Las otras treguas de Navidad…

National Geographic(F.Cervera) — Aunque la famosa tregua del frente occidental en 1914 es la más conocida, hubo muchas otras ocasiones en las que ambos bandos acordaron un alto el fuego para celebrar juntos la Navidad.
– Un alto en la guerra de los Cien Años
En 1418 ya hacía casi un siglo que ingleses y franceses se enfrentaban por el control de Francia cuando el rey Enrique V puso sitio a la ciudad de Ruan tras su espectacular victoria en Agincourt.
Defendida por cañones y 60 torres la ciudad era una presa formidable, por lo que Enrique decidió rendirla por hambre, cortando los accesos y provocando la expulsión de 12.000 ancianos, mujeres, niños y enfermos que fueron muriendo poco a poco de hambre.
Con la llegada del invierno la mayoría de estos refugiados pereció de frío al pie de la muralla, pero con la llegada de la Navidad el rey se apiadó de ellos, y acordó una tregua con los defensores para llevar comida a los mil supervivientes.
Ruan se rendiría al cabo de dos semanas poniendo así fin al atroz asedio.

– Católicos y protestantes amigos por un día
Un suceso parecido ocurrió en 1573 durante el asedio de Haarlem en los Países Bajos. Rodeada por los tercios de Enrique de Guzmán, la ciudad había resistido tenazmente a la artillería de Felipe II y alas privaciones gracias a una flotilla de naves que traían comida y municiones desde el exterior, pero en diciembre ambos bandos decidieron darse un respiro y acordar una tregua de dos días por Navidad.
Cuentan las fuentes que españoles y holandeses confraternizaron en tierra de nadie, jugando a las cartas y entonando villancicos, intercambiando comida y regalos en un improvisado mercado que se organizó frente a la plaza.

– Norte y sur, en paz por las Fiestas
El siglo XIX estuvo marcado por constantes revoluciones y luchas civiles, pero de ellas ninguna tan sangrienta como la Guerra de Secesión, donde la creciente modernización del armamento convirtió los campos de batalla en un matadero.
Aún así era una lucha librada entre estadounidenses unidos por una cultura común, de manera que se produjeron muchas treguas extraoficiales en el día de Navidad.
Sirva de ejemplo el encuentro de dos patrullas enemigas en el Rappahannock el 25 de diciembre de 1863, las cuales en vez de liarse a tiros se encontraron en medio del río para intercambiar comida, tabaco y felicitarse las fiestas.
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– Villancicos en las trincheras
Siete años más tarde la guerra franco-prusiana había supuesto la caída del segundo imperio de Napoleón III y la invasión de Francia, cuya capital se encontraba cercada por las trincheras alemanas.
Los combates se sucedieron hasta la noche del 24, cuando los soldados se retiraron agotados a descansar, de pronto un centinela francés dejó su rifle y de manera espontánea se arrastró hasta la trinchera alemana, donde se puso a cantar “Nöel, Nöel, ha nacido el rey de Israel” ante los atónitos alemanes.
Sin que nadie le molestara volvió a su puesto, y entonces fue un alemán quién se acercó a la línea enemiga para cantar un villancico, uniéndosele las voces de ambos bandos, que esa noche olvidaron las armas para celebrar juntos la Navidad.

– Noche de paz
Aunque no tan famoso como la tregua de 1914 durante la Segunda Guerra Mundial se produjo un alto el fuego parecido durante la batalla de las Ardenas de 1944.
La última ofensiva alemana había fracasado y los aliados se abrían paso pro Alemania cuando el 24 de diciembre llamaron a la puerta de Fritz y Elisabeth Vincken cerca de Aquisgrán.
Al abrir madre e hijo se encontraron con una pareja de soldados americanos que llevaban a un camarada herido en busca de refugio, la familia les dejó entrar cuando al poco se presentó una escuadra alemana en la puerta.
Acoger al enemigo era un crimen castigado con la muerte, por lo que al principio los nazis se mostraron hostiles, sin embargo Elisabeth puso paz recordándoles que “esta noche es Navidad, olvidémonos de matar”, de modo que todos dejaron las armas en la puerta y celebraron una frugal cena navideña compartiendo las raciones que llevaban encima.
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