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Opinión: estudiar y aprender no son sinónimos…


La selección: estudiar y aprender no son sinónimos

The Conversation(E.Catalán) — Una de las ventajas de hacerse adulto, y en esto es probable que estemos de acuerdo niños, adolescentes, jóvenes y mayores, es la de no tener que volver a enfrentarse a una prueba académica.

Muchos recordamos aquella sensación de alivio y euforia que nos invadió cuando completamos nuestro último examen universitario (en mi caso, todavía recuerdo el título del ensayo a desarrollar: “La literatura de Borges y el concepto de laberinto”). Por mucho que uno llegue a echar de menos sus años juveniles, examinarse es una de esas cosas que muy pocas personas añoran.

¿Por qué es estudiar, preparar un examen, una tarea tan ingrata? ¿En qué se aleja de otra tarea llena de disfrute y sentido, que es aprender? Es la pregunta que se plantearon Fernando Hernández y Mar Sureda Perelló, de la Universitat de Barcelona. Mejor dicho, es lo que preguntaron a los propios estudiantes.

El resultado de su estudio muestra la diferencia entre aprender (que supone una experiencia personal de cambio, con una aplicación en la vida, y relacionada con el contexto) y estudiar para un examen, que en demasiadas ocasiones experimentan como un proceso de acumulación de información descontextualizada con un único objetivo: aprobar, o sacar buena nota.

En cualquier caso los exámenes están ahí y algunos, como el que preparan en estos momentos miles de estudiantes españoles para acceder a la universidad, son determinantes en nuestras vidas.

La experta en psicología cognitiva Esperanza Bausela, de la Universidad Pública de Navarra, nos ha explicado cuáles son las diferentes estrategias que podemos usar cuando necesitamos acumular una gran cantidad de datos, como en el caso de la EBAU o de unas oposiciones.

Carmen Noguera y José Manuel Cimadevilla, de la Universidad de Almería, ofrecen trucos prácticos para lograr encontrar esa motivación y concentración que tan difícil resulta mantener, y nos hablan de la curva del olvido, un concepto fundamental cuando necesitamos memorizar información.

No les sorprenderá saber que muchos de los expertos que han escrito sobre el tema en The Conversation coinciden en apuntar a los dispositivos electrónicos como un elemento problemático a la hora de concentrarse. Afortunadamente, nuestra atención fragmentada por el exceso de estímulos digitales se puede recuperar con fuerza de voluntad y perseverancia.

Sin olvidar que este esfuerzo tiene una recompensa, y que ser capaces de desarrollar una disciplina mental es algo positivo para toda la vida. ¿Será posible disfrutar del estudio tanto como del aprendizaje? Ojalá que sí.

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