales.

Pero, en ocasiones, un eclipse realmente puede cambiar el rumbo de eventos históricos.

Mark Twain
Mark Twain involucró al protagonista de una de sus novelas con el efecto de un eclipse.

– Los relatos de Heródoto

Uno de los ejemplos más antiguos conocidos de un eclipse que provocase un cambio sucedió durante una batalla hace más de 2.000 años, según explica el escritor Mark Littmann, de la Universidad de Tennessee, quien coescribió el libro «Totality».

En un escrito del año 430 a.C., el historiador griego Heródoto relató una guerra entre los lidios, quienes ocupaban regiones de la actual Turquía, y los medos, un antiguo pueblo iraní.

Después de seis años de lucha, con empates, victorias y derrotas a ambos lados, los oponentes se encontraron nuevamente.

Sin embargo, esta vez, «el día se convirtió de repente en noche», escribió Heródoto.

«Los medos y los lidios, cuando observaron el cambio, dejaron de luchar y estuvieron ansiosos por llegar a un acuerdo de paz».

En el siglo XIX, los astrónomos determinaron que Heródoto debió estar describiendo el eclipse solar del 28 de mayo del 585 a.C., según afirma Littman.

– Las consultas de Jerjes

Otro relato de Heródoto describe cómo Jerjes, líder del ejército persa, presenció un eclipse antes de invadir Grecia.

No está claro qué eclipse podría haber visto ese año, según Littmann, pero si el relato de Heródoto es confiable, Jerjes tuvo que haberse alarmado lo suficiente como para consultar a sus sacerdotes zoroastrianos.

Supuestamente, estos le dijeron que Dios estaba advirtiendo a los griegos sobre la inminente destrucción de sus ciudades.

«‘El Sol les pronostica a ellos y la Luna a nosotros'», habrían sugerido estos sacerdotes.

«Jerjes, instruido de esta manera, continuó su camino con gran alegría en el corazón», escribió Heródoto.

Pero resultó ser un consejo terrible. Jerjes atacó con éxito Atenas, pero después de que su armada fuera destruida, no tuvo otro remedio que retirarse.

A su regreso, sus ejércitos fueron derrotados. Luego, en el 465 a.C., fue asesinado.

Sin embargo, no sería esta la última vez que un eclipse resultaría crucial.

Ilustración
Pese a las recomendaciones, Jerjes preparó su barcos para invadir Grecia.

– Los líos de Colón en Jamaica

Avancemos más de 1.000 años, y nos encontramos con Cristóbal Colón en su último viaje.

En 1503, encalló sus barcos -que se hundían en Jamaica con sus tripulaciones desesperadas – habiendo perdido la mayoría de sus anclas y con las naves carcomidas lo suficiente como para estar «llenas de agujeros como un panal», según un biógrafo.

Temiendo tanto la inanición como el conflicto, Colón prohibió a su tripulación abandonar su base y tentativamente intercambió baratijas y joyas españolas por alimentos y agua con los locales.

El peligro siempre estaba presente: uno de sus grupos de exploradores fue reducido y capturado por lugareños hostiles cuando estaba explorando el punto más al este de Jamaica.

Para empeorar las cosas, en enero de 1504, algunos miembros de la tripulación se amotinaron y huyeron a la isla.

Abusaron y se burlaron de los habitantes de la isla, robaron provisiones y «cometieron todo tipo de excesos», escribió el biógrafo de Colón.

Después de semanas con esta situación, los habitantes locales perdieron su paciencia. La tolerancia dio paso al desprecio y al odio, y el comercio de alimentos se detuvo.

Colón y la tripulación restante se enfrentaron a la inminente inanición.

Pero mientras se acercaba el fin, Colón recordó que se aproximaba un evento astronómico: un eclipse lunar.

El 1 de marzo, reunió a líderes de las comunidades locales, les reprochó el haber retirado las provisiones y les advirtió: «El Dios que me protege los castigará… Esta misma noche la Luna cambiará de color y perderá su luz, en testimonio de los males que les serán enviados desde los cielos».

Y funcionó. Los temerosos locales cedieron y proporcionaron alimentos nuevamente. Colón prometió realizar un rito que los «perdonaría».

Cristóbal Colón en Jamaica - Ilustración
Cristóbal Colón se valió de un calendario para poder controlar a los habitantes de Jamaica en su última expedición al Caribe.

Desde la perspectiva moderna, es una historia inquietante.

Es probable que los pueblos indígenas tuvieran todo el derecho a evitar a los europeos saqueadores, y ciertamente no fue diplomacia ética el usar el conocimiento científico y amenazas falsas para salirse con la suya.

No obstante, plantea la pregunta de qué habría sucedido con Colón si el eclipse lunar no hubiera ocurrido ese marzo, puesto que el rescate no llegaría hasta junio.

Tal vez habría sido mejor para su reputación si hubiera muerto en Jamaica.

El resto de su vida no fue precisamente glorioso: regresó a España con una salud física y mental deteriorada, luchando por obtener reconocimiento oficial y dinero.

Sus patrocinadores dudaron de su estado mental e ignoraron sus peticiones.

Cristóbal Colón vivió infelizmente hasta su muerte en 1506.

De manera intrigante, los eclipses lunares como el de Colón parecen influir más en momentos cruciales que los eclipses solares, según Littmann.

¿Por qué?

Esto se debe a la cantidad de personas que pueden verlos. Aunque hay más eclipses solares, los eclipses lunares duran más tiempo y son visibles para más de la mitad de la Tierra.

«Es más fácil que influyan en la historia», explica.

– El eclipse de Tecumseh

Sin embargo, un eclipse solar sí desempeñó un papel importante en la historia de Estados Unidos.

En el siglo XIX, el líder nativo americano Shawnee Tecumseh y su hermano, un autoproclamado profeta, buscaban unir a su pueblo y preservar sus tradiciones ancestrales.

El gobernador designado del territorio, William Henry Harrison, quien luego se convertiría en presidente de Estados Unidos, tenía otras ideas y comenzó a persuadir a los líderes indígenas para que entregaran sus tierras.

Él sabía que Tecumseh y su hermano se interponían en su camino, así que, con la esperanza de desacreditarlos, les pidió una señal: si el profeta era tan poderoso, ¿por qué no detiene el Sol en el cielo?

Ilustración de Shawnee Tecumseh y William Henry Harrison
Los nativos norteamericanos también acudieron a sus cálculos astronómicos para tomar decisiones importantes.

Pero la estrategia le salió mal a Harrison.

El hermano de Tecumseh anunció que el Sol se detendría el 16 de abril de 1806.

«En el momento adecuado, salió con su vestimenta completa, señaló al Sol y dijo: ‘Oscurécete'», según relata Littmann.

No está claro cómo Tecumseh y su hermano sabían que habría un eclipse ese día.

Sin embargo, fue efectivo y fortaleció la influencia y reputación de los hermanos entre su pueblo.

Lamentablemente, cuentan los libros de historia que la consecuencia a largo plazo fue un retorno a la guerra.

– Beneficios relativos

Sin embargo, para Littmann, el eclipse más importante en la historia ocurrió a principios del siglo XX: el de 1919, que confirmó que Albert Einstein tenía razón en su Teoría de la Relatividad General y lo convirtió en uno de los científicos más famosos del mundo.

«En mi opinión, este eclipse fue determinante en la historia del mundo. Ese fue un punto de inflexión, en términos de ciencia, en términos de nuestra comprensión del universo y las actitudes de las personas», afirma Littmann.

«El universo es mucho más difícil de entender de lo que suponíamos en la época de la física newtoniana».

En pocas palabras, el eclipse solar de 1919 permitió a los científicos observar que el campo gravitacional del Sol desvía la luz de las estrellas, una predicción clave de la teoría de Einstein.

Albert Einstein y otros científicos
Un eclipse en 1919 habría sido clave en la confirmación de la teoría más famosa de Albert Einstein. (Foto de archivo)

– Coincidencias cósmicas

Aceptamos los eclipses totales de Sol como parte de la vida en este planeta, pero si el Sistema Solar se hubiera formado de manera diferente, no ocurrirían.

El Sol tiene un diámetro 400 veces mayor que el de la Luna y, al mismo tiempo, está situado a una distancia 400 veces mayor de la Tierra, lo que hace que ambos parezcan del mismo tamaño en el cielo. Es realmente una coincidencia notable.

En su libro «Totality», Mark Littmann señala que si la Luna tuviera un diámetro apenas 273 km (169 millas) más pequeño o estuviera más lejos, las personas nunca verían un eclipse solar total como el que se vio por última vez el 8 de abril de 2024.

Infográfico sobre eclipse anular

– ¿Dónde y cuándo serán los próximos eclipses?

El eclipse lunar total que tuvo lugar esta madrugada del viernes 14 de marzo se vio sobre Norteamérica y gran parte de Sudamérica.

También se caracterizó por ser una «Luna de Sangre», llamada así por el color rojizo que adoptó el satélite debido al fenómeno de filtración de la luz solar por la atmósfera.

En cuanto a un eclipse solar total, el próximo gran evento que podrá ser visto desde el continente americano ocurrirá en 2033, pero solo será visible desde Alaska.

Sin embargo, en los años intermedios, se podrán ver una serie de eclipses solares parciales y anulares desde la región . España tendrá uno total en 2027.

Y Australia correrá con la mayor suerte, ya que disfrutará de cuatro eclipses entre 2028 y 2038.

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Marzo, ¿comienzo del año?…


Marzo, ¿comienzo del año?

The Conversation(J.del Hoyo Calleja) — Ya hemos superado el ecuador del mes de marzo.

¿Podríamos decir también que se inicia ahora un nuevo año?

La pregunta no es tan absurda.

Hay indicios en nuestro calendario que parecen invitarnos a planteárnosla: el equinoccio de primavera es el primer cambio estacional del año, y el zodiaco comienza con Aries, signo de los nacidos entre marzo y abril.

¿Por qué, en los años bisiestos, añadimos un día a febrero y no a diciembre?

¿Por qué, si septiembre, octubre, noviembre y diciembre vienen del latín séptimo, octavo, noveno y décimo, son nuestros meses noveno, décimo, undécimo y duodécimo?

– El origen del calendario moderno

El año empieza hoy en enero, pero no siempre fue así. En el primer calendario romano, de diez meses, atribuido al mítico rey Rómulo, legendario fundador de Roma allá por el 753 a. e. c., el primer mes del año era marzo.

Más tarde aquel cómputo anual de 304 días, que tantos problemas daba al querer integrarlo en el año solar, sería modificado en doce meses por el rey Numa Pompilio, añadiéndose dos al final de la lista.

Fue en el año 153 a. e. c., según informa el historiador Tito Livio, cuando por una necesidad política, la toma de posesión de los nuevos cónsules, que hasta entonces se llevaba a cabo en marzo, se realizó el 1 de enero.

Pero aquello fue quizás más un cambio administrativo, político y práctico que un sentimiento popular. Todavía en la iconografía, en un mosaico del siglo IV conservado en el Museo de Soussa (Túnez), podemos comprobar que el primer cuadro está dedicado a Martius y el mosaico concluye con Februarius.

– Meses y dioses

Los primeros meses del calendario estaban dedicados a dioses. Así, marzo a Marte, dios de la guerra y de los campos, por el inicio de algunas labores agrícolas; abril a Venus, cuyo nombre en etrusco era Apru; mayo a la diosa Maya, madre de Mercurio; y junio a la diosa Juno, diosa del matrimonio.

A partir de ahí se seguía una correlación numérica: Quintilis, cambiado en el año 45 a. e. c. en Iulius en honor de Julio César. Fue él quien ordenó la renovación del calendario, llamado desde entonces juliano. Es prácticamente similar al vigente hoy, el gregoriano, con unas pocas modificaciones del papa Gregorio XIII en 1582.

Sextilis cambió en el año 8 a.e.c. a Augustus, en honor de Augusto, hijo adoptivo de César. Le seguían September, October, November y December, por su número. Los dos últimos eran Ianuarius, en honor de Jano, y Februarius, mes dedicado a las ceremonias de purificación (februa). Estos son los que fueron adelantados, como dijimos, poniéndose en cabecera del calendario.

Calendario Solar vs Calendario Lunar – Dividi2

– Del calendario lunar al solar

¿Y por qué ese capricho de alternar los meses con 31 y 30 días? Al establecerse según el calendario lunar, y ser el ciclo lunar de 29 días y medio (29,53 días exactamente), esto habría obligado a cambiar de mes a mediodía del trigésimo día, por lo que se estableció una alternancia de meses de 30 y otros de 29, completando de ese modo cada dos meses un ciclo de dos meses lunares.

Esto suponía un total de 354 días. Cuando se quiso adaptar el calendario lunar al solar, hubo que añadir 1 día a cada mes, quedando el último (febrero) sin añadido, en 28.

Pero aún hubo otra reforma, y es que el mes Sextilis, al pasar a Augustus, quedaba en 30, pero Augusto no podía permitir que su mes tuviera un día menos que el dedicado a su padre adoptivo Julio César, por lo que se amplió a 31. ¡Hay que ver adónde llegan los egos!

Y para que no hubiera tres meses seguidos con 31 días, se modificaron todos los meses desde agosto. Es decir, que aquel juego de los nudillos para saber qué meses tienen 30 y cuáles 31, no es nada académico.

– ¿Verano, estío o primavera?

Una última curiosidad sobre el nombre de las estaciones. En latín se llamaban veraestasautumnus e hiems. La segunda es la que derivó en nuestro estío. ¿De dónde procede, entonces, verano?

En los meses de mayo y junio había un tiempo primaveral (tempus veranum). De aquí quedó el verano como estación de dos meses y, al confundirse el nombre con la que era propiamente la primera estación, hubo que anteponer a ver el prefijo prima (la prima-vera).

Todavía en el siglo XVII nos habla Cervantes de cinco estaciones: primavera, verano, estío (de dos meses cada una), otoño e invierno (de tres meses), cuya disimetría fue regularizada en el siglo XVIII en cuatro estaciones de tres meses cada una.

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El caos en una bola que bota…


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JotDown(A.T.P.Izquierdo) — Mi querido amigo, tengo el honor de enviarle adjunto un cheque por valor de 3.585 coronas, del que le ruego acuse recibo.

Su devoto amigo, Poincaré

Así escribía Henri Poincaré al matemático sueco Gösta Mittag-Leffler el 1 de junio de 1890. El cheque correspondía a los gastos de reimpresión del artículo titulado “Sobre el problema de los tres cuerpos y las ecuaciones de la dinámica” en la revista Acta Mathematica y tenía ni más ni menos que 227 páginas.

Pero vayamos al principio. Mittag-Leffler había persuadido al rey de Suecia Óscar II para que convocara un premio entre los matemáticos de toda Europa con motivo de su 60 cumpleaños, en enero de 1889. El rey era un amante de las matemáticas y accedió a la petición de Mittag-Leffler prometiendo 2.500 coronas suecas al ganador, junto con una medalla de oro con la efigie del rey.

El trabajo ganador sería publicado en un número especial de la revista Acta Mathematica. Los trabajos tenían que versar sobre uno de cuatro temas propuestos, entre los cuales se encontraba la estabilidad del sistema solar. Y este fue el tema escogido por Poincaré para presentarse al premio. Y ganó.

Aunque Newton había demostrado que un planeta sometido a la atracción gravitatoria del Sol describe una trayectoria elíptica cerrada de forma exacta, él mismo comprendió que la presencia de los otros planetas influiría sobre la órbita, pudiendo desestabilizarla. Bastantes años después el matemático francés Pierre Simon de Laplace demostró que la influencia de otros planetas introduciría oscilaciones periódicas en las órbitas elípticas, pero no las romperían.

Es decir, el sistema solar era estable y los planetas se moverían en sus órbitas elípticas, ligeramente perturbadas, por los siglos de los siglos.

Pero esta conclusión de Laplace fue puesta en duda en las décadas siguiente por otros grandes matemáticos, y para finales del siglo XIX la cuestión no se consideraba resuelta. Poincaré abordó el problema con motivo del premio del rey de Suecia y llegó a la conclusión… de que no había conclusión.

De entrada, Poincaré no analiza el sistema solar entero, sino que se restringe al problema de los tres cuerpos en mutua interacción gravitatoria. Y aún más, se limita al caso en el que uno de los cuerpos tiene masa despreciable y los otros dos describen trayectorias circulares, siendo uno de ellos mucho más masivo que el otro.

Como demuestra, este problema tan simplificado es ya demasiado complicado. En palabras del mismo Poincaré: «Muchas otras circunstancias nos hacen prever que la solución completa, si alguna vez se encuentra, requerirá instrumentos analíticos absolutamente diferentes de los que tenemos e infinitamente más complicados. Cuanto más se piensa sobre las proposiciones que demuestro más adelante, mejor entenderemos que este problema presenta dificultades sin precedentes…».

Poincaré acierta de pleno. Por un lado, durante todo el siglo XX se desarrolló lo que conocemos como teoría de sistemas dinámicos, de la que el trabajo de Poincaré es precursor. Y, por otro lado, la aparición de los ordenadores y los métodos numéricos de computación ha sido imprescindible para comprender muchas de las propiedades de las soluciones de sistemas de ecuaciones similares a los de los tres cuerpos.

Así, hoy día se hacen simulaciones por ordenador del movimiento del sistema solar en su totalidad. Y por ello sabemos que se trata de un sistema caótico. Pero este caos se manifestará en escalas de tiempo muy largas, de miles de millones de años, por lo que no hay que preocuparse por ello, de momento.

Henri Poincaré

El problema de los tres cuerpos es un ejemplo de caos determinista y Poincaré fue el primero en intuirlo. Por caos entendemos que el sistema se comporta de forma errática y casi aleatoria. El término determinista hace referencia a que, a pesar de ese comportamiento errático, está sometido a leyes bien definidas y determinadas.

En una de las secciones de su trabajo para el premio Poincaré analizaba el comportamiento de trayectorias como la de la figura 1, y que él mismo llamó homoclina. El punto marcado con un círculo es un punto de equilibrio del tipo punto de silla. Un cuerpo que estuviera cerca de este equilibrio tendería a acercarse a él según una dirección, pero tendería a alejarse por otra. En la homoclina la trayectoria saliente se convierte en entrante.

En un primer análisis Poincaré creyó que las perturbaciones no destruirían la homoclina. Esta se deformaría ligeramente, pero la curva saliente seguiría coincidiendo con la entrante.

Así figuraba en la memoria original enviada al jurado del premio del rey de Suecia. Pero, una vez otorgado el premio y durante la revisión de la memoria en el proceso de edición, el matemático sueco encargado de ello por Mittag-Leffler, Lars Edvard Phragmén, preguntó a Poincaré por esta cuestión, pidiéndole que ampliara el argumento. Y Poincaré se dio cuenta de que se había equivocado. En una carta del 1 de diciembre de 1889 escribió a Mittag-Leffler:

Mi querido amigo: escribí al Sr. Phragmén para hablarle de un error que yo había cometido y sin duda él os ha comunicado mi carta. Pero las consecuencias de este error son mucho más graves de lo que había creído en un principio.

Poincaré comprendió que la homoclina se rompía. La curva saliente, rama inestable del punto de silla, no coincide con la curva entrante, rama estable. La rama inestable tiende a volver al punto de silla, pero se acerca y se aleja en zig-zag, dando excursiones cada vez más alejadas, como se muestra en la figura 2. Poincaré lo describe así años más tarde en su libro Los nuevos métodos de la mecánica celeste:

…esta figura formada por dos curvas y sus intersecciones en número infinito, cada una de las cuales corresponde a una solución doblemente asintótica, estas intersecciones forman una especie de enrejado, de tela o malla infinitamente tupida; cada una de estas curvas no se cortan nunca consigo mismas, pero deben replegarse sobre sí mismas de manera muy compleja, para volver a cortar una infinidad de veces las fibras de la malla. Nos sorprenderá la complejidad de esta figura, que ni siquiera trato de dibujar.

Yo he dibujado parte de estas dos curvas con ayuda del ordenador en la figura 3. Se adivina la forma intrincada que se produce cuando calculamos más y más trozos de estas curvas. Esta estructura se conoce como enredo homoclino. Un objeto que siga una trayectoria en esta zona del espacio se moverá de forma errática.

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Figura 1: trayectoria homoclina.

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Figura 2: homoclina perturbada: la curva que sale del punto de silla parece querer regresar hacia él, pero se acerca y se aleja en zig-zag.

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Figura 3: enredo homoclino: las trayectorias estable (en azul) e inestable (en negro) del punto de silla se cruzan una infinidad de veces.

Mittag-Leffler no ocultó su disgusto con la situación creada. La memoria original ya había sido imprimida y estaba lista para su distribución, por lo que el dinero presupuestado para ello ya había sido gastado. Por ello pidió a Poincaré que se hiciera cargo de los gastos de edición e impresión de la memoria corregida.

Y esa es la razón por la que Poincaré le enviaba 3.585 coronas en la carta que he reproducido al principio. Así que no se puede decir que Poincaré hiciera un buen negocio: recibió 2.500 coronas, del premio, pero tuvo que poner 3.585, por la reimpresión.

De todas formas, la obtención del premio tuvo gran repercusión en toda Europa, y en Francia el gobierno otorgó a Poincaré la Legión de Honor. Y, lo que quizás sea más importante, la detección del error llevó a Poincaré a un descubrimiento mayúsculo, que dotaba a su trabajo de una repercusión aún mayor. En fin, ¿cuánto vale pasar a la historia?

El movimiento planetario está determinado por las leyes de movimiento de Newton y su ley de la gravedad. Todo ello se traduce en un conjunto de ecuaciones que los matemáticos llaman diferenciales. Este tipo de ecuaciones se aplica no solo al movimiento planetario, sino a una gran variedad de sistemas.

Poincaré comprendió que, en casos como el problema de los tres cuerpos en que no es posible una solución explícita y cerrada, era importante tener una comprensión al menos cualitativa de cómo se iba a comportar el sistema en su globalidad. Esta idea le llevó a desarrollar métodos cualitativos y, más tarde, le llevaría a la topología, toda una rama de las matemáticas.

Los conceptos desarrollados por Poincaré se aplican a cualquier sistema cuya evolución pueda expresarse en términos deterministas. En realidad, las figuras 1, 2 y 3 no las he obtenido resolviendo las ecuaciones del problema de los tres cuerpos. Corresponden a un problema más sencillo: el de una pelota que bota sobre una superficie oscilante. Cuando la pelota bota sale disparada hacia arriba y la ley de la caída de los cuerpos nos dice cuánto va a tardar en volver a golpear la superficie.

Dependiendo de la velocidad de la superficie en el momento del impacto la pelota rebota con una u otra velocidad. Utilizando toda esta información obtenemos dos ecuaciones algebraicas que nos dan la velocidad de la pelota y el tiempo de impacto en función de la velocidad y el tiempo del impacto anterior. Es lo que los matemáticos llaman una aplicación.

Dos parámetros controlan el problema: el coeficiente de restitución, que llamaremos a, y la amplitud de las oscilaciones de la superficie, que denotaremos por g. El coeficiente de restitución es el cociente entre la velocidad relativa de la bola respecto de la superficie después del choque y antes del choque.

Si a vale 1 la bola no pierde nada de su energía al chocar y sale con la misma velocidad, respecto de la superficie, que traía antes del choque. Si el coeficiente vale 0 la bola se frena totalmente y se queda pegada a la superficie. Para valores intermedios la bola pierde parte de su energía en el choque.

Las figuras 1, 2 y 3 corresponden al caso en que a vale 1. A todos los efectos esta situación es la misma estudiada por Poincaré para el problema de los tres cuerpos y sus intuiciones sobre el enredo homoclino se aplican de lleno a la bola que bota. El parámetro g controla la perturbación. En la figura 1 g vale 0,2. En las figuras 2 y 3 vale 1,8.

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Figura 4: Diagrama de recurrencia. Codificación: 1 rojo, 2 verde, 3 azul, 4 amarillo, 5 magenta, 6 cian, 7 blanco y 8 negro.

Pero si analizamos el problema para a distinto de 1, el sistema presenta un comportamiento aún más interesante. Y Poincaré también nos ayuda a estudiarlo. Otro de los resultados destacados que el matemático francés describe en su extensa memoria para el premio del rey de Suecia es el teorema de recurrencia.

En lo esencial este teorema establece que, para un sistema acotado, esto es, que no se extienda hasta el infinito, las trayectorias vuelven sobre sí mismas tarde o temprano. Este teorema ha inspirado lo que se denominan diagramas de recurrencia.

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Figura 5: Altura de la bola en función del tiempo para diferentes valores de los parámetros. Se presentan los casos en los que el número de Poincaré es 1, 2 y 3.

En la figura 4 he representado el diagrama de recurrencia de la bola que bota. En el eje horizontal está el coeficiente de restitución y en el eje vertical la amplitud de las oscilaciones. En cada punto está codificado en colores lo que algunos llaman el tiempo de Poincaré (en nuestro caso es un número natural), porque este tiempo de recurrencia fue definido por él en su artículo.

La idea es la siguiente: para un valor dado de a y g, iteramos muchas veces las ecuaciones, obteniendo la velocidad y el instante de sucesivos impactos. Nos fijamos en la velocidad de un impacto dado y la comparamos con la velocidad del impacto siguiente. Si son iguales le asignamos un 1. Si son diferentes, comparamos con el impacto siguiente y si son iguales le asignamos un 2.

Si son diferentes, volvemos a comparar con el tercero siguiente, y así sucesivamente. Lo que esto significa en la práctica es que si el número de Poincaré es un 1 los sucesivos botes se producen a intervalos iguales y siempre con la misma velocidad. La bola haría «tic, tic, tic…».

Si el número es 2 habrá dos saltos distintos y luego se repetirá el primero: «tic, toc, tic, toc…». Si el número es 3 tendríamos «tic, toc, tac, tic, toc, tac…». Etcétera. En la figura 5 he representado la altura de la bola en función del tiempo para los casos 1, 2 y 3.

He llegado a comparar hasta 8 saltos sucesivos y he asignado el color negro a los puntos con este número de Poincaré o superiores. En la mayoría de los casos en la zona negra el número es mucho mayor que 8, el comportamiento es caótico y la pelota bota irregularmente. Mis cálculos están limitados fundamentalmente por la capacidad de mi PC: los diagramas tienen un millón de puntos.

Una de las características de los sistemas caóticos deterministas, como el de la bola que bota, es que dan lugar a estructuras fractales. La figura 6 muestra una ampliación de una zona de la figura 4. En la figura 4, a varía entre 0,7 y 1 mientras que g lo hace entre 0 y 8. En la figura 6 los límites son 0,87 y 0,9, y 3,5 y 3,9, respectivamente.

Y la figura 7 es una segunda ampliación. Las tres figuras tienen el mismo número de puntos. Se observa que, a medida que ampliamos, se van revelando más detalles y las sucesivas ampliaciones muestran estructuras similares. Esta propiedad, en la que sucesivas ampliaciones muestran estructuras similares, se conoce como autosimilaridad.

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Figura 6: Diagrama de recurrencia. Ampliación

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Figura 7: Diagrama de recurrencia. Segunda ampliación

En la figura 4 las zonas más interesantes, donde se manifiestan la fractalidad y la autosimilaridad, son las fronteras entre la región roja y la negra, donde vemos varios colores. Ahí el comportamiento es muy sensible al valor concreto de los parámetros.

La bola que bota sobre una superficie oscilante es un sistema muy sencillo. Tiene dos variables: el tiempo de bote y la velocidad tras el impacto. Y dos parámetros: la amplitud de las oscilaciones y el coeficiente de restitución. Y sin embargo presenta un comportamiento dinámico muy complejo. Es algo que ya vislumbró Poincaré y que físicos y matemáticos desvelaron a lo largo del siglo XX.

Este sistema también ilustra un concepto importante. Tanto la regularidad como la aleatoriedad absolutas son anodinas. En un mundo perfectamente periódico no habría cambios ni evolución. Y en un mundo completamente aleatorio todo intento de aprendizaje o adaptación sería inútil, porque las circunstancias cambiarían caprichosamente.

Las cosas interesantes pasan en esa zona intermedia donde el comportamiento no es completamente periódico ni completamente aleatorio. Esa es la zona de la vida, y también la del amor o la desesperación.

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Quién fue Jacobo Grinberg y por qué desapareció…


GQ(P.González) — Jacobo Grinberg no era el típico científico escéptico que confiaba solo en la ciencia, él estaba dispuesto a cuestionarse, a creer en lo imposible e incluso a probar que, detrás de la magia, de la telepatía y de lo inexplicable, podrían existir explicaciones inesperadas. Grinberg pensaba que muchas de esas cosas que otros científicos rechazaban, también tenían algo de ciencia detrás.

Algunos lo llamaban Chamán, pero en realidad era un neurofisiólogo y psicólogo, un científico con una gran curiosidad y que decidió seguir un camino poco convencional, con lo que terminó convertido en leyenda.

La vida de Grinberg tomó un giro tan misterioso como sus teorías cuando, en 1994, desapareció sin dejar rastro. Nadie supo qué pasó con él, a dónde fue o si seguía con vida, solo se supo que el Dr. Grinberg ya no estaba, y que las teorías para intentar explicar su desaparición no paraban de acumularse.

El Secreto del Doctor Grinberg, un documental de Netflix, explora la vida y las teorías del doctor, pero también el caso de su desaparición, reuniendo testimonios de amigos, colegas y de personas que lo conocieron para intentar explicar qué le sucedió.

¿Quién fue Jacobo Grinberg?

El misterio del científico que estudiaba los fenómenos paranormales y  desapareció sin dejar rastros

Jacobo Grinberg pensaba que la telepatía era posible, que los niños podían ver objetos con solo tocarlos (con la visión extraocular) y que tenían la habilidad de ver muchas realidades y dimensiones distintas. Él estaba interesado en entender la conciencia humana y el enorme potencial de nuestros cerebros, proponiendo ideas y teorías que parecían sacadas de alguna película de ciencia ficción.

Grinberg era neurofisiólogo y profesor de Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), escribió decenas de libros y fue considerado por muchos como un hombre brillante, creativo y con una enorme curiosidad.

Al científico le interesaba explorar los límites de la conciencia y de la realidad, y en el poder de los Chamanes mexicanos y en las supuestas habilidades que muchos de ellos alegaban tener, como la de curar todo tipo de enfermedades y condiciones sin usar la medicina tradicional. El experto pensaba que la mente humana tenía muchas más capacidades de las que conocíamos o alcanzamos a entender, y esto lo llevó a convertirse en una figura controversial.

De acuerdo con Muy Interesante, la teoría que Grinberg proponía era que la realidad que experimentamos es solo un holograma y que “el cerebro humano es capaz de crear interferencias en el patrón espacio-tiempo, que esas interferencias son el origen de la experiencia consciente de las personas y que los chamanes pueden “provocar aperturas espacio-temporales por medio de sus actos perceptivos”, dice.

Según las teorías de Grinberg, los chamanes, por alguna razón, tienen un nivel de conciencia mucho mayor, y por eso pueden hacer cosas que la ciencia no puede explicar. El hermano del doctor llegó a decir que “Para los científicos era un chamán. Para los chamanes era un científico. Estaba entre dos mundos”.

Antes de desaparecer, Grinberg supuestamente tenía planeado un viaje a la India para realizar un experimento revolucionario sobre la conciencia y el cerebro, pero el viaje nunca llegó a realizarse.

¿Qué le pasó Jacobo Ginberg?

Jacobo Grinberg, el científico mexicano que desapareció misteriosamente en  1994

El 8 de diciembre de 1994, Jacobo Grimberg desapareció y no se volvió a saber de él.

Sus amigos pensaban que esposa María Teresa, con quien Grinberg dijo haber tenido problemas, tenía algo que ver con la desaparición, o incluso que lo había matado, y que por eso ella huyó poco tiempo después del doctor, no sin antes cobrar cheques y retirar objetos de la casa que compartían.

Según el documental, Grinberg le dijo a su amigos que le tenía miedo a Teresa y algunos llegaron a pensar que ella podría ser una espía enviada para monitorear su trabajo, pero realmente nadie tenía la certeza de lo que había sucedido con él.

Algunos decían que se había desmaterializado de alguna forma para convertirse en otro holograma, otros que había sido asesinado o que alguna organización del gobierno lo había secuestrado para silenciarlo, que fue la teoría que surgió después de que se descubrió que los CPU de sus computadoras habían desaparecido.

Según los testimonios de los conocidos de Grinberg en el documental de Netflix, un hombre que trabajaban en un laboratorio en Boulder, Colorado, reveló que había visto a Grinberg y a su esposa siendo escoltados por el FBI, pero eso nunca se demostró.

En México, se realizó una investigación para intentar descubrir qué había pasado con Grinberg, pero no se tenía un cuerpo, pistas o señales de que se hubiera cometido un crímen, y eso lo complicaba todo.

Actualmente, nadie sabe qué pasó con Jacobo Grinberg o dónde está, pero algunas teorías aseguran que está vivo y viviendo en algún lugar en secreto, trabajando en los mismos temas y teorías que comenzaron a interesar desde que era un niño.

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La causa del incendio de la torre Windsor continúa siendo una incógnita dos décadas después…


Se cumplen 18 años del incendio del Windsor y sigue sin estar claro su  detonante | Cine y Series

RTVE — La imagen de la torre Windsor en llamas, uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, sigue viva en nuestra memoria colectiva. Hace dos décadas, el 12 de febrero de 2005, una imponente columna de fuego iluminó la noche madrileña. Se trataba de uno de los rascacielos más famosos de la ciudad en aquella época, que alcanzaba las 32 plantas. Sin embargo, su estructura fue, poco a poco, carcomida por un incendio que no se extinguió hasta el día siguiente.

No hubo fallecidos ni heridos graves. Tampoco hubo respuesta a cuál había sido el desencadenante y origen del fuego. Una duda que todavía, cuando se cumplen 20 años del suceso, sigue sin resolverse.

– En pocas horas, las llamas calcinaron 15 plantas

Pocos minutos después de las 23:00 horas, se activó la alarma de incendios del edificio Windsor, ubicado en el complejo de oficinas de Azca, en pleno distrito financiero de Madrid. El vigilante de seguridad presente en el lugar recibió la alerta y avisó a un compañero, quien, tras revisar el cuarto de ordenadores, subió hasta la planta 21, donde confirmó la presencia de humo en el despacho 2.109.

Quince años después del incendio de la torre Windsor, su origen sigue siendo un misterio.

Al no poder contener el humo ni las llamas incipientes, los vigilantes alertaron a los bomberos, que llegaron a las inmediaciones del edificio alrededor de las 23:30 horas. Justo cuando se preparaban para ingresar y sofocar el fuego en la planta afectada, uno de los bomberos advirtió que las llamas habían roto la fachada que daba al paseo de la Castellana. El incendio se intensificó rápidamente, haciendo peligroso permanecer dentro del inmueble debido al riesgo de colapso del techo.

En pocas horas, el fuego consumió 15 plantas y se propagó a lo largo de los 106 metros de altura del edificio, construido en 1979 por los arquitectos Genaro Alas y Pedro Casariego. El incendio ardió durante toda la noche y, finalmente, hacia las 11.00 horas del domingo 13 de febrero, los bomberos anunciaron que estaba bajo control. Sin embargo, algunos focos permanecieron activos en el interior hasta las 13.00 horas.

– El esqueleto negro fue demolido un mes después

Tras varios análisis y valoraciones durante los días posteriores, no quedó más opción que demoler el esqueleto negro de lo que en aquel entonces era la cuarta torre más alta de la capital. El fuerte viento había provocado la caída de cascotes y de restos de la estructura, por lo que los bomberos determinaron que el estado era «bastante inestable» y que había un riesgo alto de derrumbe. Sin embargo, el núcleo central mantenía una estabilidad relativa.

La causa del incendio del edificio Windsor sigue siendo una incógnita dos décadas después

Así, el 2 de marzo comenzaron las tareas de demolición, unos trabajos que se prolongaron durante 6 meses y que costaron 17 millones de euros.

El vacío fue ocupado, dos años más tarde, por la torre Titania, un nuevo rascacielos que El Corte Inglés comenzó a edificar tras comprar a la familia Reyzábal por 480 millones de euros la parcela donde se ubicaba el Windsor.

– Investigación judicial

La investigación de lo sucedido cayó en manos del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid, que tardó casi un año hasta determinar el sobreseimiento del caso al estimar que no existía responsabilidad penal.

A partir de aquí, el terreno de las hipótesis y especulaciones comenzaron a cobrar fuerza. Técnicamente, se determinó un foco de fuego, el de la planta 21, despacho 2.109, según el auto del juez. Esta dependencia estuvo ocupada desde las 16.00 horas hasta las 23.00 horas por una empleada de Deloitte, que admitió ante el juez haber fumado varios cigarros en la estancia. El último había sido media hora antes de abandonar el lugar, aunque la empleada defendió haberlos apagado correctamente.

Ante esto, el magistrado arguyó que no concurrieron «indicios para poder establecer un engarce causal entre el consumo de cigarrillos y el origen o propagación del incendio». Este razonamiento se fundamentó en el informe de los peritos, que determinaron que no había causas que evidenciaran «la utilización de acelerantes en la combustión en ningún lugar del inmueble, no concurriendo indicio alguno que permita concluir en la intencionalidad del fuego».

– Algunas teorías especulativas

La dificultad para determinar el origen del fuego con una certeza absoluta abrió la puerta a otras teorías. En uno de los vídeos incorporados en la investigación aparecían focos de luz y sombras de figuras humanas, lo que desató la posibilidad de que hubiera algún interés detrás del suceso.

Este material no había sido manipulado, así que el juez aseveró que «aunque se pudiera admitir la posibilidad de la presencia de personas en el interior del edificio Windsor, no existía evidencia alguna de que ello pudiera haber tenido alguna incidencia en la causación o propagación del incendio».

Otro de los aspectos que opacaron la resolución fue la aparición de un butrón en la pared de una de las oficinas situada en la zona del garaje que comunicaba con el interior de la torre. El informe pericial aclaró que se trataba de un hueco pequeño realizado en un panel de pladur por el que difícilmente podía pasar una persona delgada.

Pese a la amalgama de teorías y especulaciones, dos décadas después algunas de las incógnitas sobre la causa real del incendio siguen sin resolverse. De lo que no hay duda es de que la imagen de uno de los rascacielos má importantes de la ciudad en llamas sigue viva en el recuerdo de los madrileños.

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La misteriosa emisora de radio, que desde 1976 difunde sonidos y mensajes, y nadie sabe desde dónde se emite…


El Tiempo(A.H.Torres) — La radio fue uno de los primeros medios de comunicación masivos. Su historia se remonta a las últimas décadas del siglo XIX, cuando el físico escocés James Clerk Maxwell formuló la teoría de las ondas electromagnéticas, que son la base de la radio.

En 1887, el físico alemán Heinrich Hertz confirmó las teorías de Maxwell, descubriendo la forma de producir y detectar ondas electromagnéticas, y en 1894 Nikola Tesla hizo su primera demostración en público, donde transmitió en radio.

Tras varios años de investigación, en 1895, el italiano Guillermo Marconi construyó el primer sistema de radio, logrando en 1901 enviar señales a la otra orilla del Atlántico, a través de 3.360 kilómetros de océano; pero como lo hizo con las patentes de Nikola Tesla se le atribuye el trabajo a este último.

Desde entonces, la radio ha estado presente en las comunicaciones de casi todos los países del mundo y muchos de los eventos que han marcado los últimos siglos se han transmitido por estas frecuencias.

– La frecuencia de radio que no se sabe desde dónde se emite

Desde 1976 se conoce a una estación de radio desconocida que emite sonidos extraños y no es emitida desde la Tierra. Esta onda sonora se presenta con un extraño zumbido que se repite 30 veces por minuto y todas las horas del día en la frecuencia 4.625 kHz de Rusia.

Asimismo, se desconoce la fecha exacta en la que comenzaron sus emisiones, pero se ha creído que fue desde el 1976, cuando alguien sintonizó la frecuencia y escuchó un zumbido que se repetía de manera continua.

La emisora continuó emitiendo una misteriosa ‘programación’ hasta el 1990, cuando cambió el pitido de 0.2 segundos, a uno de 0.8, repitiéndolo de 21 a 34 veces por minuto.

La programación ha tenido muy pocos cambios, pero en 2003, se alargó la duración de los tonos, que, además, empezaron a ser más agudos. Desde 1976 y hasta la fecha, la misteriosa emisora ha emitido y sigue haciéndolo las 24 horas del día.

Sin embargo, no todos los registros han sido de ‘pitidos’ o ‘zumbidos’, pues el 24 de diciembre de 1997 se escuchó una mujer hablando en ruso y anunció: “Ya UVB-76. 18008. BROMAL: Boris, Roman, Olga, Mikhail, Anna, Larisa. 742, 799, 14”, este mensaje fue repetido en varias ocasiones y luego se volvió a escuchar el zumbido.

Nuevamente, en 2001, se escuchó una corta frase: “Soy el 143. No recibo el oscilador”. A lo que siguió un “Esto es lo que la sala de operaciones está enviando”. Una voz similar se pudo escuchar el 12 de septiembre del 2002, cuando una voz distorsionada dijo: «UVB-76, UVB-76. 62691 Izafet 36938270».

Pasaron varios años sin que se escuchara algo diferente a los pitidos, pero en 2006, los investigadores lograron grabar la siguiente transmisión: «75-59-75-59. 39-52-53-58. 5-5-2-5. Konstantin-1-9-0-9-0-8-9-8-Tatiana-Oksana-Anna-Elena-Pavel-Schuka. Konstantin 8-4. 9-7-5-5-9-Tatiana. Anna Larisa Uliyana-9-4-1-4-3-4-8».

Se ha creído que esta emisora pertenece a las Fuerzas Armadas de Rusia, ya que, su primera ubicación fue en un antiguo búnker militar abandonado, ubicado en Povarovo, a unos 40 kilómetros al noroeste de Moscú.

En septiembre del 2010, se escuchó en la emisora un fragmento de la mítica sinfonía ‘El lago de los cisnes’.

Además, durante la transmisión, se escuchó a una mujer recitar los números del 1 al 9, con un ritmo que parecía indicar un código Morse.

Entonces, se identificó un cambio de ubicación de la estación, pues abandonó su lugar original en Povarovo y adoptó una nueva localización. Desde entonces no ha habido más mensajes, pero la transmisión continúa con un particular zumbido.

Muchos investigadores han asegurado que no se conoce el propósito de la emisora, e indican que podría ser con fines de “transmitir órdenes a las unidades militares y a los centros de reclutamiento del distrito militar de Moscú”.

Otras teorías indican que estas órdenes están destinadas a espías rusos que se encuentran en misión en el extranjero o que se encuentran conectadas a un avión nuclear que sería activado en caso de amenaza.

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Cuernos de unicornio y dragones en los Alpes: las extravagantes investigaciones de la academia científica más antigua del mundo…


Ilustraciones de dragones supuestamente encontrados en los Alpes suizos
En sus primeras épocas, la Royal Society recopilaba tanta información sobre «criaturas y acontecimientos extraños observados recientemente en lugares extranjeros» como sobre lo que ahora conocemos como ciencia.

BBC News Mundo —- El siglo XVII fue un momento crucial en la historia del pensamiento.

Grandes filósofos como Francis Bacon y René Descartes alentaron el escepticismo, cambiando el debate de ¿cuál es la verdad? del Medioevo a ¿de qué puedo estar seguro?

Con ese propósito, en Inglaterra, un grupo de intelectuales empezaron a reunirse informalmente en lo que llamaban el Colegio Invisible.

La idea era investigar los secretos de la naturaleza resistiendo el dominio de la sabiduría establecida y verificando todas las afirmaciones por medio de la experimentación… eso que hoy llamamos ciencia.

Su lema era Nullius in verba, que literalmente significa «las palabras de nadie» pero se entiende como «no creas meras palabras» o «no tomes la palabra de nadie».

Ese mismo lema y propósito lo adoptaría la que hoy es la academia científica más antigua del mundo.

Fundada en 1660, la Royal Society, o Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural, se convirtió en una red internacional para la investigación práctica y filosófica del mundo físico.

En sus 365 años de existencia ha tenido más de 8.000 miembros, entre ellos más de 280 premios Nobel, con eminencias que van de Isaac Newton, Albert Einstein y Charles Darwin a Dorothy Hodgkin, Alan Turing y Stephen Hawking, por nombrar unos pocos.

Pero, claro, así como ocurrirá cuando en tres siglos nuestros pares futuros exploren nuestros conocimientos actuales, si te zambulles en los archivos de la Royal Society, te topas con inesperadas y deliciosas sorpresas.

Eso fue lo que hicieron el físico Brian Cox y el comediante Robin Ince en un episodio de la serie de la BBC «The Infinite Monkey Cage».

Con la ayuda de expertos, encontraron desde anécdotas graciosas hasta criaturas mitológicas.

– Retando fábulas

Una de las principales tareas de la Royal Society era hacer experimentos, y muchos se realizaban en vivo durante las reuniones semanales de los miembros.

Se llevaban fieles registros, como escribió Thomas Sprat en su «Historia de la Royal Society» de 1667, «para que la época actual y la posteridad puedan poner una marca en los errores que se han visto reforzados por una larga prescripción».

Gracias a ello sabemos que meses después de fundada, se puso a prueba algo que se daba como un hecho y que involucraba dos animales: el unicornio y la araña.

Pintura de una mujer señalando a un unicornio que la mira
Uno de estos… (Detalle de «La dama y el unicornio», obra de Luca Longhi de ~1540).

El primero había sido parte del bagaje intelectual de la humanidad por siglos.

La descripción griega más antigua es del historiador Ctesias, quien escribió alrededor del año 400 a.C. sobre un animal grande y ágil con cuerpo blanco, cabeza de color rojo oscuro y un cuerno largo en la frente.

Ese cuerno tenía propiedades curativas y purificadoras, informó.

Quienes los usaban como vasos para beber, «no están sujetos, según dicen, a convulsiones o a la enfermedad sagrada [epilepsia]. De hecho, son inmunes incluso a los venenos» que podían contener las bebidas que tomaban.

Al otro animal, la araña, desde la Edad Media se le había culpado de causar enfermedades misteriosas, incluida la Gran Peste.

Para el siglo XVII se había comenzado a sospechar que el unicornio era una fábula, pues nunca se había avistado uno.

No obstante, persistían ciertas creencias, como la de que un círculo de polvo de cuerno de unicornio actuaba como una jaula invisible para cualquier araña.

Así que en 1661, los eminentes filósofos naturales de la Royal Society colocaron una araña en un círculo de polvo de un cuerno «que se decía era de unicornio» para ver qué pasaba.

Lejos de ser repelida, la araña «inmediatamente» corrió a través del polvo para escapar.

El experimento fue repetido varias veces, con los mismos resultados.

– Los animálculos

Cuatro años después del experimento que ayudó a desvanecer la creencia en las propiedades mágicas del cuerno de unicornio, la Royal Society lanzó Philosophical Transactions, la primera revista científica del mundo.

En una de sus ediciones de 1679, hay una carta que habla de algo nunca antes visto, pero dice…

«Si su señoría considera que estas observaciones pueden disgustar o escandalizar a los eruditos, le ruego encarecidamente que las considere privadas y las publique o destruya como crea conveniente».

Retrato de Anton van Leeuwenhoek
El autor de la carta era Anton van Leeuwenhoek, ahora conocido como «el padre de la microbiología».

«Su señoría» era el teólogo y filósofo natural alemán Henry Oldenburg, quien fue corresponsal extranjero de la Royal Society, su primer secretario y además editor de Philosophical Transactions.

Oldenburg le había escrito en 1674 al signatario de la carta, el microscopista neerlandés Anton van Leeuwenhoek, pidiéndole que enfocara su microscopio sobre secreciones humanas como el sudor, la saliva… y el semen.

En el entorno religioso en el que vivía Leeuwenhoek, esa última secreción era problemática, pero también era difícil rechazar una solicitud de los respetados caballeros de la Royal Society.

Además, la cuestión de la «generación», como se le llamaba a la reproducción en esa época, intrigaba superlativamente a los eruditos, ávidos de revisar conceptos petrificados por 2.000 años, derivados de deducciones de Hipócrates y Aristóteles.

En su carta de 1677, Leeuwenhoek aclara que encontró la forma de examinar su propio semen sin cometer el pecado de la masturbación.

«Lo primero que hace es tranquilizarlos diciéndoles que lo había obtenido ‘por el exceso que la naturaleza me proporcionaba en mis relaciones conyugales'», cuenta el galardonado científico Matthew Cobb.

«Luego entra en detalles, diciendo que ‘apenas 6 latidos del corazón después de la eyaculación’, tomó un tubo capilar -un trozo de vidrio muy delgado en el medio-, lo puso en su semen, luego en el microscópio.

«Con los faldones de su camisa colgando, se acercó a la ventana para sostenerlo a contraluz… y luego le escribió a la Royal Society, quien le dio la respuesta clásica a un descubrimiento extraño: ‘Necesitamos más experimentos'».

Dos años después, la carta fue publicada, y en ella Leeuwenhoek describe los espermatozoides, a los que llamó «animálculos».

Dibujos de espermatozoides.
Los animálculos que descubrió Leeuwenhoek, dibujados en la carta que le envió a la Royal Society.

Desde hacía más de una década se sabía que las mujeres tenían óvulos.

«Y ustedes pensarán que concluyeron: ‘OK, ahora sabemos cómo funciona la reproducción'», señala Cobb.

«Pues no».

«Se necesitaron 180 años de discusión entre los llamados ovistas y los espermistas, personas las que pensaban que todo eran óvulos o que todo se trataba de semen», señala Cobb».

«Por supuesto, ambos estaban equivocados».

– ¡Pon dragones!

A principios del siglo XVIII, el médico y naturalista suizo Johan Jakob Schweitzer, uno de los corresponsales de la red de intelectuales de toda Europa de la Royal Academy, escribió un libro sobre los Alpes.

«Tenemos la versión manuscrita que envió para la aprobación de Isaac Newton (recientemente elegido como presidente de la organización)», dice Keith Moore, director de la biblioteca de la Royal Society, que publicó ese volumen de ‘Itinera Alpina’.

«Es realmente hermoso, y si lo lees, es una guía completamente estándar de los Alpes suizos», agrega la paleontóloga Tori Herridge.

«Si no hubieras tenido la oportunidad de ir a los Alpes suizos, te quedarías asombrado y fascinado al leer sobre el lugar y ver las increíbles cascadas, montañas, la flora, la fauna que puedes ver en el libro».

Ilustración de una gran cascada
Las ilustraciones de la edición de 1703 mostraban lo que Schweitzer había visto en sus viajes por la región alpina suiza.

«Todo es completamente sensato en 1703», dice Herridge. «Pero después…».

«En una edición posterior, no publicada por la Royal Society, me apresuro a añadir, aparecen dibujos de dragones», revela Moore.

«Es el mismo libro, supuestamente el mismo autor, pero con dragones», detalla Herridge.

Además de sus observaciones, los naturalistas suizos habían recopilado relatos de la región, «algunos probablemente derivados de huesos que se encontraban en los Alpes», explica Moore.

¿Por qué se habrá modificado la edición posterior?

«La primera edición era pura ciencia, y tal vez no le fue muy bien, así que se habrán preguntado ‘¿qué hacemos?… ¡Pon dragones!'», conjetura Herridge.

Ilustración en la edición posterior de un hombre asustado al ver un dragón
Una versión más atractiva: la edición de 1723… con dragones.

Lo que le llama la atención a la paleontóloga es que «se seguía presentando como un relato fáctico de viajes y de lo que se podía ver en los Alpes suizos: ¡estamos a principios del siglo XVIII y los dragones todavía están allí!».

Sin embargo, aunque nos parezca curioso, agrega, «ponte a pensar: si estás encontrando fósiles enormes y aún no sabes qué son los dinosaurios, ¿por qué es inherentemente ridículo que pueda haber dragones en los Alpes suizos?».

«En el pasado había un montón de explicaciones diferentes con las que la gente intentaba interpretar lo que hallaba.

«Veías un hueso enorme y tratabas de encajarlo en el folclore que conocías: ¿sería un dragón, un gigante, un cíclope?», explica Herridge.

«No estaban inventando cosas porque sí, era un sistema para darle sentido al mundo».

Aún así, «Schweitzer es escéptico sobre algunas de estas historias, pero de todos modos las registra», apunta Cobb.

«Pero creo que hay un punto muy importante, que también aplica al experimento de las arañas y el cuerno de unicornio».

– El punto

«El lema de la Royal Society era ‘No te fíes de la palabra de nadie’, y tenían todas estas historias, provenientes de la Biblia, de los griegos, de cuentos de viajeros y demás, que tal vez eran ciertas… ¡qué vas a saber!»

«Pues la única forma de averiguarlo es ir y tratar de encontrar un dragón. O si estás interesado en tratar de mantener alejadas a las arañas, entonces obtienes un poco de cuerno de unicornio y ves si funciona».

Eso es lo que estaban haciendo, subraya Cobb y cita otro de los experimentos curiosos de los primeros años de la Royal Society.

«Estaban obsesionados con tratar de entender de dónde viene la vida, y en un texto antiguo decía que si triturabas un montón de víboras y las ponías en una botella, se generarían nuevas víboras».

«Así que tenían esta botella que sacaban cada 4 meses y anotaban en el libro de registros: ‘no, aún no hay víboras’, hasta que concluyeron que no era cierto».

«Entre tanto, otros alrededor del mundo estaban haciendo lo mismo, tomando viejas historias y tratando de ver ‘¿generas sapos a partir de un pato muerto que dejas en una teca? Pues no, no es así’.

«Pero para llegar a esas conclusiones tuvieron que hacer correctamente los experimentos».

Estaban en los albores de lo que llamamos ciencia moderna, y el propósito era poner los conocimientos a prueba.

Así que, aunque algunas de las ideas parezcan ridículas ahora, lo son porque los primeros científicos hicieron la labor de investigarlas.

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El monje que rescata miles de manuscritos en los lugares más peligrosos del mundo: «Confían en mí porque soy un hombre de fe»…


El Mundo(J.Benítez) — Columba Stewart salva libros amenazados por la guerra, el integrismo y el expolio en los escenarios más peligrosos del planeta usando la más alta tecnología. Dirige la Hill Museum & Manuscript Library, una entidad sin ánimo de lucro que desde hace décadas cataloga y escanea libros en riesgo de desaparición

Cuando el ISIS inició su expansión por Oriente Medio, sembrando el terror en nombre de su califato e imponiendo su versión de la sharia, un estadounidense se infiltró tanto en Irak como en Siria con una misión heroica: rescatar de la hoguera purificadora de los integristas decenas de libros centenarios. No era un agente secreto, ni un contrabandista ni un mercenario. Tampoco tenía cargo diplomático alguno. Se trataba de un simple monje llamado Columba Stewart.

El hermano de la orden de los benedictinos se jugó el pellejo en tierra hostil. Consiguió regatear la caza del Estado Islámico y salvaguardar un importante patrimonio que estaba en peligro. Lo hizo como representante de la Hill Museum & Manuscript Library (HMML), una organización sin ánimo de lucro que, desde hace 60 años, fotografía, cataloga y brinda acceso a las copias de manuscritos amenazados por la guerra y el expolio.

Esta institución liderada por Stewart, con sede en el campus de la Abadía y la Universidad de Saint John en Collegeville (Minnesota), cuenta en la actualidad con un fondo de 500.000 textos digitalizados, el mayor del mundo. Incluye códices cotizadísimos en copto, latín y arameo, así como documentos de pocas páginas sobre la vida de nuestros ancestros.

Esta labor ha sido realizada durante décadas con las distintas técnicas de archivística vigentes en cada periodo: desde la microfilmación de los primeros manuscritos rescatados hasta el escaneo informático más sofisticado.

Pero la tecnología no lo es todo. El factor humano sigue siendo indispensable. De ahí que Columba Stewart sea considerado el Indiana Jones de los manuscritos: un erudito aventurero capaz de esquivar el peligro con tal de preservar una reliquia bibliófila para las generaciones venideras.

«A lo largo de estos años hemos creado una especie de mapa del conocimiento que confirma que en la Edad Media había un enorme intercambio cultural de libros. Una conexión extraordinaria entre el cristianismo, el islam y la cultura de África occidental», dice Stewart, de 67 años, por videollamada. «Queremos que esa conexión perviva y la potenciamos en los países y comunidades que sufren de falta de recursos y se enfrentan a grandes dificultades para proteger su patrimonio».

Nacido en Texas, fue bautizado con el nombre de Columba en honor a un santo irlandés del siglo VI. Tiene la cabeza rasurada, jersey negro de cuello alto y gafas de metal. Aunque hace poco pidió un permiso a la Abadía para abandonar la vida monástica mantiene su cargo de director ejecutivo del Hill Museum and Manuscript Library.

«Nosotros ni siquiera tocamos los libros, formamos a la población local que los posee y les facilitamos el equipo de reproducción», explica. «Les pagamos por cada imagen. Es lo contrario al modelo tradicional en el que el occidental aparecía y se llevaba el manuscrito a su país con el supuesto fin de protegerlo. Nosotros les ayudamos sin coger los libros y ellos nos permiten colgar las imágenes en una plataforma de internet y catalogarlos. Si por alguna razón algún manuscrito desapareciera, garantizamos la pervivencia de su contenido con una copia de seguridad».

Resumir el trabajo de Stewart resulta complicado. No se encarga de los asuntos técnicos, que delega en los miembros de su equipo, sino que ejerce de negociador en jefe. En cierta forma es un cónsul de los libros que viaja por el mundo con una valija que guarda la memoria escrita de los seres humanos.

Es alguien que empezó su trayectoria protectora salvando manuscritos de los cristianos primitivos en Oriente Medio, que impulsó el escaneo de joyas de la Biblioteca de Sarajevo -gravemente dañada durante la Guerra de los Balcanes- y que estimuló proyectos de conservación de distintas colecciones de Tombuctú, en Mali, en peligro cuando en 2012 los yihadistas la ocuparon.

Este hombre viene de la escuela diplomática más curtida de la historia: la eclesiástica. Stewart se fogueó siendo monje en el diálogo ecuménico entre católicos y ortodoxos y ha intervenido con regularidad en las conversaciones sobre la protección de las bibliotecas de los distintos grupos religiosos que conviven en la Ciudad Vieja de Jerusalén. 

Una experiencia en el arte de la negociación con la que soñaría cualquier político y empresario. Hablamos de un personaje que ha mediado en Nepal en el rescate de textos budistas y que, en India, ayuda a la minoría musulmana a proteger su legado cultural, amenazado por el nacionalismo hindú del primer ministro Narendra Modi.

La idea de conformar esta gran biblioteca de manuscritos surgió en 1964 en los monasterios benedictinos de Austria. Tras los estragos de la Segunda Guerra Mundial y ante el miedo a un conflicto nuclear durante la Guerra Fría, la orden decidió fotografiar las páginas de sus libros para preservarlos en un gigantesco archivo en caso de catástrofe.

Una idea que terminaron exportando a zonas de conflicto, como fue el caso de la Etiopía de los años 70, con el fin de proteger su legado de libros sacros. Desde entonces la HMML, que se financia con fundaciones y donaciones, ha ido extendiéndose por distintos continentes.

-¿Cómo viaja por un mundo en llamas un antiguo monje con un pasaporte tan odiado en muchos de sus destinos como el americano?

-Cuando estaba en el monasterio, interactuaba con otros monasterios en Irak o Siria y eso me facilitaba las cosas. Lo que aprendí pronto es que tu confesión no es importante. A la gente con la que hablaba lo que le importaba era que yo fuera un hombre de fe. Es cierto que mi pasaporte en algunos sitios no es bienvenido, pero para eso hay trucos…

-¿Cuáles?

-No comportarte como un americano (sonríe). Primero, escuchar. Segundo, mostrar respeto. Y tercero, tomarse el tiempo necesario para conocer a tu interlocutor. No puedes usar el típico estilo americano con estas personas, ese que consiste en mandar, ser ruidoso y cerrar un trato a toda prisa con un apretón de manos.

Con ellos tienes que ir a tomar un café o un té en repetidas ocasiones y construir una relación real. Demostrar que pueden confiar en ti y que tú no buscas ningún rédito comercial. Con quienes trato se dan cuenta enseguida de que soy un hombre sincero sin afán de lucro. Voy con las manos abiertas.

Este Indiana Jones de los manuscritos, aparte de ser una persona valiente, está sobradamente cualificado para su trabajo. Antes de ingresar en el monasterio se licenció cum laude en Historia y Literatura en la Universidad de Harvard. Luego obtuvo una maestría en Estudios Religiosos en Yale y un doctorado en Teología por Oxford.

«Muchos de los libros perseguidos están escondidos: son protegidos con devoción y nunca se los enseñarán a los extranjeros. De ahí que sea es un privilegio poder disfrutarlos digitalmente», dice.

Por ello Stewart garantiza una copia de seguridad a quienes confían en él para ceder el visionado de sus obras para mitigar el impacto de muchas tragedias que ha vivido. «En Irak una colección extraordinaria fue destruida y hay otras muy valiosas que fueron evacuadas de Siria al Líbano y que no sé todavía si han sobrevivido», admite.

Karen Armstrong, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2017 y una eminencia en el estudio de los textos sagrados, describe que las Escrituras, sea cual sea la tradición religiosa, a menudo se emplean selectivamente para suscribir opiniones arbitrarias.

En El arte perdido de las Escrituras (Paidós, 2019) sostiene que la lectura sesgada que hace que los radicales usen el Corán para justificar el terrorismo, la Torá para negar a los palestinos el derecho a vivir en la tierra de Israel y la Biblia para condenar la homosexualidad es un fenómeno relativamente reciente.

Durante cientos de años estos textos fueron vistos como herramientas espirituales que conectaban al individuo con lo divino. Eran interpretados como fluidos y adaptables, no como un conjunto de reglas arcaicas vinculantes.

Este aperturismo del saber humano es lo que persigue Stewart con su labor. Por eso el trabajo recolector de su biblioteca de manuscritos, que comenzó con el rescate de libros cristianos, se ha ido extendiendo a otros credos, además de a obras seculares.

Su radio de acción ha crecido. Y también los peligros.

«Estuve en apuros en Tombuctú cuando nos pilló un fuego cruzado de un ataque yihadista al centro de comunicaciones de la ONU. Nos escondimos en la habitación del hotel y oímos helicópteros disparando con ametralladoras. El principal temor, además de las balas, era ser secuestrado por estos grupos, porque su estrategia consiste en mantenerte preso durante varios años y así aumentar el precio del rescate.

Por suerte, fuimos evacuados por unos cascos azules suecos. En Mosul sí que viví una experiencia aterradora, porque estuve cerca del fuego de mortero y de los bombardeos aéreos. En esa zona de guerra, me encontré con iglesias destruidas, bibliotecas quemadas y población desplazada de sus casas. He vuelto en varias ocasiones».

En Irak se forjó la colaboración de Stewart con el arzobispo de Mosul, con el que recorrió la llanura de Nínive para escapar de la toma por el Daesh de ese territorio. «Es un hombre telegénico y con carisma con el que me comunicaba en francés», recuerda con simpatía.

Esas travesías por los orígenes de la civilización en Oriente Próximo, por las piedras en las que nacieron las primeras formas de escritura, han dejado una profunda huella en el estadounidense. «Hablamos de culturas de una extraordinaria profundidad», afirma.

Así es la diplomacia monástica de Columba Stewart. Su modus operandi es el respeto, la paciencia y la resolución de problemas.

La cultura ha estado bajo sospecha desde tiempos inmemoriales. Persecuciones políticas o religiosas, además de las malas condiciones de conservación, han impedido que muchas obras capitales no lleguen hasta nosotros. Hoy distintas iniciativas intentan evitar esta amnesia, a veces provocada, a veces accidental.

La protección del Fondo Kati, que cuenta con financiación española, es una de ellas. Se trata de la biblioteca de Ali ben Ziyad al-Kati, un musulmán que se exilió de Toledo en 1467 para instalarse en Tombuctú con su colección de 12.000 manuscritos en hebreo, castellano y árabe.

Estos libros fueron conservados por sus descendientes durante más de cinco siglos. Pero, como bien conoce Stewart, su heredero actual tuvo que recurrir a la ayuda internacional para salvarla en 2012 de los fanáticos religiosos y los rebeldes tuaregs.

Otra muy interesante, mucho más moderna, pero con un enorme significado en estos tiempos de cancelación, es la biblioteca Dawit Isaak, dedicada a la libertad de expresión y con sede en la ciudad sueca de Malmö. Es la primera y única colección internacional de literatura prohibida a disposición del público con libros cuyos autores han sido censurados, encarcelados o, en el peor de los casos, asesinados.

«Su nombre está dedicado al reportero sueco-eritreo encarcelado ilegalmente por las autoridades de Eritrea por su labor informativa y la defensa de la libertad de expresión», explica su bibliotecario, Jens Zingmark, que reconoce que el fondo del centro supera ya los 3.000 libros. «En el interior de cada libro ponemos una nota que explica en pocas palabras qué le ha pasado al autor o al libro, cuándo fue censurado, dónde y por qué».

Todo libro amenazado tiene una historia. Y necesita un ángel de la guarda. Quizás por eso, Columba Stewart considera que el afán de proteger la propia memoria cultural o religiosa es un impulso humano universal.

Para entenderlo basta leer una conferencia que impartió en 2019 sobre el francés Pedro El Venerable, un abad benedictino de Cluny del siglo XII que viajó hasta Toledo tiempo después de que la ciudad fuera reconquistada a los musulmanes por las tropas cristianas de Alfonso VI.

A su llegada, este religioso encargó a distintos eruditos árabes la traducción al latín de los textos islámicos más importantes, incluido el Corán. Pedro adoptó, según Stewart, el principio humanista que dice que «para comprender a la gente de otra cultura, con creencias diferentes, debemos escucharlos con su propia voz, aprender su idioma, leer y comprender sus textos».

En esa intervención académica, Columba vistió el hábito benedictino -compuesto por un alba negra y un escapulario-, pero hizo referencia a los nuevos tiempos: «La tradición benedictina de preservar el pensamiento humano para el mundo contemporáneo requiere de un vestuario más versátil, adaptado al desierto de Tombuctú, al entorno de combate de Mosul o al entorno secular de la academia moderna».

En cierta forma, el hábito no hace el monje, que en el siglo XXI se mueve en vaqueros y cazadora caqui si hace falta.

-¿Cuando regresaba de la guerra cómo metabolizaba de repente el paso a una vida espiritual y académica?

-Metabolizar… Me gusta que haya usado esa palabra. Por supuesto, tuve que procesar lo sucedido en Tombuctú. Cuando vuelvo de viaje me doy cuenta de lo privilegiada que es mi vida en Estados Unidos, donde el mayor problema es pensar si tienes que cambiar la alfombra del salón. ¿Me entiende? Todo son problemas ridículos. Me imagino la situación de Gaza, donde teníamos un proyecto que la guerra canceló y pienso en cómo volvió a empezar todo de nuevo.

Hace más de 80 años ustedes en España tuvieron una terrible Guerra Civil y también se vivió una Guerra Mundial en gran parte del planeta. Ya apenas queda gente que conoció en primera persona estos traumas. Le pongo el ejemplo de mi país. Han pasado 160 años desde la Guerra de Secesión y, por supuesto, no hay memoria viva de esa tragedia. Puede que actualmente tengamos huracanes e incendios, pero no nos hacemos a la idea de lo que sufre la gente en una guerra.

El trabajo que hace Stewart es una especie de póliza de seguros para los propietarios de los manuscritos, que saben que su contenido se conservará incluso en caso de pérdida o deterioro. Como se ha podido comprobar en muchas ocasiones, estas copias sirven de prueba de propiedad en caso de robo y su catalogación dificulta el millonario tráfico ilegal de manuscritos. Además, los dueños de los tesoros han aprendido que su apertura al mundo y la investigación académica revalorizan estos bienes.

Sin embargo, el valor económico no es importante para este antiguo monje. «Escaneamos todo», dice Stewart. «Lo que puede ser interesante para una comunidad en 2025 puede que en 2125 no lo sea, y viceversa. Esto es como el arte: cada época tiene sus gustos, que van y vienen».

Es la devoción por el testimonio escrito de este hombre que ya ha conseguido que en la HMML ya existan 100.000 manuscritos a disposición de los investigadores en una plataforma con una base de datos que permite buscar por país, lengua, autor, características y género. Cada semana se incluyen nuevos archivos.

«Hay manuscritos que puede que no sean hermosos, pero que pueden tener un valor que todavía desconocemos», cuenta. «Pienso que cada texto escrito hace siglos exigía un notable esfuerzo entonces, fuera económico -por los notables costes de la tinta y el papel- y de tiempo. Así que considero que hay que protegerlo a toda costa, ya que quien lo escribió se esforzó mucho y lo consideró importante».

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‘He-Man y los Masters del Universo’: la erótica del poder de Greyskull…


He-Man y los Masters del Universo. Imagen USA Network.
He-Man y los Masters del Universo.

JotDown(D.Arnau) — He-Man y los Masters del Universo o, lo que es lo mismo, He-Man y los muñecos que la gente compraba cuando el de He-Man se había agotado. Porque esto va de una serie de dibujos, pero también de juguetes, de balances de pérdidas y beneficios y, por encima de todo, de He-Man. 

He-Man es, posparipé transformador, el príncipe Adam de Eternia, hijo de Randor y Marlena, aunque sus verdaderos progenitores fueron el CEO y el diseñador jefe de Mattel de la época. Al contrario que el príncipe Adam, He-Man no fue concebido desde el amor puro. Su situación fue más la del hijo que tiene que salvar un matrimonio, nacido de la miseria y el despecho.

Mattel se cansó de ver cómo los muñecos de La guerra de las galaxias que rechazó fabricar estaban dominando el mercado y, para arrebatárselo, ensambló al hombre más poderoso del universo.

El parto de He-Man no fue fácil, como tampoco lo fue el proceso creativo de la serie. Antes de tener la historia, las tramas y la biografía de los personajes, los juguetes que iban a endosarles a los padres ya estaban en las tiendas. Por un lado, bárbaros, hechiceros, gladiadores y un tigre verde; y por el otro, astronautas, armas láser y motos voladoras.

Y en medio Lou Scheimer y el encargo de hacer episodios-anuncio de veinte minutos. El resultado fueron dos temporadas de una serie original y delirante a la fuerza, estrenada el 30 de septiembre de 1983 y descatalogada dos años después. 

Un maravilloso despropósito que solo podía sostener el hombre más poderoso del universo, He-Man. Él-Hombre. Nada de nombres que creen confusión como Jesse, Jamie o Alex. Ni siquiera Germán, que es muy masculino y suena casi igual. No es una mujer pero, por si había dudas, le llamaron He-Man.

Y puede que esta sobrecompensación con su nombre se deba, en parte, a su estilismo: melenita rubia estilo bob-cut, slip de piel, botas altas a juego y una miniarmadura en medio del pecho cuya única función parece ser la de crear dudas: ¿He-Man tiene el corazón en el centro y por eso solo protege esa zona? ¿Tiene una tercera teta? Y, si el guardián de la paz y la justicia en Eternia viste así, ¿cómo visten allí los gogós?

Pero nada de esto importa cuando He-Man es tan poderoso que puede anular un tornado girando sus brazos en la dirección opuesta y luego lanzarlo, literalmente, al espacio. Es tan poderoso que puede arrancar un castillo de sus cimientos y lanzarlo a otra dimensión, con suave aterrizaje incluido, o mover una montaña que, por alguna anomalía geológica, no estaba fijada al suelo.

He-Man es tan y tan poderoso que puede salir al espacio en una nave descapotada sin más traje espacial que su masa muscular, subirse encima, empujar y sacar de su órbita una luna que estaba causando mareas altas. Puede romper las leyes de la física, la química y la lógica, es tan poderoso que es a quien llaman cuando el gato de Chuck Norris no quiere bajarse del árbol.

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Poderoso sí, violento nunca. Ya sea porque no le hacía falta o porque sus muñecos se vendían mejor si no usaba la violencia, en ninguno de los ciento treinta episodios se puede ver a He-Man golpeando a ningún otro ser, simplemente los lanza lejos, no los golpea. Con una curiosa excepción: los robots. Quién sabe si hay un mensaje proludita escondido en la serie o es un odio visceral a todos los autómatas por lo que una máquina cortapelo hizo con su melena.

Si has llegado al final de este artículo y eres fan de He-Man sabrás que esta es la parte de la moraleja, la reflexión sobre lo que hemos aprendido hoy. Básicamente hoy hemos aprendido que si George Lucas te ofrece la licencia para fabricar los muñecos de La guerra de las galaxias debes decir que sí, que nunca debes utilizar la violencia, y que si tienes que utilizarla limítate a lanzar a tus enemigos lejos.

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«Ella creía que había que tomar partido»: cómo Audrey Hepburn se convirtió en espía durante la Segunda Guerra Mundial…


Audrey Hepburn
Audrey Hepburn es considerada un ícono del cine y de la moda.

BBC News Mundo(C.Luu) — La actriz Audrey Hepburn fue un ícono del cine durante los años 50 y 60.

En 1953, gracias a su actuación en la película «Vacaciones en Roma» recibió el premio Oscar a la mejor actriz.

Pero tal vez lo que muchos no saben es que cuando era adolescente y mientras transcurría la Segunda Guerra Mundial, ella interpretó un papel muy diferente: hizo actuaciones secretas como bailarina de ballet para recaudar dinero para la resistencia neerlandesa durante la ocupación nazi.

La actriz había nacido en Bruselas en 1929. Su madre era la baronesa neerlandesa Ella van Heemstra y su padre, el empresario británico Joseph Hepburn-Ruston.

Cuando vivía en Londres, sus padres se sintieron atraídos por las ideas de Oswald Mosley, líder de un violento movimiento antisemita, conocido como Unión Bitánica de Fascistas (BUF, por sus siglas en inglés). Van Heemstra escribió un artículo para la revista de la BUF sobre lo que ella veía como las glorias de la Alemania nazi.

Entonces el padre de Audrey decidió abandonar a su familia cuando ella tenía 6 años.

Poco después él sería puesto bajo arresto bajo los cargos de «asociación con organizaciones fascistas extranjeras» y pasaría los años de la guerra en prisión.

«Incluso cuando era pequeña, ella era extrovertida, se reía, jugaba, actuaba todo el tiempo. Mi abuelo la llamaba «el árbol que siempre estaba verde», le dijo Luca Dotti, el hijo menor de Hepburn, al escritor Robert Matzen, autor del libro «La chica neerlandesa».

«La madre de Audrey decidió que Inglaterra, en términos generales, no era un buen lugar para su hija debido a la amenaza que se cernía sobre el país con una posible invasión de la isla por parte de Alemania desde Francia».

Audrey Hepburn y su madre
Hepburn con su madre Ella van Heemstra en 1946. Hepburn dijo más tarde que nunca perdonó a su madre por sus simpatías fascistas.

– La muerte de su tío

Van Heemstra sacó a su hija del internado donde estaba estudiando.

Después se mudaron a una propiedad familiar en Países Bajos y entonces Audrey se inscribió en una escuela de danza con su nombre neerlandés: Adriaantje van Heemstra. (Ella después se cambiaría el apellido cuando comenzó a actuar).

En ese momento, su madre todavía admiraba a Adolf Hitler y creía que nunca invadiría su país.

«Mudarse a Países Bajos no fue mudarse a casa. Ella no hablaba el holandés y tuvo que ir a una escuela neerlandesa sin entender una sola palabra, con los nuevos compañeros burlándose de ella», relata Dotti sobre la experiencia de su madre en el nuevo país.

Hitler invadió y ocupó Países Bajos en mayo de 1940.

«El frente Oriental fue un horno que no se podía alimentar con suficiente rapidez. Los alemanes necesitaban comida y ropa para sus tropas y todo se lo arrebataron a los neerlandeses y a los otros países que ocuparon», señala Matzen.

El tío de Hepburn, el conde Otto van Limburg Stirum, fue uno de los principales líderes en contra de la ocupación nazi.

En 1942 un grupo de la resistencia intentó volar con explosivos un tren alemán cerca de Róterdam.

Aunque no tenía nada que ver con el atentado, Limburg Stirum fue arrestado por su activismo contra los nazis. Entonces se lo llevaron a un bosque, y junto a otras tres personas más, le dispararon y enterraron su cuerpo en una fosa común.

Hepburn amaba a su tío como un padre adoptivo y estaba devastada por la muerte de su tío.

Aviones alemanes en 1940
Los nazis invadieron Países Bajos en mayo de 1940.

«Se convirtió en un incidente nacional y fue vital para la reacción de la gente de Países Bajos», explica Matzen.

A pesar de que su familia era privilegiada, los nazis tomaron todos los recursos del país y ellos sufrieron hambre.

Cuando Hepburn cumplió 15 años, se le ordenó unirse al Sindicato Cultural de Artistas de la Alemania nazi o dejar la danza.

Ella optó por dejar la danza.

«A través de la danza ella podía soñar, ella podía volar, ella podía olvidar. Era una manera de escapar de la realidad», explica Dotto.

Entonces ella comenzó a dar presentaciones de danza en un lugar seguro, con las ventanas cerradas e iluminado apenas por una vela para evitar ser descubierta. Un piano tocaba de manera muy suave mientras ella bailaba. Al final del show, se recolectaba dinero para la resistencia.

– De bailarina a espía

A mediados de 1944, Hepburn se ofreció como voluntaria para ser la asistente del doctor Hendrik Visser ‘t Hooft, quien era miembro de la resistencia.

Aunque muchas personas veían a la madre de Hepburn como colaboradora de los nazis, Visser ‘t Hooft necesitaba ayuda para apoyar a miles de personas que se estaban escondiendo de los nazis.

Él confiaba lo suficientemente en ella para traerla a la resistencia.

En septiembre de 1944, Hepburn estaba en una iglesia cuando los cánticos fueron interrumpidos por el ruido de motores.

La operación «Market Garden», que era un plan de los aliados para tomar nueve puentes a través del río Rhin, había comenzado.

Cuando ella salió a la calle y miró hacia el cielo vio a miles de soldados en paracaídas.

Sin embargo, dos divisiones acorazadas de los nazis se estaban reagrupando en el área. Tanques alemanes rodearon la casa de Van Heemstras. Hepburn y su familia se escondieron en el ático durante los nueve días que duró la batalla.

Cuando salieron de allí, la noticia era que los nazis habían ganado.

Audrey Hepburn.
Audrey Hepburn también se destacó por su elegancia al vestir.

Ella escuchó gritos desde un edificio en el que los nazis tomaron represalias: allí torturaban y mataban a miembros de la resistencia neerlandesa.

Cuando unas tropas de los Aliados iban hacia Alemania tuvieron que hacer una parada en Países Bajos. Visser ‘t Hooft envió a Hepburn a un bosque para que se encontrara con un soldado británico para que le entregara un mensaje cifrado que tenía en las medias.

Pero cuando volvía del bosque se encontró con la policía neerlandesa. Entonces se inclinó a recoger algunas flores y de forma coqueta, se las dio a los oficiales quienes no la interrogaron.

Después de esto, ella continuó llevando mensajes cifrados para la resistencia.

«Ella creía firmemente que había una lucha entre el bien y el mal, y que debía tomar un bando», recuerda Dotti.

– «Liberamos a una niña inglesa»

«Los alemanes no se tomaban a los niños en serio. Los neerlandeses se dieron cuenta que los niños eran quienes debían llevar los mensajes, que hicieran esas cosas vitales por la resistencia y a los niños les encantaba. Ellos se convirtieron en los héroes de la resistencia», dice Matzen.

En febrero de 1945, se informaba que 500 personas en Países Bajos morían de hambre a la semana.

La familia de Hepburn también sufrió los rigores de la hambruna. Ella estuvo enferma de anemia e ictericia.

Mientras se desataba una feroz lucha frente a la puerta de su casa, Hepburn y su familia se escondieron en el sótano durante tres semanas.

Finalmente, el 16 de abril de 1945, todo quedó en silencio. Olía a tabaco, algo que era imposible de conseguir en Países Bajos durante la guerra.

Subió las escaleras del sótano, abrió la puerta y vio a cinco soldados canadienses fumando cigarrillos y apuntándole con metralletas.

Inmediatamente, comenzó a hablarles en inglés.

Uno de ellos gritó: «No solo hemos liberado una ciudad, ¡hemos liberado a una niña inglesa!».

Audrey Hepburn de visita con la ONU
En sus últimos años fue una destacada embajadora de buena voluntada de la ONU.

Más tarde, Hepburn le dijo a su hijo que nunca perdonó a su madre por tener simpatías fascistas. Cuando terminó la guerra, obtuvo una beca para el Ballet Rambert en Londres.

Aunque tenía talento, su físico quedó dañado permanentemente por la desnutrición y no tenía la resistencia necesaria para convertirse en bailarina profesional.

En cambio, se dedicó a la interpretación, con pequeños papeles de teatro en el West End de Londres y en películas como «The Lavender Hill Mob».

En 1953, consiguió su primer papel protagonista en «Roman Holiday» (La princesa que quería vivir).

Fue un gran éxito de crítica y público y, Hepburn logró el Oscar a la mejor actriz.

A lo largo de su carrera, continuó realizando obras de caridad, en particular como embajadora de buena voluntad de Unicef.

Hepburn falleció de cáncer en 1993 a los 63 años.

«Los instintos de Audrey se afinaron al máximo con la guerra y todo lo que vivió, y tenía tanta experiencia en la que basarse que pudo meterse en esos diversos personajes que interpretó», dice Matzen.

nuestras charlas nocturnas.


Working class heroes: las huelgas contra Franco…


huelgas
Los grises cargan contra manifestantes durante una huelga en 1968.

JotDown(A.García) — Quizá no exista un periodo de la historia reciente de España que interese más mantener oculto bajo cuatro tópicos mal trabados que la dictadura del general Franco, se mire al lado del espectro político que se mire. Para los nostálgicos suponen cuatro décadas ininterrumpidas de orden, estabilidad y ausencia de paro donde no ocurrió nada que se saliera de lo que Dios y la Patria mandan.

Para otros muchos, existe un bloqueo psicológico ante la vertiente represiva del franquismo; las dictaduras no son precisamente simpáticas. Lo que se cuenta en el cole es la represión, los apuros de la posguerra y desde ahí ya derechitos al advenimiento de Juan Carlos I para salvarnos del caos y las tinieblas, todos nos damos la mano en amor y compañía y el mundo entero nos admira.

Por eso puede que últimamente abunden los que no tienen ni pajolera idea de lo que ocurrió cuando sus padres o abuelos aún tenían pelo. Todo esto obedece al sesgo politizado con el que se suele analizar este periodo.

Legiones de tertulianos maduros han transmitido la distorsionada imagen tardofranquista de los estudiantes universitarios (casualmente ellos mismos) corriendo delante de los grises como héroes de la lucha contra la Lucecita de El Pardo. Las protestas estudiantiles existieron desde finales de los cincuenta y cobraron mucha importancia en los estertores del franquismo, pero se trata de una oposición puramente política y minoritaria.

La población universitaria la componían vástagos de gente acomodada y afecta al régimen. La revuelta estudiantil proviene de las mismas entrañas del franquismo: tras las algaradas de 1957 ilustres apellidos de victoriosas familias patearon las cárceles peninsulares buscando a sus nenes, impasible el ademán.

Sin embargo, existió una oposición constante, espontánea, valiente y aunque de carácter mucho menos político, a la postre bastante más efectiva. Esta oposición ha permanecido durmiendo el sueño de los justos durante años, condenada al ostracismo puesto que no está plagada de prohombres destacados.

Esta oposición consiguió plantar las semillas del Estado del bienestar en España a costa de mucha sangre, sudor y hostias como panes. La conflictividad laboral durante la dictadura no fue en absoluto testimonial; durante unos cuantos años fue la más alta de Europa y sin embargo ha desaparecido del relato posterior. 

  • Acto I: Represión y autarquía

Sindicato de Estudiantes - El movimiento estudiantil en la lucha contra el  franquismo

Desde el inicio del alzamiento, los militares sublevados tenían muy claro cuál iba a ser su objetivo principal: «erradicar» de España la «enfermedad marxista». Al menos hasta 1947 se emplearon a fondo para conseguirlo: a la represión de retaguardia llevada a cabo por falangistas y carlistas le siguió un metódico terrorismo de Estado de la mano de los Tribunales Militares que, con la Causa General en ristre, no daban abasto para crujir a tanto rojo real o imaginado.

Las cárceles españolas, con capacidad para veinte mil reclusos, alojaban una cifra que oscila entre doscientos y cuatrocientos mil presos políticos. Los ejecutados se cifran en cine y ciento cincuenta mil, sin contar fallecidos por enfermedad, hambre o malos tratos en prisiones y centros de acogida —niños o mujeres, por ejemplo—.

Los exiliados superaban el medio millón, aunque una buena parte acabó volviendo. La represión no se termina ahí, sino que incluyó una depuración de funcionarios públicos, sobre todo en la enseñanza y la judicatura (sustituidos por curas y militares, respectivamente) pero que también llegó a capas más modestas, como los servicios municipales.

La magnitud de la represalia franquista en los primeros tiempos desarticuló a la oposición política desde el centro hasta la extrema izquierda y la redujo a un estado de lamentable impotencia del que ya no salió: hay una discontinuidad evidente entre la izquierda de antes de la guerra y la actual.

Este programa «depurador» incluía los cuadros de mando de muchas empresas, que fueron también purgados y se procedió al sometimiento de la fuerza de trabajo, sospechosa de izquierdismo.

Los principios que rigieron la economía española estaban indisimuladamente calcados del corpus doctrinal fascista italiano: los militares vencedores, sin mucha idea de economía, impusieron el ideal mussoliniano de la autosuficiencia en un país que se moría de hambre casi literalmente.

Otro de los pilares ideológicos del fascismo era la negación de la lucha de clases y los conflictos sociales. La aproximación a este ideario se alcanzaba a base de hostias a los obreros por parte del Estado, que intervenía las relaciones laborales. 

Falange, el inicialmente minúsculo partido fascista fundado por Primo de Rivera Jr., jugó un importantísimo papel como tonto útil durante y después de la guerra, falleciendo de éxito al convertirse en el Partido Único, una vez fusionado con los otros ilusos aliados del franquismo: los carlistas.

El Frankenstein bautizado como FET-JONS pronto se encontró ante la realidad de que, pese a su apariencia de poder omnímodo, era marginado por los militares, pues para eso habían ganado ellos la guerra y se habían enseñoreado del país. Así que el ámbito de Falange se vio reducido a aspectos concretos de la sociedad española, entre los que se encontraba la regulación laboral.

El Fuero del Trabajo de 1938, copiado de la Carta di Lavoro fascista, imponía una «organización corporativa» del trabajo —es decir, por ramas de la producción—, prohibía las huelgas, que eran delito juzgado por tribunales militares y consagraba el papel del Estado como una especie de «Empresario Supremo».

Los empresarios eran los «jefes» de la empresa (en el sentido fascista de la palabra, como Duce o Führer) y respondían frente al Estado de cualquier alboroto que sus trabajadores protagonizaran. De esta manera se forjó no solo una relación de explotación asalariado-empresario sino también de subordinación neo-feudal, puesto que debían mostrarse leales al patrón en todo momento; lo contrario podía costar la cárcel y la marginación social.

Siguiendo esta filosofía fascista de que una vez sujetos a guantazos los obreros, los conflictos laborales no existen, los sindicatos de clase desaparecieron y se obligó a todos los trabajadores a encuadrarse en lo que se conoció como Sindicato Vertical (u OSE, Organización Sindical Española).

50 años de la muerte de Franco: los obreros que pusieron la dictadura contra  las cuerdas

El encargado de poner en pie este peculiar edificio fue Gerardo Salvador Merino, uno de los escasos palentinos que pululan por la historia de España, y que además era bastante nazi.

Suficiente como para que albergara planes para convertir el sindicato en una fuerza autónoma y poderosa, lo que provocó que Franco se deshiciera de él y encargara la tarea al más manejable Arrese.

Con ello, la teoría nacionalsindicalista se fue a la pragmática porra: el sindicato no estaba unificado ni era vertical más que en teoría, puesto que el asalariado era un monigote en manos de la patronal, ni mucho menos dirigía la actividad económica.

Eso quedó para el Estado, que para controlar de verdad el mondongo creó las Magistraturas de Trabajo. El sindicalismo falangista se convirtió en una organización burocrática limitada a vigilar a los revoltosos y a formar cuadros para el régimen.

Con estos planteamientos, la vida del obrero español era más bien lúgubre; la negociación colectiva desapareció sustituida por un paternalismo empresarial otorgado, con un embrión de Seguridad Social inspirado en el republicano, obras benéficas como leyes de Accidentes de Trabajo, famélicos subsidios familiares, seguros de vejez y otras rudimentarias migajas de caridad para evitar conflictos.

Esta ausencia de mecanismos legales para conseguir mejoras sociales coincidió con la etapa más oscura de la economía nacional; el primer franquismo y su estúpida utopía autárquica llevó a España varias décadas hacia el atraso. Resulta inexplicable que las cartillas de racionamiento, procedimiento de emergencia en periodos de anarquía, perviviesen la friolera de trece años desde el final de la guerra si no es por la incompetencia y avaricia de los responsables económicos.

Desmantelados los antiguos sindicatos y en plena represión, el malestar obrero por las pésimas condiciones de vida se limitó a una resistencia pasiva; abundan los informes sobre indolencia, desobediencia y «sabotaje».

Pero en 1947, dado el aislamiento internacional de la España franquista y las malas perspectivas de supervivencia del régimen, las redes clandestinas de UGT, PSUC y CNT organizaron una huelga abierta en Cataluña y el País Vasco, casi las únicas zonas industriales del país. Sin embargo, fue el canto del manido cisne, el fracaso final de las maniobras de la impotente oposición política en el exilio.

El aflojamiento de la presión exterior, el afianzamiento de la dictadura y el declinar de la guerrilla comunista acabaron de finiquitar la acción directa de los escasos supervivientes.

Lo que no cambiaba era la autarquía, que en 1951 amenazaba con hundir definitivamente la economía nacional. Es aquí cuando una inesperada tormenta se desatará en las narices de los dirigentes franquistas. Barcelona, el País Vasco, Madrid y Pamplona estallarán espontáneamente en una protesta sin contenido político, puesto que estaba motivadas por el insoportable malestar que provocaba la miseria endémica española.

Los protagonistas son sustancialmente diferentes a los de la época republicana; el recién creado para-sindicalismo católico (las Hermandades Obreras de Acción Católica y la Juventud Obrera Católica) y la nueva política de algunos sindicalistas llamada «entrismo», que consistía en infiltrarse en los cuadros del sindicato como enlace para desde ahí dar salida a reivindicaciones laborales.

Ocurrió que a finales de 1950 el Consejo de Ministros decretó una brutal subida del transporte público barcelonés, más hiriente si cabe por el hecho de que una idéntica subida para Madrid había quedado congelada. Como todo el que conozca a algún catalán sabe bien, esta es la afrenta más grave que se les puede hacer: en marzo del 51 tuvo lugar un boicot masivo al tranvía, seguido por una huelga general convocada por los propios enlaces sindicales.

Ni que decir tiene que la policía se puso las botas en una actuación que sería la marca de la casa: politizar los conflictos y militarizar la represión de las huelgas. Actitud que a la larga será contraproducente para el franquismo porque conducirá inevitablemente a la recíproca politización obrera. Para el 25 de abril la protesta se había extendido al País Vasco y Navarra, donde se sucedieron tres huelgas generales.

En mayo le tocó el boicot tranviario a Madrid en señal de descontento por el alto coste de la vida. A pesar de las detenciones y los palos recibidos, el precio del tranvía volvió a ser el que era: no solo había hecho acto de presencia una forma completamente nueva de resistencia al franquismo, con tácticas y organización diferente, sino que Franco tuvo que remodelar el gobierno y destituir al ministro del ramo. La primera piedra para desmontar el disparate de la autarquía estaba puesta.

El siguiente asalto tuvo lugar en 1956-57, justo después de la primera algarada de estudiantes que siguió a la polémica entre las familias católica y falangista de la intelectualidad del régimen. El objetivo seguía siendo la simple mejora de unas condiciones patéticas, sobre todo salariales; la organización será mayoritariamente espontánea y ciudadana, y la geografía, la habitual todos estos años: Cataluña, el País Vasco, Madrid y la cuenca minera asturiana.

La mayoría eran obreros procedentes del campo, sin relación directa con la guerra civil y cuyas reivindicaciones eran de tipo práctico. Para conseguirlas, usaban profusamente la huelga y la formación de comisiones ad hoc que después se disolvían; el rosario de conflictos obreros, principalmente metalúrgicos y mineros, se sucedió (SEAT, ENASA, Batlló, Hispano-Olivetti).

El gobierno respondió de nuevo politizándolas, lo que tenía su lógica puesto que por un lado ponían en entredicho las bases nacionalsindicalistas del Estado y su presunta armonía entre capital y trabajo, y por el otro alteraban el orden público, esencia del régimen.

Otra vez, bajo el aparente triunfo represivo, el franquismo se batía en retirada: en 1958 se promulgó la Ley de Convenios Colectivos, que legalizaba la negociación laboral, dejándola en manos de la OSE. Además, la reforma económica estaba en marcha, auspiciada por expertos internacionales e impuesta a Franco, que aceptó a regañadientes («Haga usted lo que le dé la gana», le espetó a su ministro de Hacienda). El Plan de Estabilización de 1959 finiquitó el sueño económico fascista.

  • Acto II: Desarrollismo o muerte

Izquierda Revolucionaria - A 40 años de la muerte del dictador. Así  'protegía' el franquismo a los trabajadores

El reajuste económico que siguió a la estabilización trajo muchas apreturas a la población, pero la mejora posterior fue todavía más sangrante, ya que los trabajadores eran muy conscientes de que no les llegaba nada de la recuperación. Por otra parte, en los años sesenta habían cristalizado, al calor de los enfrentamientos de los cincuenta, las nuevas formas de actuación obrera.

La fórmula mágica consistía en la infiltración y utilización de la OSE como forma legal de lucha, la huelga como forma ilegal y la creación de fugaces comisiones obreras para negociar puntos concretos, impulsadas por jóvenes católicos y comunistas; es el origen de las actuales CC. OO. 

La protesta en estos años comenzó en primavera de 1962 con la gran huelga de la minería asturiana, de dos meses de duración y más de sesenta mil participantes que terminó con cientos de detenidos, despedidos y deportados. Se sumaron de nuevo Barcelona y el País Vasco para contabilizar unos cuatro cientos mil huelguistas de nada que reclamaban su parte del pastel del meteórico e inesperado desarrollo económico.

Arreciaban las reivindicaciones de mejoría de nivel de vida, recogidas en los informes policiales, y los actos de indisciplina. Eran los años de negociación de convenios colectivos, proceso especialmente frustrante si tenemos en cuenta que la parte social la representaba la OSE, o lo que es lo mismo, el Estado franquista.

Que firmaba con la patronal a espaldas de los obreros (prácticamente consigo misma), por lo que estos se veían obligados a lidiar tanto con patronal como con «representantes», no siempre por los escasos cauces legales.

Sin derechos de huelga, organización o asociación, los trabajadores se encontraban con la triple presión de una inflexibilidad empresarial que podía sancionar legalmente «indisciplinas», una organización sindical oficial que velaba por la «normalidad laboral» y un poder ejecutivo que veía todo esto como un problema de orden público y a la mínima lanzaba a los grises a la carga.

No sorprende que a partir de 1966 la conflictividad obrera vaya en imparable aumento hacia su apoteosis setentera, puesto que la única vía para salir de aquello era la militancia y el conflicto de clase. Canalizado sobre todo a través de las CC. OO., que aprovecharon bien un resbalón aperturista del responsable de la OSE, José Solís.

En las elecciones sindicales de aquel mismo año, ensayaron un asalto en toda línea destinado a ocupar cuantos más cargos sindicales mejor. Solís se asustó terriblemente ante el crecimiento de la organización y en el 67 fue ilegalizada por el Tribunal Supremo que la tildó de «filial del Partido Comunista», descripción que como hemos visto se queda bastante corta ya que estaba llena de católicos, socialistas e independientes.

La persecución solo sirvió para acrecentar la red de solidaridad alrededor de esta organización seudo-sindical de tipo sociopolítico. Hasta los setenta la criatura fue creciendo, apareciendo nuevos fichajes en otros sectores de actividad (textil, banca, sanidad, enseñanza) y otras zonas geográficas (El Ferrol, Valencia, Valladolid, Sevilla, Vigo).

Todo este desarrollo del activismo militante y el enorme crecimiento de la reivindicación laboral es el verdadero responsable de la elevación del poder adquisitivo de los trabajadores españoles y de las sucesivas mejoras en las condiciones laborales. Con mucho esfuerzo se estaba arrancando a un Estado dictatorial, que no dudaba en emplear la violencia indiscriminada para reprimir los «desórdenes», todo un andamiaje de protección social y derechos laborales.

No solo eso, sino que el círculo vicioso de politización mutua facilitó que el centro del antifranquismo real pasara a ubicarse en las clases trabajadoras. Proceso cuya culminación tendrá lugar al final de la dictadura.

  • Acto III: Tardofranquismo y modélica transición
Los estudiantes en la lucha contra el franquismo y la Transición

Los setenta trajeron un recrudecimiento de la represión, impotente el régimen para buscar cualquier otra solución al marrón laboral que tenía entre manos.

Empezaron a aparecer los muertos, en Granada (70), Barcelona (70,73) o Ferrol (71) y las consiguientes condenas internacionales.

También apareció la brutal crisis económica mundial de 1973 y afectó gravemente a una economía como la española, que crecía desaforadamente sobre bases más bien flojas.

Las horas perdidas en huelgas superaban los diez millones anuales por estas fechas y por una vez España lideró algún ranking en esto de la cosa reivindicativa. Estudiantes y asociaciones vecinales se unían a la fiesta; el franquismo se venía abajo en el terreno económico, social y laboral así que, hablando en marxista, a la superestructura política le quedaban tres días.

Igual que a la momia andante del Caudillo, que finiquitó el 20-N de 1975 dejando como legado una frase ambigua. En el incierto camino que se seguiría después, esta paciente obra de organización obrera iniciada de la nada y con su tributo de sangre a cuestas, ocupaba el centro de la movilización social.

La politización subió muchos enteros y había motivos para pensar que iría en aumento (la huelga general de Vitoria en 1976 acabó con seis muertos a manos de las fuerzas del orden), pero hete aquí que la Modélica Transición pivotó alrededor de un rápido movimiento de las elites salientes, que pactaron con los líderes surgidos de la oposición, interlocutores escogidos por ellos (la importancia del PSOE en 1974 era bastante relativa, por poner un ejemplo de la falta de representantes políticos en el movimiento obrero), lo que propagó una sensación de desencanto cuya puntilla fue el abrazo que se dio Carrillo, cabeza visible del PCE, con la monarquía.

Esperable, puesto que regresaba del exilio totalmente ajeno a los nuevos comunistas que se rompían los cráneos contra las porras de la policía.

En 1976 se pactó el desmantelamiento de la OSE, que con el tiempo ha sido sustituida por dos organizaciones similares: UGT y CC. OO., cuyos dirigentes suelen aparecer en pareja a hacer declaraciones conjuntas mientras mantienen un perfil bajo en cuanto a conflictividad laboral.

Quién sabe si no se ató todo después de muerto el dictador.

nuestras charlas nocturnas.


Un escalador tatuado de hace 5.000 años y un peine contra los piojos: las increíbles historias que revelan los glaciares cuando se derriten…


Paso de los Alpes
Por el descongelamiento de los Alpes se han hecho importantes hallazgos arqueológicos en los últimos años.

BBC News Mundo(S.Hardach) — A medida que los glaciares y las capas de hielo del planeta se derriten, revelan historias jamás contadas de habilidades humanas, aventuras, fe y conflictos mortales.

Hace unos 5.000 años, un hombre tatuado de unos 40 años, de ojos marrones y cabello negro, escaló una montaña empinada en los Alpes de Ötztal, en la frontera entre Austria e Italia, y alcanzó los 3.000 metros de altura.

El escalador vestía un abrigo de piel y zapatos hechos con cuero de oso y parecía tener prisa.

Aunque genéticamente estaba predispuesto a ser obeso, su estilo de vida activo lo mantenía en buena forma. Aunque tenía algunos problemas de salud -malestares estomacales, dolor en las rodillas-, eso no lo detenía.

Tampoco su extraordinaria cantidad de equipamiento, con algunas partes incompletas, como si hubiera empacado de prisa: flechas y arcos sin terminar de tallar, una preciada hacha de cobre, hongos medicinales e incluso dos estufas portátiles.

El hombre estaba por cruzar la parte más alta de esa región, tal vez buscando seguridad en el otro lado, cuando una flecha lo hirió en el hombro. Le cortó la arteria y terminó matándolo.

La nieve y el hielo cubrieron su cuerpo y sus pertenencias. Y permaneció allí, sin ser detectado, por varios miles de años.

En otra parte de los Alpes, otros cuerpos y pertenencias han permanecido congelados por siglos o incluso, milenios.

Ilustración de Otzi.
Una ilustración de cómo podría haber sido Ötzi, un hombre que vivió en los Alpes hace unos 5.000 años, según sus restos

Pero hace un par de décadas, los cuerpos y objetos sepultados en el hielo comenzaron a emerger.

La reducción a una escala nunca antes vista de la superficie de los glaciares ha revelado los misteriosos y algunas veces espeluznantes restos que han creado un nuevo campo en la ciencia: arqueología glaciar, que no es otra cosa que el estudio de los hallazgos del pasado en glaciares que se derriten.

Y estos hallazgos presentan una sorprendentemente detallada y larga línea de tiempo de las aventuras, innovaciones y peligros de los humanos en las altas montañas.

«Siempre ha habido casos individuales de cuerpos u objetos que emergen del hielo. Los glaciares se han tragado personas y objetos y, en algún punto, los han escupido de nuevo», le dijo a la BBC Thomas Reitmaier, director del servicio arqueológico del Cantón de Grisons, en Suiza.

Incluso hay una palabra alemana para el proceso por el que los objetos emergen de los glaciares: Ausgeapert, cuando algo queda expuesto al derretirse la nieve o el hielo.

Sin embargo, con el cambio climático acelerado, las altas temperaturas han derretido los glaciares a niveles récord, lo que ha generado un rango de hallazgos arqueológicos sin precedente, algunas veces desnudando miles de años de historia de una sola vez.

Los descubrimientos han puesto en evidencia el ingenio humano para cruzar los Alpes ya fuera para el comercio, la huida, la caza, la cría de ganado o incluso la conquista de otros territorios.

Esos hallazgos incluyen notables innovaciones técnicas como el zapato para la nieve más viejo que se conoce -que data de hace unos 6.000 años-, además de evidencias de prácticas espirituales muy antiguas.

Los romanos, nerviosos por los posibles deslizamientos y avalanchas, sacrificaban monedas en honor a los dioses de las montañas antes de hacer los peligrosos cruces por los Alpes, una vez habían expandido su imperio por toda Europa.

Lo curioso es que los hallazgos más misteriosos y notables no son tan viejos.

Moneda romana hallada en los Alpes
Una moneda romana hallada en los Alpes.

En el siglo XVII una mujer que no tendría más de 20 años, vestida de hombre y con zapatos dispares, trató de cruzar un glaciar en Suiza.

Ella llevaba un arco, una cuchara de madera y un rosario.

La mujer murió – o cayó del glaciar- y, como el hombre que huía unos 5.000 años antes que ella, quedó sepultada por el hielo y la nieve, hasta que su cuerpo emergió a finales de los años 80.

– Revelando los secretos de la momia

Tal vez de manera sorpresiva, los descubrimientos también revelan que las rutas del hombre a través de los Alpes no han cambiado mucho en los últimos milenios.

En 2003, con una temporada de temperaturas bastante elevadas, se descubrió la historia oculta del paso de Schnidejoch en Suiza.

«Lo que nos ha dado este lugar es una continua línea de objetos encontrados allí que van desde el año 4.800 AC, pasando por la Edad Media y hasta nuestros días», señala Reitmaier.

«Cuando ese paso estaba abierto, los humanos lo han cruzado y allí han perdido cosas. O han muerto y han dejado detrás sus pertenencias», añade el especialista.

Solo tras el advenimiento de carreteras, trenes y túneles esos pasos dejaron de tener la importancia que habían tenido en el pasado.

Por supuesto que el hallazgo más conocido y estudiado ha sido el hombre asesinado de 5.000 años de antigüedad mencionado antes en este artículo, que se conoce como Ötzi, debido a que fue hallado en los Alpes de Ötztal.

Conservado por el hielo, fue encontrado en 1991, en los primeros años del fuerte descongelamiento de los glaciares.

«Antes del descubrimiento de Ötzi, los arqueólogos generalmente asumían que los humanos no pasaban por esa parte de los Alpes en esos años, porque el terreno era muy difícil», le dijo a la BBC Andreas Putzer, arqueólogo y curador del Museo de Arqueología de Tirol del Sur.

Es en este museo donde está Ötzi.

Un zapato con relleno y plantilla similar a un calcetín que usaba Ötzi, también conocido como el Hombre de Hielo Tirolés.
Un zapato con relleno y plantilla similar a un calcetín que usaba Ötzi, también conocido como el Hombre de Hielo Tirolés.

«Pero Ötzi nos enseñó que los humanos pasaban por allí y eso inició la investigación que nos ha llevado a encontrar centenares de objetos llenos de historia», añadió.

Ahora, décadas de investigación sobre Ötzi y sus pertenencias han traído de vuelta a la vida un universo entero.

Los científicos han descubierto qué tipo de animales y plantas cultivaban y cazaban. Han podido rastrear a sus ancestros desde Anatolia (actualmente Turquía) hasta Europa y han mapeado la red de campesinos y comerciantes de pieles que operaba por entonces.

Él vivió en un tiempo en que muchos residían en villas cerca del valle y tenían granjas, pero otros eran nómadas buscando animales para cazar, según explicó el experto.

– Alta tecnología antigua

Delante de una vitrina que muestra el sombrero de piel de oso que vestía Ötzi, Evelyn Egger, una arqueóloga del museo, explica que la institución tiene espacio para acomodar los nuevos descubrimientos.

«Los científicos continúan haciendo nuevos descubrimientos», dice Egger sobre los hallazgos que han hecho sobre Ötzi referentes a su predisposición genética a la obesidad, la diabetes y la calvicie, en parte compensada por su estilo saludable de vida.

Un análisis del polen y los fragmentos de musgos hallados en su sistema digestivo y también en sus ropas y equipamiento le ha permitido a los investigadores reconstruir su viaje final, debido a que las plantas crecen a diferentes altitudes y en diferentes partes de la montaña.

Durante sus 33 horas finales, Ötzi caminó hacia el norte desde lo alto, muy cerca de una línea de árboles, a unos 2.300 metros; luego regresó al bosque a través de un desfiladero y volvió a subir hasta más de 3.000 metros.

El complicado viaje puede estar relacionado con la causa de su muerte, sugiere otro investigador.

Días antes, había sufrido una herida por un arma cortopunzante en su mano derecha y, poco antes de morir, recibió un flechazo en su espalda. Su lujoso equipamiento sugiere que tal vez era algún tipo de líder, que podría haberse visto envuelto en una lucha por el poder.

El hacha de cobre, por ejemplo, fue hecha con metal importado de la Toscana, lo que sugiere, de acuerdo a varios hallazgos en la región, que la herramienta era un símbolo de estatus.

Además, su sombrero de piel de oso y sus ropas estaban confeccionadas por expertos.

Montaña en los Alpes
Los restos de un campamento militar romano en Suiza, descubierto en 2024, a 2.200 m sobre el nivel del mar, donde ofrecía vistas estratégicas.

Caminando junto a la ropa de Ötzi y sus pertenencias, que están ordenadas en cajones dispuestos por el museo, Egger observa su abrigo, hecho con retazos de piel de cabra y oveja.

«Es abrigador y largo. Además está muy bien hecho. No solo es funcional, sino hermoso», afirma la experta.

Por su parte, Putzer señala el sofisticado diseño de los zapatos de Ötzi.

«El calzado que tenía realmente estaba diseñado para la alta montaña, era fuerte, hecho con piel de oso y lleno de heno para que los pies se mantuvieran calientes», dice el académico.

La parte del empeine estaba hecha con piel de ciervo. Este tipo de calzado resistente era muy diferente al calzado más ligero que utilizaban las comunidades en las tierras bajas de la región.

«Los zapatos de esos territorios eran básicamente sandalias. Solo los turistas usan sandalias como estas cuando están en las montañas», bromea el especialista.

Lo llamativo es que otros equipos alpinos como los zapatos de nieve y los trineos han permanecido inalterados por años debido a una sola razón: funcionan.

«Incluso en esa época, si querías cruzar los Alpes tenías que estar bien preparado», apunta Putzer.

En el museo de Bolzano se puede apreciar también el zapato para la nieve más antiguo que se ha encontrado hasta el momento, también descubierto en la frontera de Italia y Austria.

El diseño es muy similar a las botas especializadas para la nieve que se usan actualmente.

Para Reitmaier, los hallazgos hechos en otros sectores de los Alpes, como herramientas y armas, muestran una sofisticación y una noción clara de lo que se necesita para cruzar las montañas.

«Ellos usaban la madera adecuada para cada propósito, y siempre los mejores materiales. Ahora lo llamarías diseño de alta tecnología», dijo.

– Los romanos temerosos

Los hallazgos en los glaciares son especiales porque están muy bien conservados, señaló Reitmaier.

Y también porque estos objetos terminaron en la alta montaña porque seguramente se estaba realizando una misión o un viaje lejos de la vida ordinaria de las villas.

Sobre hecho de piel de oso.
Un gorro de piel de oso que llevaba Ötzi, un hombre que vivió en los Alpes hace más de 5.000 años

«No es una tumba, donde el contenido refleja un sitio fúnebre. En cambio, Ötzi nos da una visión de su vida cotidiana, de lo que hacía en el día a día. Es como una cápsula del tiempo, muy diferente de otras fuentes arqueológicas», explica.

Los objetos son «cosas que nunca vamos a encontrar en el valle, porque allí se van a pudrir, como cosas que están hechas de madera, cuero y piel».

Mientras muchos de esos objetos pertenecen a personas que pasaban gran parte de su vida en los Alpes, otros veían a la montaña como un obstáculo que había que cruzar lo más rápido posible.

Por ejemplo, los romanos.

«Los romanos describen el paisaje de los Alpes como aterrador, aunque también alababan el queso alpino y escribían que era delicioso», anota Putzer.

Los romanos solo cruzaban los Alpes para el comercio y para sus campañas militares a través de Europa.

Vestigios de construcción de asentamientos militares se han hallado a unos 2.000 metros de altura -no en un glaciar, pero sí en un sitio suficientemente alto para tener una mirada estratégica del terreno.

«Los romanos no eran muy fanáticos de las montañas. Ellos rápidamente crearon una red de carreteras a través de varios cruces. Hay vestigios de estaciones de paso en las montañas, donde cambiaban los caballos», dice Reimaier.

«También hemos hallado monedas romanas en los cruces, para un ‘pase seguro’ por los Alpes», explica.

Los autores romanos escribieron bastante sobre los riesgos del territorio alpino y la creciente amenaza de avalanchas y deslizamiento de rocas… así como del peligro de querer comer mucho queso alpino.

– La mujer de los zapatos disparejos

No sólo el pasado más remoto ofrece misterios. Uno de los hallazgos en glaciares más desconcertantes no es tan antiguo en comparación con los demás: la joven con los zapatos dispares y el abrigo de hombre, encontrada en el glaciar Porchabella, en Suiza, que se estima murió alrededor de 1685.

Tenía piojos en el pelo y llevaba un peine para tratar de eliminarlos. A pesar de los vívidos detalles de su equipo, su identidad sigue siendo desconocida.

«Cuando hablamos de su historia, inmediatamente todo se vuelve muy especulativo», señala Reitmaier.

«No sabemos si estaba sola o con otras personas. No sabemos por qué estaba allí. Estaba bastante bien equipada y estoy seguro de que sabía que iba a las altas montañas», añade.

No era una pastora, aclaró, y la ubicación hace improbable que estuviera buscando un animal perdido.

El experto anotó que por ese entonces Europa estaba devastada y empobrecida por la reciente Guerra de los Treinta Años, y es posible que la mujer haya estado migrando como consecuencia de ello, tal vez con un grupo de personas. «Pero nuevamente, eso es solo una especulación», advierte el académico.

Ötzi
Ötzi fue hallado en los Alpes en 1991.

– Una habitación privada en el hospital

Ötzi puede seguir revelando más secretos a medida que avanza la investigación sobre su cuerpo y sus pertenencias.

El cuerpo del hombre se exhibe discretamente detrás de una pequeña ventana en una sala lateral oscura, de modo que los visitantes del museo pueden decidir si desean verlo.

En caso de que surja algún problema técnico en el museo, hay otras dos celdas de almacenamiento en frío listas para él en la ciudad en todo momento, una de ellas en el hospital principal de Bolzano, reveló Egger.

Mientras tanto, el hielo que una vez lo dejó al descubierto se ha seguido descongelando.

«Visité por primera vez el lugar donde fue encontrado en 1993, y cuando uno sube allí hoy ve cuánto se ha reducido el glaciar. No se necesitan generaciones para documentarlo, una vida es suficiente para ver el cambio», dijo Putzer.

Por muy valiosos que sean estos hallazgos, los arqueólogos advierten que, en general, la desaparición de los glaciares es una mala noticia, no solo para el medio ambiente sino también para nuestra comprensión de la historia.

Sin el hielo, los artefactos se desintegran rápidamente, dice Reitmaier.

«Es como si dejaras abierto el congelador y, en algún momento, la carne congelada se pudriera y finalmente desapareciera», afirmó.

«Por eso, realmente necesitamos hacer un llamamiento al público, a quienes van de excursión a los Alpes, para que nos avisen si ven un posible hallazgo, porque estas zonas son enormes y no podemos controlarlas todas».

Teme que la arqueología glaciar resulte «un campo de muy corta duración: una vez que desaparezca el hielo, ya no tendremos ese archivo en los glaciares».

Mientras tanto, cada descubrimiento importa.

«Necesitamos salvar todo lo que podamos y explicarle a la gente que incluso el objeto más diminuto puede contar una historia apasionante. Ese es el mensaje más importante que hay que transmitir: aunque parezca un objeto nimio y no tan antiguo, en realidad puede ser realmente emocionante».

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Prince, el genio que deslumbró al mundo y murió solo en un ascensor…


Infobae(F.G.Tomadin) — Desde niño, Prince sintió que su nombre no le pertenecía. Lo habían llamado así en honor a su padre, el pianista John L. Nelson, pero él odiaba ese nombre. No se sentía un príncipe. “Llámenme Skipper”, pedía con insistencia.

Pero ni su apodo ni su entorno le daban refugio. Su hogar era un campo de batalla. Su padre tocaba el piano y componía, su madre, Mattie Della, era cantante de jazz. Pero la música no los unía, los separaba.

Según New York Times, el niño crecía entre gritos, discusiones y silencios tensos. A los diez años, su familia se rompió: sus padres se divorciaron. Primero se quedó con su madre, luego se fue a vivir con su padre. Pero este último lo echó de casa.

Prince no tenía un hogar fijo, dormía en casas de vecinos, en la de los Anderson, donde su amigo André se convirtió en su hermano.

Según All That´s Interesting,nada lo ataba a un lugar, salvo la música. Desde pequeño, tocaba el piano de su padre a escondidas, componía canciones antes de aprender a leer correctamente. A los siete años creó su primer tema, “Funk Machine”.

A los diez, cuando su padrastro lo llevó a ver a James Brown en concierto, supo que su destino estaba escrito. “Quiero hacer eso”, dijo, con la certeza de quien ha encontrado su misión en el mundo.

Con su amigo André, formó la banda Grand Central en la adolescencia. Pasaban horas encerrados en sótanos y garajes, puliendo un sonido que nadie más tenía. Prince era pequeño de estatura, pero en el escenario crecía, se expandía, hipnotizaba.

Su pelea contra la industria lo convirtió en símbolo de libertad creativa y control artístico

Él hacía todo: tocaba la guitarra, el piano, componía, cantaba. No confiaba en nadie más que en su propio talento.

En 1976 grabó un demo, y su música llegó a los oídos de la gente correcta. Con 18 años, firmó su primer contrato con Warner Bros. No solo tenía un contrato, tenía control. El sello le dio total libertad artística.

Un debut así era casi imposible en la industria, pero Prince no era como nadie más. En 1978 lanzó su primer disco, “For You”, tocando todos los instrumentos. Lo hacía todo él solo. Era una máquina imparable.

A partir de ahí, fue ascenso tras ascenso. En 1982, con el álbum “1999”, Prince explotó en la escena mundial. “Little Red Corvette” y “1999” sonaban en todas partes. Pero su verdadero golpe a la historia llegó en 1984, con “Purple Rain”.

Purple Rain» convirtió a Prince en una superestrella y definió una era en la música

No solo fue un disco: fue una película, una revolución. Por primera vez, un artista logró tener el álbum número uno, el single número uno y la película número uno en simultáneo en Estados Unidos.

Durante 24 semanas, “Purple Rain” dominó las listas. Prince ya no era un músico, era un símbolo.

Y cuando el mundo creyó que ya había visto todo de él, Warner Bros. le ofreció un contrato récord en 1992: 100 millones de dólares, el más grande en la historia de la música hasta ese momento.

Multiinstrumentista y visionario, Prince componía, producía y tocaba casi todos sus discos

Pero el trato tenía un precio alto: Prince no era dueño de sus propias grabaciones. Para él, fue una traición.

Se rebeló de la forma más radical: dejó de llamarse Prince. Inventó un símbolo impronunciable para reemplazar su nombre y obligó al mundo a encontrar una manera de referirse a él.

Su enigmática personalidad y estilo extravagante lo hicieron inconfundible dentro y fuera del escenario

La prensa comenzó a llamarlo “El artista antes conocido como Prince”.

Se convirtió en un enigma, más recluso que nunca. Sus entrevistas eran escasas. No hablaba de su vida privada, no dejaba que nadie lo viera sin su máscara de estrella. Pero su carrera siguió: en 2004 fue incluido en el Rock & Roll Hall of Fame, en 2010 la revista Time lo nombró una de las 100 personas más influyentes del mundo.

Se presentó en los Grammy con Beyoncé, entregó álbum tras álbum, siempre desafiando lo establecido.

Pero mientras su imagen seguía intacta, su cuerpo empezaba a resquebrajarse.

El dolor era insoportable. Su cadera, su espalda, sus rodillas: todo dolía. Y Prince no podía detenerse. No podía dejar de tocar. No podía dejar de ser Prince.

El 14 de abril de 2016, se presentó en Atlanta. Un día antes, había cancelado el show por problemas de salud. Pero volvió a subirse al escenario. Era su última actuación en vivo.

Un día después, el 15 de abril, subió a su jet privado para volver a casa. Pero nunca llegó a Minneapolis. En pleno vuelo, se desplomó.

Su equipo entró en pánico. El avión aterrizó de emergencia en Moline, Illinois. Cuando los paramédicos entraron, lo encontraron inconsciente.

Según New York Times, le administraron Narcan, un antídoto para sobredosis de opioides. Prince despertó. Cuando le preguntaron qué había tomado, dijo que tenía gripe.

Lo llevaron al hospital, pero se negó a hacerse análisis de sangre. Se fue en cuanto pudo, tomó otro avión y regresó a Minnesota.

El 20 de abril, un día antes de su muerte, fue visto entrando a la consulta de su médico, Michael Schulenberg. Vestía de negro, parecía más delgado que nunca.

Un día antes de su muerte, Prince visitó a su médico buscando alivio para su dolor

Su guardaespaldas y amigo, Kirk Johnson, lo acompañaba. Según ABC News, días antes, desde el teléfono de Johnson, había salido un mensaje: “Prince pide líquidos. ¿Puedes llamarme?”. Schulenberg le recetó un medicamento para tratar la abstinencia de opioides.

Esa noche, Prince volvió a Paisley Park. Estaba solo.

A la mañana siguiente, 21 de abril de 2016, su personal se preocupó al no verlo. A las 9:43 AM, un empleado lo encontró tirado en el ascensor de su casa-estudio. No respiraba. Estaba frío.

El Carver County Sheriff’s Office confirmó la muerte. Tenía 57 años. Los paramédicos lo declararon muerto a las 10:07 AM. No había signos de violencia. Solo un cuerpo agotado.

Cuando la policía registró Paisley Park, encontró pastillas en todas partes. Algunas dentro de frascos con etiquetas falsas.

Prince había estado tomando lo que creía que era Vicodin, un analgésico fuerte. Pero no era Vicodin. Las píldoras estaban mezcladas con fentanilo, un opioide 50 veces más potente que la heroína.

Prince nunca supo lo que estaba tomando.

La autopsia confirmó: sobredosis accidental de fentanilo. Según Usa Today, la investigación no encontró culpables. Nadie sabía quién le había dado las pastillas.

Nadie fue arrestado. Solo quedaba un hombre muerto en un ascensor y un mundo que lloraba su partida

Paisley Park se convirtió en un mausoleo. Sus fanáticos llenaron de flores la entradaLas radios del mundo entero comenzaron a sonar con “Purple Rain”.

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Cuál es el origen del Día de la Mujer (y por qué se conmemora el 8 de marzo)…


"Rosie, la remachadora"
«Rosie, la remachadora» se convirtió en un símbolo de la fortaleza de la mujer durante la Segunda Guerra Mundial y desde entonces ha sido reinterpretada mundialmente como símbolo del empoderamiento femenino.

BBC News Mundo — La historia de esta fecha comienza un 8 de marzo de hace 50 años… y a la vez no.

Es que en 1975 Naciones Unidas formalizó la fecha como Día Internacional de la Mujer.

El llamado 8M «se refiere a las mujeres corrientes como artífice de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre», según la ONU.

Pero para explicar su verdadero origen y entender qué llevó a que se eligiera el 8 de marzo en concreto hay que viajar más atrás en el tiempo, a las protestas que desembocaron en toda una revolución a finales del siglo XIX y principios del XX.

– «Las mujeres y los hombres son creados iguales»

El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX, en un momento de gran expansión y turbulencias en el mundo industrializado, en el que la mujer comenzó a alzar cada vez más su voz.

La vida de la mujer en Occidente por aquel entonces era una continua historia de limitaciones: ni derecho a voto, ni a manejar sus propias cuentas, ni formación y con una esperanza de vida mucho menor que la masculina por los partos y los malos tratos.

Un ejemplo de ese creciente entre mujeres se encuentra en 1848, cuando las estadounidenses Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott congregaron a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres en Estados Unidos.

Para ellas, «todos los hombres y las mujeres son creados iguales», y por eso exigían derechos civiles, sociales, políticos y religiosos para el colectivo.

Protesta en EE.UU. por el derecho al voto de la mujer
En 1913 las mujeres ya marchaban por el derecho a votar en Estados Unidos. También eran frecuentes las protestas para pedir mejores condiciones laborales.

Sus reclamos fueron recibidos con burlas, especialmente en cuanto al derecho de las mujeres a votar, pero plantaron una semilla que en los siguientes años fue creciendo, destaca la ONU en un especial sobre el activismo de la mujer a lo largo de los años.

Distintos historiadores coinciden en que una antesala directa de este día internacional fue la marcha de mujeres que se llevó a cabo en 1908 en Nueva York, donde unas 15.000 se manifestaron para pedir menos horas de trabajo, mejores salarios y derecho a votar.

Un año después, el Partido Socialista de Estados Unidos declaró el Día Nacional de la Mujer, que se celebró por primera vez el 28 de febrero de 1909 y que siguió conmemorándose anualmente hasta 1913.

Por ese entonces irrumpió en escena una mujer que pasó a la historia como la impulsora del Día Internacional de la Mujer: la comunista alemana Clara Zetkin.

Durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en 1910 en Copenhague, Zetkin propuso organizar una jornada de la mujer a nivel global para discutir particularmente el tema del sufragio femenino.

Su idea fue escuchada por un centenar de mujeres procedentes de 17 países y aprobada de forma unánime, aunque sin acordar una fecha concreta.

Clara Zetkin (izq.) y Rosa de Luxemburgo
Clara Zetkin (izquierda) y Rosa de Luxemburgo (derecha), dos de las revolucionarias más destacadas del siglo XX.

Un año después, el 19 de marzo de 1911, se celebró el primer Día Internacional de la Mujer, reuniendo a más de un millón de personas en distintos países europeos como Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, además de Estados Unidos.

Entre sus reclamos estaban el derecho de voto y de ocupar cargos públicos, así como también el derecho al trabajo de la mujer, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

No obstante, en sus inicios, «la conmemoración (también) sirve de protesta contra la Primera Guerra Mundial», recuerda la ONU.

Y ahí se encuentra una de las claves de por qué se acabó eligiendo la fecha del 8 de marzo.

– Rusia y la Primera Guerra Mundial

Hay diferentes versiones de que por qué se eligió esta fecha en concreto.

No obstante, la ONU destaca la importancia de los acontecimientos que se vivieron en Rusia, en medio de las protestas contra la Primera Guerra Mundial.

«En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas conmemoraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero, organizando mítines clandestinos», recuerda el organismo.

Lo mismo ocurre en el resto de Europa en días cercanos a esa fecha, con manifestaciones en pro de los derechos de las mujeres y en contra de la guerra.

Pero el año clave para fijar el día fue en 1917. De acuerdo con la ONU, como reacción a los millones de soldados rusos muertos, las mujeres de ese país salieron de nuevo a las calles el último domingo de febrero bajo el lema «Pan y paz».

Protesta en Rusia en 1917
En 1917 miles de mujeres en Rusia se lanzaron a las calles contra la guerra, una protesta que desembocó en la revolución y marcó la fecha del Día Internacional de la Mujer.

«Los trabajadores de la metalúrgica se unieron a la protesta (de las mujeres) pese a que los bolcheviques veían la movilización de las mujeres como precipitada», explica la historiadora estadounidense Temma Kaplan, en On the Socialist Origins of International Women’s Day («Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer»).

Dos días después de iniciadas las protestas, el 25 de febrero, «el zar ordenó (…) disparar si fuera necesario para acabar con la revolución de las mujeres», escribe Kaplan.

La medida del zar fracasó y en su lugar comenzó «la revolución de febrero», que acabó con la abdicación del zar Nicolás II ese mes de marzo.

El éxito de las mujeres rusas se consagró poco después, cuando el gobierno provisional que se formó tras la retirada del zar les reconoció el derecho a voto.

La fecha en la que comenzó esa huelga de mujeres en el calendario juliano, entonces el de referencia en Rusia, fue el domingo 23 de febrero. Ese mismo día en el calendario gregoriano fue el 8 de marzo, la fecha en que se celebra ahora.

Unas mujeres en una manifestación.
Las manifestaciones de mujeres por el 8 de marzo a lo largo del mundo se siguen centrando en la búsqueda de derechos e igualdad.

En 1945, se forma Naciones Unidas para fomentar la cooperación internacional tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial y la Carta de este organismo multilateral se convierte en el primer acuerdo internacional que consagra la igualdad de género.

Tres décadas después, en 1975, la ONU establece y celebra por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer.

– ¿Hay razones para seguir la lucha…?

La respuesta la damos con cuatro datos publicados este año por la ONU:

  • «Ha crecido el número de mujeres que viven en contextos de conflicto y crisis, una cifra que duplica con creces la registrada en el decenio de 1990».
  • «Casi un 10% de las mujeres y niñas del mundo siguen sumidas en la pobreza extrema con escasas posibilidades de salir de ella».
  • «En 113 países, la jefatura del Estado nunca ha estado ocupada por una mujer. Se están produciendo avances en la participación de las mujeres en la esfera política; la proporción de mujeres ha aumentado más del doble a escala mundial, al pasar del 11 al 27% en la actualidad. Sin embargo, el ritmo del cambio hace que la paridad de género sea todavía un sueño lejano».
  • «La crisis mundial de violencia contra las mujeres y niñas continúa y muestra escasos indicios de remisión: alrededor de 736 millones de mujeres han sufrido violencia física o sexual a manos de una pareja o violencia sexual por parte de alguien más en algún momento de sus vidas».

En palabras de la Nobel de la Paz Malala Yousafzai: «Levanto mi voz, no para gritar, sino para que se escuche a quienes no tienen voz… No podemos triunfar si la mitad está siendo reprimida».

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Las 10 marcas de relojes más antiguas del mundo…


GQ(A.Telléz) — En la horologie, apreciamos aquello que hace latir un reloj, pero el savoir-faire lo que realmente hace la diferencia. Es por eso que las marcas de relojes con más historia poseen un gran número de adeptos, todos ellos conocedores y amantes del legado que se ha construido durante décadas.

Desde técnicas milenarias que han pasado de artesano a artesano hasta calibres icónicos y complicaciones perfeccionadas, este es el fruto de una marca cuya presencia se ha mantenido con determinación. Y aunque actualmente hay una amplía oferta en el mercado, son pocas las marcas de relojes que han persistido desde su fundación hace más de dos siglos. He aquí las firmas más longevas del mundo.

– Blancpain (1735)

Reloj Blancpain Fifty Fathoms Automatique en color azul

Fundada en 1735, Blancpain es la marca de relojes más antigua del mundo. En sus casi 290 años de historia, la firma con sede en Villeret, Suiza ha acumulado varios éxitos, entre ellos los altos estándares de calidad y lujo que la distinguen. Sin embargo, el Fifty Fathoms es posiblemente la razón por la que los coleccionistas llegan a las puertas de esta marca, pues este es conocido como el primer reloj de buceo moderno.

– Vacheron Constantin (1755)

Vacheron Constantin 222 en acero inoxidable sobre fondo blanco.

La cruz de malta se ha vuelto un símbolo de excelencia gracias a Vacheron Constantin, que ininterrumpidamente ha fabricado piezas magistrales de relojería desde 1755, cuando Jean-Marc Vacheron emprendió su camino como maestro relojero en 1755. En su catálogo, hay grandes complicaciones, materiales preciosos y movimientos de manufactura. Destacan los modelos Patrimony, Overseas y Fiftysix, pero la el recién renovado Vacheron Constantin 222 —que se presentó oficialmente en la década de los 70— es el que actualmente se roba la atención del coleccionismo.

– Breguet (1775)

Reloj Breguet Classique Double Tourbillon 5345 Quai de lHorloge sobre fondo blanco.

La huella de Breguet en el mundo de la relojería es imborrable. La firma fundada en 1775, en París, Francia, se ha distinguido por su innovación técnica que se refleja en piezas de Alta Relojería sin comparación alguna.

Si ves un reloj Breguet, inmediatamente sabrás que se trata de uno, pues no hay nada en el mundo que sele parezca. Por supuesto, no podemos siquiera abordar esta marca sin traer a la mesa la invención del tourbillon por Abraham-Louis Breguet. Desde finales del siglo XVIII, este invento permitió compensar los efectos de la gravedad en el movimiento de un reloj.

– Longines (1832)

Vista frontal del Longines Legend Diver con esfera color verde.

El logo de Longines sugiere mucho sobre su propia historia. Esta marca fundada en 1832, en Saint-Imier, Suiza, presenta un reloj de arena con alas como logo, lo que habla sobre su compromiso con la precisión del cronometraje. Además, tras la creación de la ley suiza de protección de marcas en 1880, y gracias a la determinación de sus fundadores, Longines se convirtió en la marca de relojes más antigua del Registro Internacional de OMPI.

– Jaeger-LeCoultre (1833)

Reloj manual JaegerLeCoultre Reverso Tribute Chronograph en oro rosa con correa de piel marrón sobre fondo blanco

La manufactura fundada en 1833 ha brillado por su elegancia y las innovaciones técnicas en sus movimientos. Entre sus aportaciones más destacadas se encuentra la creación del Jaeger-LeCoultre Reverso. Este reloj con caja reversible fue diseñado para que los jugadores de polo resguardarán el cristal de zafiro sin tener que dejarlos fuera del césped.

– Patek Philippe (1839)

Reloj de Brad Pitt Patek Philippe Nautilus 5711

Actualmente, Patek Philippe es una de las marcas de relojes más prestigiosas de todo el mundo. Su encanto ha conquistado a generaciones de coleccionistas. Artistas, mandatarios, raperos y empresarios, todos han caído ante la firma fundada en 1839 por Antoni Patek. Esta marca de lujo es más que exclusiva y acceder al reloj más sencillo de esta firma podría requerir de una inversión mayor a 24 mil dólares. El modelo emblema es el Nautilus.

– A. Lange & Söhne (1845)

A. Lange  Söhne Zeitwerk uno de los mejores relojes de hora saltante.

Fundada en Glashütte, Alemania por Ferdinand Adolph Lange en 1845, esta marca de lujo es garantía de precisión. Si bien no pertenece al puñado de firmas arraigadas en la tierra de la horologieA. Lange & Söhne se ha ganado el respeto de los coleccionistas por la pericia de su manufactura, que desarrolla complicaciones admirables, como el mecanismo de sonería que da vida al Zeitwerk Minute Repeater.

– Omega (1848)

Reloj Omega Speedmaster Moonwatch Professional de oro Moonshine

Visitar el legado de Omega sería imposible sin resaltar la importancia del icónico Speedmaster, el primer reloj que viajó a la Luna. La misión Apolo 11 se completó en 1969 y desde entonces, este reloj incluso ha sido nombrado como ‘Moonwatch’. Pero en el portafolio de la marca fundada en 1848 por Louis Brandt en La Chaux-de-Fonds, Suiza, hay más que relojes certificados por la NASA, elegantes relojes de vestir, piezas tapizadas de piedras preciosas y poderosos cronógrafos completan la apuesta de la casa.

– Zenith (1865)

Reloj Zenith Defy Skyline Chronograph Skeleton ref. 03.9500.360079.I001 sobre fondo blanco

Existen muchas razones por las que Zenith sigue vigente luego de que se fundara en 1865 por Georges Favre-Jacot en Le Locle, Suiza. Por supuesto, el legado y la innovación encabezan la lista. La creación en 1969 del calibre de movimiento automático con cronógrafo de alta frecuencia El Primero ha sido uno de los mayores logros.

– IWC Schaffhausen (1868)

Reloj Pilots Watch Chronograph 41 TOP GUN Mojave Desert de la colección IWC Colors of Top Gun en color caf.

IWC se fundó en 1868 por Florentine Ariosto Jones en Suiza. Por supuesto, la casa de Schaffhausen es conocida por su Pilot Watch, un modelo diseñado para cumplir con las necesidades de los pilotos aviadores —incluso en las alturas—. Desde el primer reloj de la línea lanzado en 1936, IWC ha perfeccionado su modelo emblema con mayor precisión y complicaciones relojeras.

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Curiosidades …


– La curiosa historia del obrero mexicano que construyó una “pirámide de Egipto” porque un “extraterrestre” se lo pidió…

Fayer Wayer — No sabemos si habrá ocurrido lo mismo con las antiguas civilizaciones de hace más de 4.000 años, pero un mexicano tiene una historia de vida que nos hace preguntarnos muchas cosas sobre la construcción de las Pirámides de Egipto. Veamos esta curiosa y llamativa historia que publica la gente de México Desconocida.

De acuerdo con el medio antes citado, un mexicano llamado Raymundo Corona, construyó una pirámide, a una escala mucho menor, pero del mismo estilo de las Pirámides de Egipto. Asegura que lo hizo por que “un extraterrestre” se lo pidió, en retribución a un favor que él le había pedido para su hija.

Esta misteriosa pirámide se encuentra en Coahuila en la Ruta del Desierto de Coahuila.

La estructura fue levantada por Corona, en el corazón del desierto de Coahuila, lejos del bullicio de las grandes ciudades. La región, acompañada de la historia que mezcla contacto alienígena, energías místicas y conocimientos ancestrales, se ha convertido el sitio en un punto de interés para curiosos y creyentes del fenómeno OVNI.

El relato de Corona inicia con el nacimiento de su hija, en 1983. Su esposa habría tenido un parto complicado y la bebé supuestamente nació muerta. Raymundo cuenta que se desvaneció y comenzó a tener visiones. Allí vio a una especie de entidad, vestida con una túnica negra, al lado de la cama de la mujer, que estaba en labor.

Esta entidad, cuenta el pueblerino, le dijo que no podía hacer nada, pero apuntó sus manos hacia arriba, en señal de que “el de arriba” sí. Raymundo cuenta que subió unas escaleras y se encontró con un hombre que estaba de espaldas, al que le pidió que salvara a su esposa e hija.

Al principio, esa entidad superior se negó, pero luego apareció una mujer exigiéndole que le cumpliera el deseo a Raymundo. Después de eso despertó y se encontró con que su esposa y su bebé estaban sanas y salvas.

Pirámide Monclova 

. El contacto con extraterrestres y el más allá

Lo que cuenta Raymundo, es que en 1984, un año después, tuvo un encuentro con un ser de otro mundo llamado Herulayka, originario de un planeta ubicado en la constelación de Orión.

Según su testimonio, este visitante extraterrestre no solo le reveló conocimientos sobre el destino de la humanidad, sino que también le dio una misión clara: construir una pirámide en medio del desierto, en retribución al favor que le había concedido hace algún tiempo.

Pese a las burlas y el escepticismo de su comunidad, Corona se dedicó a la tarea con determinación, usando piedra y materiales locales para dar forma a su enigmática construcción.

Pirámide Monclova

La pirámide está adornada con inscripciones en náhuatl, un guiño a la sabiduría ancestral mexicana, y según Corona, su estructura no es solo un monumento, sino un canal de energía y conocimiento.

Su diseño está basado en principios matemáticos y geométricos que, según afirma, fueron transmitidos por Herulayka para ayudar a la humanidad en su evolución espiritual.

– Harvard revela bases extraterrestres en la Tierra

Imagen referencial

Un estudio científico, firmado por las universidades de Harvard y Montana, asegura que la Tierra es el hogar de múltiples bases extraterrestres. Sostienen que es la única manera de explicar tantos avistamientos de OVNIs, por lo que incluso se atreven a marcar las regiones en donde estarían estas locaciones alienígenas.

De acuerdo con una reseña del sitio web Debate, el estudio científico asegura que los extraterrestres, tal y como ocurre en “Hombres de Negro” (Men in Black), están mezclados entre nosotros.

Sostienen que los extraterrestres tienen bases subterráneas y en el lado escondido de la Luna, para poder estudiarnos como especie. De hecho, el estudio plantea la posibilidad de que una de las bases estén dentro de los cráteres de los volcanes, para evitar que los humanos los descubran.

Una de estas bases, dicen, podría estar en el volcán de Popocatépetl, situado en el centro de México, 55 kilómetros al sudeste de la CDMX.

volcán de Popocatépetl

. Actividades encubiertas

El estudio científico, que hasta ahora las únicas pruebas que tiene son decir que las bases están cerca de donde se han registrado avistamientos, asegura que los extraterrestres están realizando actividades, bajo la autorización de humanos que los encubren para mantener la calma de los humanos (en serio).

Además del volcán de Popocatépetl, los investigadores de Harvard y de Montana señalan el “Triangulo de Alaska” y la costa de Yonaguni Jima, en Japón.

La explicación para la primera locación es que una zona cercana a esa región de Alaska registra alrededor de 20.000 desapariciones, desde la década de los 70, que hasta ahora no tienen explicación alguna.

Mientras que la explicación para la segunda, es que en esa zona de Japón hay una pirámide que tiene 5.000 años de existencia, en la que estarían realizando sus actividades.

Imagen referencial

No descartan que hayan bases subacuáticas, en alguna región del Océano Pacífico, que todavía no son capaces de señalar.

Las pruebas son pocas, pero la imaginación es mucha. No podemos desacreditar el trabajo de un equipo científico, pero las evidencias nos hacen dudar fuertemente de lo que están diciendo.

– Locura en Internet después de que se revelara la mejor prueba de la existencia del monstruo del Lago Ness

Mientras entramos en el tercer mes del 2025, la tecnología hizo de las suyas para servir como herramienta de un testigo que asegura haber visto una “masa grande” en las aguas del Lago Ness. ¿Es el tan aclamado y famoso Monstruo del Lago Ness?

De acuerdo con lo que informa el Daily Mail, el Centro Loch Ness en Drumnadrochitdijo en un comunicado que la imagen es real. Explican que fue tomada por un testigo, a quien identificaron como John.

Esta persona tomó la foto con un Google Pixel 8 Pro. Dijo en un comentario (juramos que no es broma), que tomó “el cuerpo de Nessie” en la imagen.

Las autoridades del instituto antes mencionado informaron que John se encontraba en la zona de Dores Beach, en note del Lago Ness, en las Tierras Altas de Escocia.

Supuestamente el monstruo del Lago Ness

. Es el primer avistamiento del 2025

Las autoridades responsables del Lago Ness, quienes creen efervescentemente que el monstruo del Lago Ness existe, dicen que es el primer avistamiento del 2025, y que en los últimos años la criatura se ha dejado ver.

«Hemos tenido numerosas observaciones a lo largo de los años, pero este avistamiento reciente ha sido particularmente cautivador», dijo la directora general del Centro Loch Ness en Drumnadrochit, Nagina Ishaq.

“Las condiciones el día de este avistamiento eran absolutamente perfectas. Este bien podría ser nuestro primer avistamiento significativo del año, alimentando aún más el misterio que rodea al Lago Ness y su residente más famoso”, añadió Ishaq.

Como siempre, estamos comprometidos a resolver el misterio de Nessie de una vez por todas. Nuestras colaboraciones anteriores con la Universidad de Aberdeen y Loch Ness Exploration nos permitieron avanzar significativamente en nuestros esfuerzos de investigación”, explicó la directora.

. Casi un siglo de misterio

Para comprender de que se trata esta leyenda hay que remontarse al año 1933. Aldie Mackay, gerente del antiguo Hotel Drumnadrochit, que se encontraba en las inmediaciones del lago, aseguró haber visto una bestia gigantesca en el agua.

Desde entonces millones de personas eligen como destino esta locación de Escocia, bien sea por las bellezas de las montañas que lo rodean, por interés cultural relacionado a este relato o por una real creencia de que posiblemente puedan ver al monstruo del lago Ness.

– La NASA da más detalles del SIMP 0136, planeta que rodea Júpiter

Este concepto artístico muestra la nave Europa Clipper de la NASA mientras sobrevuela Marte, utilizando la fuerza gravitacional del planeta para alterar la trayectoria de la nave espacial en su camino hacia el sistema de Júpiter.

Nuevas observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb han arrojado luz sobre la naturaleza de SIMP 0136, un objeto de masa planetaria que flota libremente en el espacio.

Los datos recopilados indican que las variaciones de brillo observadas anteriormente en este objeto son el resultado de una interacción compleja de factores atmosféricos, y no pueden atribuirse únicamente a la presencia de nubes como dio a conocer la NASA mediante una nota.

El espectrógrafo de infrarrojo cercano al telescopio Webb ha permitido descomponer la luz emitida por SIMP 0136 en diferentes longitudes de onda, revelando la presencia de diversos componentes en su atmósfera.

SIMP0136+0933

Este análisis espectroscópico, similar a la observación de la Tierra desde la distancia, permite identificar patrones que revelan información sobre la superficie y la atmósfera del objeto.

El equipo de investigación utilizó el telescopio Webb para monitorear un amplio espectro de luz infrarroja emitida por SIMP 0136 durante dos períodos de rotación completos.

Este seguimiento permitió detectar variaciones en las capas de nubes, la temperatura y la química del carbono, proporcionando información crucial sobre la complejidad tridimensional de las atmósferas de los gigantes gaseosos.

SIMP 0136, un objeto de rotación rápida con una masa aproximadamente 13 veces la de Júpiter, se encuentra a solo 20 años luz de la Tierra.

Aunque no se clasifica como un exoplaneta, su aislamiento y su corto período de rotación lo convierten en un objetivo ideal para la exo-meteorología, permitiendo a los científicos estudiar su atmósfera en detalle.

Antes de las observaciones del telescopio Webb, SIMP 0136 había sido objeto de estudio por observatorios terrestres y telescopios espaciales como Spitzer y Hubble.

Los investigadores esperan que las lecciones aprendidas de este objeto puedan aplicarse a la observación directa de exoplanetas con futuros telescopios como el Nancy Grace Roman y el Extremely Large Telescope (ELT).

Los datos recopilados por el telescopio Webb sobre SIMP 0136 representan un avance significativo en la comprensión de las atmósferas de objetos fuera de nuestro sistema solar. Estos hallazgos podrían ser cruciales para la búsqueda de signos de habitabilidad o incluso de vida en exoplanetas.

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Destino Manifiesto: la improbable república de Texas…


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Sam Houston en la batalla de San Jacinto, de Henry Arthur McArdle, 1898. La obra se encuentra en el Capitolio de Texas.

JotDown(A.García) — Sam Houston tenía prisa. Tanta, que envió sus tropas a cruzar el río San Jacinto en el ferry de Lynch sin darles tiempo ni para prepararse la comida. No era una cuestión de cobardía: un hombre que se fuga de un hogar acomodado a los dieciséis años para irse a vivir entre los indios cherokee no es precisamente un miedoso. Todo lo contrario.

Houston era un hombre de acción acostumbrado a los vaivenes de la vida fronteriza, y sabía reconocer una oportunidad cuando la tenía delante.

Tras casi dos meses de duras derrotas y amargas retiradas hacia la frontera estadounidense, huyendo del enemigo, por fin el general-presidente Santa Anna había cometido un peligroso error; encajado entre un bosque elevado al frente y un lago pantanoso a su espalda, el ejército mexicano se encontraba en posición vulnerable.

Era el momento de arriesgar y acabar de una vez por todas con un controvertido conflicto que se arrastraba durante al menos las últimas tres décadas.

1804. El famoso naturalista Alexander von Humboldt acaba de terminar un increíble viaje de cinco años a lo largo y ancho del virreinato de la Nueva España. Durante todo ese tiempo, el investigador prusiano ha contado con la generosa ayuda de las autoridades españolas y de lo más selecto de la intelectualidad novohispana para completar un impresionante compendio de conocimientos sobre aquellas tierras.

La información recopilada no solo es novedosa por su gran precisión y detalle; Humboldt es el primer viajero protestante que tiene acceso sin restricciones a las maravillas de las regiones coloniales hispanas, hasta entonces un terreno celosamente protegido de ojos foráneos.

Tras entregar los resultados de su trabajo al virrey, y antes de volver a Europa, Humboldt aprovecha para visitar a un hombre al que admira profundamente: el presidente de la flamante nueva república de los Estados Unidos de América, Thomas Jefferson.

Por aquel entonces el científico era un personaje tremendamente popular por su defensa del liberalismo político y el humanismo —teñido de cierto clasismo y supremacismo blanco—, al igual que Jefferson, por lo que el encuentro entre ambos dio lugar a una fructífera amistad. Sin embargo, no solo se dedicaron a teorizar sobre la capacidad de los habitantes de América para decidir su futuro en pie de igualdad con los europeos —origen remoto de la doctrina Monroe—.

Cuando el prusiano mostró los magníficos mapas de la Nueva España que había elaborado, Jefferson apenas podía creerse el golpe de suerte que tenía entre manos.

Humboldt era un hombre de ciencia, partidario de compartir el conocimiento, pero aun así es difícil asumir sin más que se le escaparan las implicaciones políticas que tenía la decisión de cederle a Jefferson tan valiosísima información sobre una potencia vecina.

Si bien las acusaciones de espionaje son infundadas, y Humboldt se pasó largo tiempo reclamando la devolución de los mapas al gobierno norteamericano, debía al menos intuir la ventaja estratégica que otorgó a la naciente república americana.

Sin duda la fortuna sonreía a los estadounidenses. Tan solo un año antes, habían tanteado al cónsul general francés, Napoleón Bonaparte, la posible compra de una porción de la Louisiana francesa, encontrando una sorprendente respuesta: o la adquirían entera o nada.

‘Progreso Americano’. Representación alegórica del Destino Manifiesto. Pintura de John Gast, 1873.

El futuro emperador había perdido todo interés en el continente americano tras el fiasco de la intervención en Haití y Santo Domingo, y por quince millones de dólares se deshizo de un área gigantesca que comprendía desde la frontera con Canadá a la desembocadura del Mississipi.

En la operación de bienes raíces más rentable de la historia de la humanidad, los Estados Unidos doblaron su territorio de golpe. Nuevas fronteras, nuevas preocupaciones: asegurar los flancos del río se convirtió en una prioridad para Washington, dando el pistoletazo de salida a una política de expansión sin precedentes.

Era necesario delimitar fronteras con el viejo nuevo vecino que ocupaba la mitad de la actual república federal: España. El tratado Adams-Onís de 1819 solucionó buena parte de los problemas, supuso la venta de la Florida —difícil de administrar para los españoles— y fijó los límites entre la República y el Virreinato.

A pesar de tratarse de un acuerdo satisfactorio para ambas partes, del lado anglosajón se alzaron voces discordantes que criticaban el supuesto olvido de las reclamaciones sobre Tejas, territorio que consideraban estratégico para una futura extensión hacia el suroeste. 

Y es que en aquellos años se estaba gestando en aquel remoto lugar una tormenta perfecta de imprevisibles consecuencias. Las autoridades virreinales estaban bastante preocupadas por la despoblación que afectaba a su frontera norte: no más de cuatro mil almas habitaban Tejas, muchas de ellas misioneros o militares encargados de rechazar los ataques de los indígenas karankawa y apache.

La situación se complicó con el estallido de los movimientos independentistas mexicanos: partidas de filibusteros procedentes de la Luisiana estadounidense, desertores del ejército español y diversos aventureros se unieron a la lucha contra las tropas realistas.

Los intentos de atraer colonos novohispanos o canarios habían fracasado y la opción de alojar inmigrantes anglosajones era mal vista por el gobierno virreinal. Los anglos eran reacios a adoptar la lengua española o la religión católica y se sospechaba de su connivencia con los estadounidenses. 

1805px 1811 Humboldt Map of Mexico Texas Louisiana and Florida Geographicus Mexique humboldt 1811
Mapa de Alexander von Humboldt, 1811.

Por todo ello no era en absoluto insólito que Moses Austin, un viejo conocido de la Corona española, tuviera tantos problemas para obtener una licencia como «empresario» para alojar a trescientas familias en Tejas. La familia Austin se había dedicado al negocio de las minas de plomo y Moses se había asentado en el Missouri hispano para ayudar a explotar el mineral allí.

Se naturalizó español, aprendió el idioma y catolizó, muy probablemente por interés en la concesión minera; al pasar Missouri a los Estados Unidos en 1803, siguió sus negocios por la geografía sureña de este país sin mayor inconveniente. La crisis financiera de 1819 le llevó de nuevo a la ruina, y el hábil emprendedor intentó por segunda vez la jugada.

Movió todas sus influencias, aceptó —o simuló aceptar— las condiciones del gobierno español y finalmente consiguió vencer las reticencias iniciales. Moses no pudo disfrutar de su triunfo, pues murió de neumonía en 1821, así que la empresa pasó a manos de su hijo Stephen.

Quien se encontró una sorpresa al cruzar el río Brazos, pues durante su viaje México se había independizado de España. 

Stephen convenció a los mexicanos aceptando parecidas condiciones que su padre y finalmente se asentó con sus colonos en la nueva ciudad de San Felipe de Austin, en el estado de Tejas y Coahuila, en 1823.

El gobierno mexicano era más flexible y menos receloso que el español en la cuestión de la inmigración, y su necesidad de repoblación aún más acuciante, así que en pocos años el número de anglosajones que cruzaron el Brazos para instalarse en México se disparó hasta cuadruplicar a la población local: en menos de una década, los autodenominados «texians» totalizaban unas doce mil almas, o quizá más si se pudieran contabilizar las entradas ilegales.

La cuestión iba más allá del puro recuento demográfico; la forma de gobierno que adoptó finalmente México fue una república federal descentralizada, donde cada Estado tenía competencias para organizar sus propias milicias, así que los anglosajones pronto crearon la suya, germen de los famosos rangers de Texas.

Por supuesto, aunque el propio Stephen llegó a dominar el español, los recién llegados no tenían ninguna intención de cumplir los compromisos adquiridos, y se organizaron según las leyes, usos y costumbres de su patria originaria. 

Una de ellas, fuente habitual de fricción entre México y los colonos estadounidenses, era la posesión de esclavos negros.

La Constitución mexicana, basada en la de Cádiz de 1812, prohibía la esclavitud, pero la legislación sobre este asunto fue contradictoria e incoherente durante prácticamente una década, hasta la ley de prohibición definitiva de 1829, lo que contribuyó a que muchos esclavos negros huyeran a territorio mexicano.

El puritanismo marcó el individualismo estadounidense.

Los incidentes escalaron durante este periodo: en 1827 un colono llamado Edwards proclamó la República de Fredonia y se alió con los cherokee en una revuelta sofocada por el ejército mexicano y la milicia de Austin.

La inestabilidad política de los primeros años en el México independiente, con problemas apremiantes como los intentos de España por recuperar la colonia, las dificultades financieras, la inexperiencia y el caos político, la corrupción y demás, habían desviado la atención sobre los acontecimientos en Tejas/Texas, pero en 1830 la tensión era tan elevada que el gobierno mexicano suspendió los permisos migratorios y adoptó una política muy similar a la del antiguo virreinato: la buena fe hacia los estadounidenses se había esfumado.

Al otro lado de la frontera, el nuevo presidente Andrew Jackson sigue los acontecimientos entre esperanzado e inquieto. Congresista por Tennessee, Jackson era un prestigioso abogado, terrateniente y propietario de esclavos, partidario de la mano dura con los indígenas. Había sido uno de los detractores del tratado Adams-Onís, y uno de sus objetivos declarados era la incorporación de Texas a los Estados Unidos; hoy se le etiquetaría como un halcón.

Sin embargo, Jackson no era precisamente un burro —o Jackass, como le llamaban sus rivales políticos—, y tenía claro que optar por la acción directa era impensable. Declarar una guerra a México supondría arriesgarse a una intervención británica, primera potencia mundial por entonces, con amplias posesiones en Canadá e intereses financieros en la excolonia española.

Lo que es peor, intervenir militarmente para crear un nuevo estado esclavista sureño desequilibraría la balanza entre estos y los estados abolicionistas industriales del norte, y pondría al país al borde de la ruptura. No, se necesitaba emplear medios menos directos para lograrlo, así que recurrió a dos buenos amigos suyos.

Uno de ellos, el coronel Anthony Butler, fue nombrado embajador en México, con la misión de intentar la adquisición de Texas por vía diplomática. Butler había servido a las órdenes de Jackson en el ejército y tenía un boyante negocio de alquiler de esclavos en Texas.

Desafortunadamente también era agresivo, bebedor, usurero, no hablaba español y despreciaba abiertamente a los mexicanos, a quienes consideraba una raza inferior. Se inmiscuyó en la política interior mexicana, intentó sobornar a cuanto funcionario le salió al paso y consiguió en tiempo récord ser despreciado por todos, incluido Austin.

Las relaciones con México quedaron irremediablemente dañadas y la posibilidad de compra se esfumó. A Jackson le quedaba la otra carta, que era fomentar la insurrección interna, y en esto le ayudó su íntimo colega de Tennessee, Samuel Houston. Desplegando una frenética actividad, Houston reclutó voluntarios en Louisiana y los introdujo en Texas, mientas agitaba las ansias revolucionarias de la población anglosajona.

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Retrato de Antonio López de Santa Anna (detalle), de Carlos Paris, s. XIX.

Araba en terreno abonado, pues los colonos protestaban abiertamente por la suspensión de la política migratoria y la obligación de pagar impuestos. La gota que colmó el vaso vino de la política interior mexicana: la facción centralista, alarmada por la debilidad del gobierno federal, se acabó imponiendo de la mano del joven general Antonio López de Santa Anna.

El nuevo gobierno ordenó disolver las milicias estatales, lo que precipitó la insurrección en Zacatecas y Tejas-Coahuila. La rebelión de Tejas, aunque incluyera tejanos-mexicanos opuestos al centralismo, presentó desde el principio un cariz independentista anglosajón próximo a los Estados Unidos.

Lo cual no impidió que pretextaran la causa de la libertad, la lucha contra la opresión, el liberalismo y el federalismo, por supuesto. En la Declaración de noviembre de 1835 donde la Convención General de Tejas se separa unilateralmente de México solo hay un nombre hispánico de los más de cincuenta firmantes.  

Santa Anna respondió poniendo en pie un ejército para aplastar a los rebeldes. Después de diezmar Zacatecas, encaminó sus pasos hacia Tejas; las victorias iniciales de los «texians» sublevados eran para él una herida en el orgullo nacional. Arrogante y megalómano, más interesado en ostentar el poder que en las tareas de gobierno, era lo que en España se conocía como «espadón»; un militar con gusto por intervenir en política.

El general-presidente pasó por alto el enorme esfuerzo financiero y humano que la campaña exigía a un empobrecido México. La victoria mexicana en El Álamo apuntaló el peligroso exceso de confianza de Santa Anna, que crecía a medida que el débil ejército regular de Houston se retiraba hacia la frontera con EE. UU. 

Hasta el 21 de abril de 1836 a orillas del San Jacinto. El rápido movimiento de Houston el día anterior no pareció inquietar a los mexicanos, que se limitaron a intercambiar disparos y escaramuzas intrascendentes con los texanos. Mientras tanto, estos descansaron, comieron y se prepararon para un arriesgado golpe de efecto.

Atacarían con todo simultáneamente desde el frente y ambos flancos. Hacia las cuatro y media de la tarde, todo parecía tranquilo en el campamento mexicano. Cuando los voluntarios de Sherman salieron de los bosques del flanco izquierdo texano, disparando una descarga contra las tropas enemigas, se quedaron estupefactos.

No hubo ninguna respuesta al fuego, más allá de algunas voces de alarma, así que cargaron una segunda vez sin ser molestados. Los hombres del general Martín Perfecto de Cos, llegados a toda prisa a primera hora de aquel día, llevaban más de siete horas durmiendo cuando el ataque se produjo.

Por todos los frentes de batalla se repetía la misma escena: el ejército mexicano fue sorprendido durmiendo imprudentemente la siesta, incluido el propio Santa Anna. Ni siquiera se había tomado la precaución de situar los preceptivos centinelas. Aquellos que no sesteaban, se dedicaban a la tertulia o a labores de forrajeo. Los texanos no salían de su asombro. 

El caos se desató inmediatamente en las filas mexicanas y los soldados salieron huyendo despavoridos para caer en las marismas, desde donde se convirtieron en blanco fácil para los tiradores rebeldes. En menos de veinte minutos, los texanos destruyeron completamente el ejército de Santa Anna —seiscientos muertos, doscientos heridos y setecientos prisioneros—.

«Hacia el oeste sigue su curso el imperio», de Emanuel Gottlieb Leutze, simboliza el destino manifiesto.

El humillado general, cuya identidad fue revelada por los vítores y gritos de «presidente» de algunos prisioneros, fue obligado a reconocer la independencia de Texas en el Tratado de Velasco, el 14 de mayo de 1836. Santa Anna fue enviado a Washington como prisionero de guerra para ratificar lo firmado ante Jackson.

Aunque al volver a México dedicó sus esfuerzos a denunciar el acuerdo, lo cierto es que cumplió escrupulosamente con la evacuación de tropas mexicanas de la zona, a pesar de seguir estando en superioridad numérica. El impacto moral de «la siesta de San Jacinto» resultó devastador.

El reconocimiento estadounidense incluía una garantía de independencia, así que, pese a que el Congreso mexicano destituyera a Santa Anna y se negara a reconocer un tratado forzoso, Texas se encontraba de facto fuera de su alcance: una recuperación militar era imposible, pues implicaba una intervención de EE. UU.

La república de Texas ofreció rápidamente la anexión a Washington, pero la situación política exigía no precipitarse. Se necesitó una década para que el Congreso votara a favor de la incorporación; el 29 de diciembre de 1845, Texas se convirtió en nuevo estado —esclavista— de la Unión.

El periodista John O’Sullivan celebraba la decisión en la revista Democratic Review de Nueva York apelando al «Destino Manifiesto» por el que Estados Unidos tenía la misión de expandirse por América.

Los estadounidenses vieron claramente la debilidad de su vecino, y forzaron todo tipo de incidente fronterizos hasta desatar la guerra de 1846, en que le arrebataron la mitad del territorio.

Quince años después, como Jackson predijo, los Estados Unidos saltaban por los aires en una cruenta guerra civil.

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